Que no os siga dominando el pecado, aunque vuestro cuerpo sea mortal, no os sometáis a sus apetencias, ni os convirtáis en instrumentos del mal al servicio del pecado. Presentaos, más bien, ante Dios, como lo que sois: muertos retornados a la vida, y haced de vuestros cuerpos instrumentos del bien al servicio de Dios. No os dejéis dominar por el pecado, ya que no estáis bajo el yugo de la ley, sino bajo la acción de la gracia. (Romanos 6:13-14)

El argumento que desarrolla Pablo en este capítulo seis es impecable. Si hemos muerto con Cristo, el pecado ya no tiene poder sobre nosotros. Por tanto, ahora nosotros hemos de tomar la decisión si usamos nuestros cuerpo como instrumentos al servicio del bien o, por el contrario, al servicio del mal. Es una decisión que hemos de tomar de forma consciente e intencional día tras día, situación tras situación. Porque antes, éramos esclavos del pecado y no teníamos otra opción que obedecerlo. Ahora, si somos honestos con nosotros mismos reconoceremos que tenemos opciones y, lamentablemente, con demasiada frecuencia optamos la decisión de poner nuestros cuerpos al servicio del mal. 

¿Cómo puedes reforzar en tu vida el hábito de tomar la opción por el bien? ¿Qué te ayudaría?

 


Que no os siga dominando el pecado, aunque vuestro cuerpo sea mortal, no os sometáis a sus apetencias, ni os convirtáis en instrumentos del mal al servicio del pecado. Presentaos, más bien, ante Dios, como lo que sois: muertos retornados a la vida, y haced de vuestros cuerpos instrumentos del bien al servicio de Dios. No os dejéis dominar por el pecado, ya que no estáis bajo el yugo de la ley, sino bajo la acción de la gracia. (Romanos 6:13-14)

El argumento que desarrolla Pablo en este capítulo seis es impecable. Si hemos muerto con Cristo, el pecado ya no tiene poder sobre nosotros. Por tanto, ahora nosotros hemos de tomar la decisión si usamos nuestros cuerpo como instrumentos al servicio del bien o, por el contrario, al servicio del mal. Es una decisión que hemos de tomar de forma consciente e intencional día tras día, situación tras situación. Porque antes, éramos esclavos del pecado y no teníamos otra opción que obedecerlo. Ahora, si somos honestos con nosotros mismos reconoceremos que tenemos opciones y, lamentablemente, con demasiada frecuencia optamos la decisión de poner nuestros cuerpos al servicio del mal. 

¿Cómo puedes reforzar en tu vida el hábito de tomar la opción por el bien? ¿Qué te ayudaría?

 


Que no os siga dominando el pecado, aunque vuestro cuerpo sea mortal, no os sometáis a sus apetencias, ni os convirtáis en instrumentos del mal al servicio del pecado. Presentaos, más bien, ante Dios, como lo que sois: muertos retornados a la vida, y haced de vuestros cuerpos instrumentos del bien al servicio de Dios. No os dejéis dominar por el pecado, ya que no estáis bajo el yugo de la ley, sino bajo la acción de la gracia. (Romanos 6:13-14)

El argumento que desarrolla Pablo en este capítulo seis es impecable. Si hemos muerto con Cristo, el pecado ya no tiene poder sobre nosotros. Por tanto, ahora nosotros hemos de tomar la decisión si usamos nuestros cuerpo como instrumentos al servicio del bien o, por el contrario, al servicio del mal. Es una decisión que hemos de tomar de forma consciente e intencional día tras día, situación tras situación. Porque antes, éramos esclavos del pecado y no teníamos otra opción que obedecerlo. Ahora, si somos honestos con nosotros mismos reconoceremos que tenemos opciones y, lamentablemente, con demasiada frecuencia optamos la decisión de poner nuestros cuerpos al servicio del mal. 

¿Cómo puedes reforzar en tu vida el hábito de tomar la opción por el bien? ¿Qué te ayudaría?