Así que, como dice la Escritura, si de algo hay que presumir, que sea de lo que ha hecho el Señor. (1 Corintios 1:31)
Presumir: Exhibir con orgullo una cualidad o algo que se tiene o se hace. Pero, cuando pienso en mí mismo me pregunto ¿De qué puedo presumir? Pienso en los "logros" ministeriales. Pues bien, estos, sean pocos o sean muchos han sido conseguidos, en primer lugar, a pesar de mi pecado e indignidad que, honestamente no han contribuido en absoluto a los mismos. En segundo lugar, gracias a los dones y habilidades que el Señor me ha otorgado, y ya que han sido recibidos poco mérito hay en mi parte en ello, tan solo he tratado de ser responsable en el uso de aquello encomendado. Por tanto de lo único que podría "presumir" sería de lo que Dios ha hecho en mí. O más bien, de lo que mi tozudez le ha permitido hacer con mi vida. Y, en definitiva, si lo ha llevado a cabo Él, poco mérito hay en mí al respecto, solo haber sabido acoger su gracia en mi vida.
