Quien sea sabio que medite estas cosas, que comprenda el amor del Señor. (Salmo 107:43)
Uno, entre los muchos problemas que tenemos que enfrentar en la sociedad contemporánea, es la creciente pérdida de nuestra capacidad para meditar, pensar y reflexionar. Dicen las investigaciones que nuestra capacidad de concentración no para de disminuir y hay una relación directa con el hecho de que cada vez pasamos más tiempo volcados en las pantallas y en todo lo que estas nos permiten acceder. Las pantallas, como tantas otras cosas, son totalmente neutras, la cuestión es nuestra capacidad de manejarlas. No es ningún secreto que detrás de todos los contenidos que aparecen en las redes sociales hay investigaciones enfocadas a generar en nosotros una dependencia y adicción creciente.
El salmo 107, como tantos otros, hace un repaso de la intervención de Dios en la historia de un grupo de personas. Narra detalladamente las diferentes situaciones y circunstancias en las que Dios actuó. Lo hace a fin de que los primitivos lectores u oyentes pudieran pensar en sus propias vida y trazar el trabajo del Señor en ellos. El salmista hace una invitación a meditar; el diccionario nos dice que meditar es: "Pensar y considerar un asunto con atención y detenimiento para estudiarlo, comprenderlo bien, formarse una opinión sobre ello o tomar una decisión". También el autor del salmo nos indica que si lo hacemos podremos comprender el amor que Dios nos tiene, porque nada en nuestras vidas es casual y en todas las cosas, si meditamos, podemos identificar la acción del Señor.
¿Qué puedes ver si meditas en los hechos de tu vida?
