Todo aquello sucedió para servirnos de ejemplo a nosotros; para que no corramos tras el mal como ellos corrieron. (1 Corintios 10:6)


La Biblia está llena de situaciones y episodios que reflejan realidades universales que todos los seres humanos hemos vivido, vivimos y viviremos. Este es, al menos para mí, uno de los grandes valores que tiene la Escritura, la capacidad de darme luz para entenderme a mí mismo y mi realidad a través de las experiencias vividas por los personajes que la pueblan.

Desde Génesis, donde me habla del ser humano escondiéndose del Señor porque siente vergüenza y culpa, hasta Diotrefes (no sabes quién es ¿cierto?) que como líder de su comunidad cristiana ejerce abuso espiritual, me encuentro con muchas situaciones que, como dice el apóstol, han sido escritas para nosotros, para que por medio de ellas podamos encontrar aviso, ánimo, reprensión, reflexión, capacidad para tomar decisiones, prever consecuencias, mejorar relaciones, enfrentar problemas, relacionar a Dios con nuestra vida cotidiana y un etcétera tan largo como lo desees. 

Siempre me ha sorprendido que las personas que afirman que la Biblia, un libro con miles de años de antigüedad, no tiene nada que aportar al hombre contemporáneo, son precisamente aquellas que nunca la han leído o tan apenas la conocen. 

¿Qué situaciones estás viviendo en estos días? ¿Qué persona o narración de las Escrituras puede darte luz sobre la misma? Pídeselo al Espíritu Santo. 

 



Todo aquello sucedió para servirnos de ejemplo a nosotros; para que no corramos tras el mal como ellos corrieron. (1 Corintios 10:6)


La Biblia está llena de situaciones y episodios que reflejan realidades universales que todos los seres humanos hemos vivido, vivimos y viviremos. Este es, al menos para mí, uno de los grandes valores que tiene la Escritura, la capacidad de darme luz para entenderme a mí mismo y mi realidad a través de las experiencias vividas por los personajes que la pueblan.

Desde Génesis, donde me habla del ser humano escondiéndose del Señor porque siente vergüenza y culpa, hasta Diotrefes (no sabes quién es ¿cierto?) que como líder de su comunidad cristiana ejerce abuso espiritual, me encuentro con muchas situaciones que, como dice el apóstol, han sido escritas para nosotros, para que por medio de ellas podamos encontrar aviso, ánimo, reprensión, reflexión, capacidad para tomar decisiones, prever consecuencias, mejorar relaciones, enfrentar problemas, relacionar a Dios con nuestra vida cotidiana y un etcétera tan largo como lo desees. 

Siempre me ha sorprendido que las personas que afirman que la Biblia, un libro con miles de años de antigüedad, no tiene nada que aportar al hombre contemporáneo, son precisamente aquellas que nunca la han leído o tan apenas la conocen. 

¿Qué situaciones estás viviendo en estos días? ¿Qué persona o narración de las Escrituras puede darte luz sobre la misma? Pídeselo al Espíritu Santo. 

 



Todo aquello sucedió para servirnos de ejemplo a nosotros; para que no corramos tras el mal como ellos corrieron. (1 Corintios 10:6)


La Biblia está llena de situaciones y episodios que reflejan realidades universales que todos los seres humanos hemos vivido, vivimos y viviremos. Este es, al menos para mí, uno de los grandes valores que tiene la Escritura, la capacidad de darme luz para entenderme a mí mismo y mi realidad a través de las experiencias vividas por los personajes que la pueblan.

Desde Génesis, donde me habla del ser humano escondiéndose del Señor porque siente vergüenza y culpa, hasta Diotrefes (no sabes quién es ¿cierto?) que como líder de su comunidad cristiana ejerce abuso espiritual, me encuentro con muchas situaciones que, como dice el apóstol, han sido escritas para nosotros, para que por medio de ellas podamos encontrar aviso, ánimo, reprensión, reflexión, capacidad para tomar decisiones, prever consecuencias, mejorar relaciones, enfrentar problemas, relacionar a Dios con nuestra vida cotidiana y un etcétera tan largo como lo desees. 

Siempre me ha sorprendido que las personas que afirman que la Biblia, un libro con miles de años de antigüedad, no tiene nada que aportar al hombre contemporáneo, son precisamente aquellas que nunca la han leído o tan apenas la conocen. 

¿Qué situaciones estás viviendo en estos días? ¿Qué persona o narración de las Escrituras puede darte luz sobre la misma? Pídeselo al Espíritu Santo.