Gracias a tus preceptos soy sensato (Salmo 118:104)


No es ningún misterio que el mundo en el que nos ha tocado vivir cada vez es más complejos. No solo lo es a nivel tecnológico -complejidad a la que cada uno se adapta según puede- sino también a nivel ideológico, ético y moral. Siempre ha habido una gran batalla para controlar los medios de comunicación. Quien lo hace puede moldear la forma en que las personas piensan y, consecuentemente, como interpretan la realidad y cómo actúan en respuesta a ella.

Observo con perplejidad muchos de los seguidores de Jesús con una carencia bastante pronunciada de sensatez. Interpretan la realidad en base a las corrientes de pensamiento de la sociedad, no son para nada contraculturales, no piensan en términos bíblicos sino culturales, de la cultura predominante convenientemente aderezada por la información sesgada proporcionada por los medios de comunicación social. 

La capacidad de orientarnos en una sociedad cada vez más compleja a nivel ideológico y vital no nos vendrá de dichos medios, la obtendremos únicamente de la Palabra del Señor, leyéndola, meditándola y, sobre todo aplicándola. Ciertamente nos convertirá en contraculturales pero, seamos honestos, a eso hemos sido llamados. La cantidad de tiempo que dediques a conocer la Palabra determinará tu grado de sensatez, no hay otra opción. 

¿Cuánto tiempo pasas anclado en las Escrituras? ¿Qué relación percibes con tu sensatez o la falta de la misma?

 



Gracias a tus preceptos soy sensato (Salmo 118:104)


No es ningún misterio que el mundo en el que nos ha tocado vivir cada vez es más complejos. No solo lo es a nivel tecnológico -complejidad a la que cada uno se adapta según puede- sino también a nivel ideológico, ético y moral. Siempre ha habido una gran batalla para controlar los medios de comunicación. Quien lo hace puede moldear la forma en que las personas piensan y, consecuentemente, como interpretan la realidad y cómo actúan en respuesta a ella.

Observo con perplejidad muchos de los seguidores de Jesús con una carencia bastante pronunciada de sensatez. Interpretan la realidad en base a las corrientes de pensamiento de la sociedad, no son para nada contraculturales, no piensan en términos bíblicos sino culturales, de la cultura predominante convenientemente aderezada por la información sesgada proporcionada por los medios de comunicación social. 

La capacidad de orientarnos en una sociedad cada vez más compleja a nivel ideológico y vital no nos vendrá de dichos medios, la obtendremos únicamente de la Palabra del Señor, leyéndola, meditándola y, sobre todo aplicándola. Ciertamente nos convertirá en contraculturales pero, seamos honestos, a eso hemos sido llamados. La cantidad de tiempo que dediques a conocer la Palabra determinará tu grado de sensatez, no hay otra opción. 

¿Cuánto tiempo pasas anclado en las Escrituras? ¿Qué relación percibes con tu sensatez o la falta de la misma?

 



Gracias a tus preceptos soy sensato (Salmo 118:104)


No es ningún misterio que el mundo en el que nos ha tocado vivir cada vez es más complejos. No solo lo es a nivel tecnológico -complejidad a la que cada uno se adapta según puede- sino también a nivel ideológico, ético y moral. Siempre ha habido una gran batalla para controlar los medios de comunicación. Quien lo hace puede moldear la forma en que las personas piensan y, consecuentemente, como interpretan la realidad y cómo actúan en respuesta a ella.

Observo con perplejidad muchos de los seguidores de Jesús con una carencia bastante pronunciada de sensatez. Interpretan la realidad en base a las corrientes de pensamiento de la sociedad, no son para nada contraculturales, no piensan en términos bíblicos sino culturales, de la cultura predominante convenientemente aderezada por la información sesgada proporcionada por los medios de comunicación social. 

La capacidad de orientarnos en una sociedad cada vez más compleja a nivel ideológico y vital no nos vendrá de dichos medios, la obtendremos únicamente de la Palabra del Señor, leyéndola, meditándola y, sobre todo aplicándola. Ciertamente nos convertirá en contraculturales pero, seamos honestos, a eso hemos sido llamados. La cantidad de tiempo que dediques a conocer la Palabra determinará tu grado de sensatez, no hay otra opción. 

¿Cuánto tiempo pasas anclado en las Escrituras? ¿Qué relación percibes con tu sensatez o la falta de la misma?