Que nos llegue pronto tu misericordia porque estamos exhaustos (Salmo 79)

Según el diccionario alguien exhausto es aquel que está muy débil, cansado y sin fuerzas. Bueno, parece ser que describe a la inmensa mayoría de la población en estos tiempos tan difíciles del coronavirus, donde la combinación de confinamientos, pérdidas de diverso tipo (salud, seres queridos, trabajo, perspectivas) y un alto grado de incertidumbre sobre el futuro generan un agotamiento generalizado de la población. Algo que, a menudo, se ceba con determinados colectivos como los sanitarios, cuidadores y líderes. Todos ellos, no solo han de gestionar su propio agotamiento en todas las dimensiones de la vida, sino que además, han de ayudar a otros en sus procesos de gestión lo cual, añade carga sobre carga. 

Que tipo tan interesante es Asaf, sus salmos parecen estar diseñados para los tiempos de crisis y, sin duda, fueron escritos por una persona conocedora del dolor y el sufrimiento. Sus palabras me inspiran en dos formas. La primera, a entender que mi estado de cansancio y falta de fuerzas puede no deberse a que esté experimentando una crisis espiritual, que haya perdido la fe. Simplemente es aquello que los expertos llaman, fatiga pandémica, algo que ira en aumento mientras dure esta situación de incertidumbre. La segunda, que, no solo está bien poderle a expresar al Señor como nos sentimos, sino que es bueno, balsámico y forma parte de la gestión necesaria de esta situación en la que estamos viviendo.


¿Hasta qué punto las palabras de Asaf reflejan tu situación? ¿Qué quieres decirle a Dios al respecto?

 



Que nos llegue pronto tu misericordia porque estamos exhaustos (Salmo 79)

Según el diccionario alguien exhausto es aquel que está muy débil, cansado y sin fuerzas. Bueno, parece ser que describe a la inmensa mayoría de la población en estos tiempos tan difíciles del coronavirus, donde la combinación de confinamientos, pérdidas de diverso tipo (salud, seres queridos, trabajo, perspectivas) y un alto grado de incertidumbre sobre el futuro generan un agotamiento generalizado de la población. Algo que, a menudo, se ceba con determinados colectivos como los sanitarios, cuidadores y líderes. Todos ellos, no solo han de gestionar su propio agotamiento en todas las dimensiones de la vida, sino que además, han de ayudar a otros en sus procesos de gestión lo cual, añade carga sobre carga. 

Que tipo tan interesante es Asaf, sus salmos parecen estar diseñados para los tiempos de crisis y, sin duda, fueron escritos por una persona conocedora del dolor y el sufrimiento. Sus palabras me inspiran en dos formas. La primera, a entender que mi estado de cansancio y falta de fuerzas puede no deberse a que esté experimentando una crisis espiritual, que haya perdido la fe. Simplemente es aquello que los expertos llaman, fatiga pandémica, algo que ira en aumento mientras dure esta situación de incertidumbre. La segunda, que, no solo está bien poderle a expresar al Señor como nos sentimos, sino que es bueno, balsámico y forma parte de la gestión necesaria de esta situación en la que estamos viviendo.


¿Hasta qué punto las palabras de Asaf reflejan tu situación? ¿Qué quieres decirle a Dios al respecto?

 



Que nos llegue pronto tu misericordia porque estamos exhaustos (Salmo 79)

Según el diccionario alguien exhausto es aquel que está muy débil, cansado y sin fuerzas. Bueno, parece ser que describe a la inmensa mayoría de la población en estos tiempos tan difíciles del coronavirus, donde la combinación de confinamientos, pérdidas de diverso tipo (salud, seres queridos, trabajo, perspectivas) y un alto grado de incertidumbre sobre el futuro generan un agotamiento generalizado de la población. Algo que, a menudo, se ceba con determinados colectivos como los sanitarios, cuidadores y líderes. Todos ellos, no solo han de gestionar su propio agotamiento en todas las dimensiones de la vida, sino que además, han de ayudar a otros en sus procesos de gestión lo cual, añade carga sobre carga. 

Que tipo tan interesante es Asaf, sus salmos parecen estar diseñados para los tiempos de crisis y, sin duda, fueron escritos por una persona conocedora del dolor y el sufrimiento. Sus palabras me inspiran en dos formas. La primera, a entender que mi estado de cansancio y falta de fuerzas puede no deberse a que esté experimentando una crisis espiritual, que haya perdido la fe. Simplemente es aquello que los expertos llaman, fatiga pandémica, algo que ira en aumento mientras dure esta situación de incertidumbre. La segunda, que, no solo está bien poderle a expresar al Señor como nos sentimos, sino que es bueno, balsámico y forma parte de la gestión necesaria de esta situación en la que estamos viviendo.


¿Hasta qué punto las palabras de Asaf reflejan tu situación? ¿Qué quieres decirle a Dios al respecto?