Pedro insistió: ¡Yo no te negaré, aunque tenga que morir contigo! Y lo mismo decían los otros discípulos. (Mateo 26:35)


Este versículo se encuentra en el contexto del pasaje en el cual Jesús anuncia la negación de Pedro. Jesús predice que todos los discípulos le abandonarán en el momento de mayor necesidad en su vida y ministerio. En las palabras del Maestro no detecto ningún matiz de reproche, amargura o desengaño, simplemente la constatación de una realidad humana, la inconsistencia e inmadurez de los discípulos.

Al mismo tiempo este pasaje refleja la gracia y la aceptación incondicional por parte de Jesús. A pesar de saber lo que sus discípulos iban a hacer no resultan descalificados ni rechazados, ni como personas ni para el ministerio. Las palabras de Jesús en el contexto del pasaje, después de mi resurrección iré delante de vosotros a Galilea, muestran que seguía confiando en ellos y que siempre hay nuevas oportunidades para aquellos que tienen la madurez y la capacidad para reconocer sus errores y seguir adelante.

En resumidas cuentas el texto nos muestra dos realidades, la nuestra personal, gente inconsistente, inmadura, que no somos capaces de dar la talla, que no estamos a la altura de las circunstancias que, de una u otra manera negamos a Jesús. La realidad de Dios, el Dios de la gracia que sigue amándonos y aceptándonos de una manera incondicional y siempre dando nuevas oportunidades. 


¿Qué formas de negación de Jesús hay en tu vida? ¿Qué debes hacer al respecto?