Aunque no eche brotes la higuera, ni den las vides ningún fruto; aunque nada se espere del olivo, ni los labrantíos den para comer; aunque no haya ovejas en el aprisco, ni queden vacas en los establos; aun así, yo me gozaré en el Señor, me alegraré en Dios, mi salvador.
El Señor, mi Dios, es mi fuerza; (Habacuc 4:16-19)


Aunque, según el diccionario, es una conjunción que introduce una oración gramatical en la que se indica una dificultad real o posible a pesar de la cual puede ser, ocurrir o hacerse lo que se expresa en la oración principal. Dicho de otro modo, la situación se divide en dos partes y la segunda se podrá llevar a cabo a pesar de que la primera pareciera hacerlo totalmente imposible o muy difícil cuando menos.

Es lo que nos enseña este precioso pasaje del profeta Habacuc. Se gozará y alegrará en Dios, a quien identifica como su salvador y su fuerza. Lo hará, no porque todas las cosas vayan bien, sean favorables e inviten a esa celebración. Antes al contrario lo hará AUNQUE nada de ello esté promoviendo o favoreciendo esa actitud del profeta. Habacuc lo hará porque esa es su convicción, esa es su perspectiva y experiencia de Dios.

¿Tenemos la capacidad de vivir con ese AUNQUE? ¿Somos capaces de gozarnos en Dios, en declarar que es nuestra salvación y fuerza en medio de situaciones que, para nada invitan ni invitarán a ello? Una vez más la pandemia del COVID-19 no provoca una crisis de fe, más bien revela la profundidad de la misma. Pero, el resultado de esta prueba, sea el que sea, es una oportunidad para continuar creciendo en la fe y confianza en Dios. 


¿AUNQUE?


Aunque no eche brotes la higuera, ni den las vides ningún fruto; aunque nada se espere del olivo, ni los labrantíos den para comer; aunque no haya ovejas en el aprisco, ni queden vacas en los establos; aun así, yo me gozaré en el Señor, me alegraré en Dios, mi salvador.
El Señor, mi Dios, es mi fuerza; (Habacuc 4:16-19)


Aunque, según el diccionario, es una conjunción que introduce una oración gramatical en la que se indica una dificultad real o posible a pesar de la cual puede ser, ocurrir o hacerse lo que se expresa en la oración principal. Dicho de otro modo, la situación se divide en dos partes y la segunda se podrá llevar a cabo a pesar de que la primera pareciera hacerlo totalmente imposible o muy difícil cuando menos.

Es lo que nos enseña este precioso pasaje del profeta Habacuc. Se gozará y alegrará en Dios, a quien identifica como su salvador y su fuerza. Lo hará, no porque todas las cosas vayan bien, sean favorables e inviten a esa celebración. Antes al contrario lo hará AUNQUE nada de ello esté promoviendo o favoreciendo esa actitud del profeta. Habacuc lo hará porque esa es su convicción, esa es su perspectiva y experiencia de Dios.

¿Tenemos la capacidad de vivir con ese AUNQUE? ¿Somos capaces de gozarnos en Dios, en declarar que es nuestra salvación y fuerza en medio de situaciones que, para nada invitan ni invitarán a ello? Una vez más la pandemia del COVID-19 no provoca una crisis de fe, más bien revela la profundidad de la misma. Pero, el resultado de esta prueba, sea el que sea, es una oportunidad para continuar creciendo en la fe y confianza en Dios. 


¿AUNQUE?


Aunque no eche brotes la higuera, ni den las vides ningún fruto; aunque nada se espere del olivo, ni los labrantíos den para comer; aunque no haya ovejas en el aprisco, ni queden vacas en los establos; aun así, yo me gozaré en el Señor, me alegraré en Dios, mi salvador.
El Señor, mi Dios, es mi fuerza; (Habacuc 4:16-19)


Aunque, según el diccionario, es una conjunción que introduce una oración gramatical en la que se indica una dificultad real o posible a pesar de la cual puede ser, ocurrir o hacerse lo que se expresa en la oración principal. Dicho de otro modo, la situación se divide en dos partes y la segunda se podrá llevar a cabo a pesar de que la primera pareciera hacerlo totalmente imposible o muy difícil cuando menos.

Es lo que nos enseña este precioso pasaje del profeta Habacuc. Se gozará y alegrará en Dios, a quien identifica como su salvador y su fuerza. Lo hará, no porque todas las cosas vayan bien, sean favorables e inviten a esa celebración. Antes al contrario lo hará AUNQUE nada de ello esté promoviendo o favoreciendo esa actitud del profeta. Habacuc lo hará porque esa es su convicción, esa es su perspectiva y experiencia de Dios.

¿Tenemos la capacidad de vivir con ese AUNQUE? ¿Somos capaces de gozarnos en Dios, en declarar que es nuestra salvación y fuerza en medio de situaciones que, para nada invitan ni invitarán a ello? Una vez más la pandemia del COVID-19 no provoca una crisis de fe, más bien revela la profundidad de la misma. Pero, el resultado de esta prueba, sea el que sea, es una oportunidad para continuar creciendo en la fe y confianza en Dios. 


¿AUNQUE?