Decid a las naciones: "El Señor es Rey". El universo está seguro. No se derrumbará. (Salmo 96:10)


Vivimos tiempos convulsos a nivel político, económico y social. La crisis del año 2008, de la que apenas nos estamos recuperando algunos, nos hizo ver cuán frágil y delicado es el mundo en que vivimos, cuán interconectadas están todas las cosas y qué difícil es encontrar seguridad y estabilidad. Aunque soy un seguidor de Jesús no soy inmune a todas esas realidades y no sería humano si, de una manera u otra no hiciera algún tipo de mella en mi vida. Es por eso que hoy he encontrado seguridad en las palabras del salmista. Sí, el universo está seguro a pesar de todo lo que veo a mi alrededor. Sí, lo está porque es el Señor quien lo sostiene. Y si Él lo hace, lo hará también con mi vida. No puedo, no quiero, no debo olvidar esta realidad. Debo volver a ella una y otra vez cuando las circunstancias me inviten a la desesperanza.


¿Dónde tienes tu seguridad?



Decid a las naciones: "El Señor es Rey". El universo está seguro. No se derrumbará. (Salmo 96:10)


Vivimos tiempos convulsos a nivel político, económico y social. La crisis del año 2008, de la que apenas nos estamos recuperando algunos, nos hizo ver cuán frágil y delicado es el mundo en que vivimos, cuán interconectadas están todas las cosas y qué difícil es encontrar seguridad y estabilidad. Aunque soy un seguidor de Jesús no soy inmune a todas esas realidades y no sería humano si, de una manera u otra no hiciera algún tipo de mella en mi vida. Es por eso que hoy he encontrado seguridad en las palabras del salmista. Sí, el universo está seguro a pesar de todo lo que veo a mi alrededor. Sí, lo está porque es el Señor quien lo sostiene. Y si Él lo hace, lo hará también con mi vida. No puedo, no quiero, no debo olvidar esta realidad. Debo volver a ella una y otra vez cuando las circunstancias me inviten a la desesperanza.


¿Dónde tienes tu seguridad?



Decid a las naciones: "El Señor es Rey". El universo está seguro. No se derrumbará. (Salmo 96:10)


Vivimos tiempos convulsos a nivel político, económico y social. La crisis del año 2008, de la que apenas nos estamos recuperando algunos, nos hizo ver cuán frágil y delicado es el mundo en que vivimos, cuán interconectadas están todas las cosas y qué difícil es encontrar seguridad y estabilidad. Aunque soy un seguidor de Jesús no soy inmune a todas esas realidades y no sería humano si, de una manera u otra no hiciera algún tipo de mella en mi vida. Es por eso que hoy he encontrado seguridad en las palabras del salmista. Sí, el universo está seguro a pesar de todo lo que veo a mi alrededor. Sí, lo está porque es el Señor quien lo sostiene. Y si Él lo hace, lo hará también con mi vida. No puedo, no quiero, no debo olvidar esta realidad. Debo volver a ella una y otra vez cuando las circunstancias me inviten a la desesperanza.


¿Dónde tienes tu seguridad?