No os amoldéis a los criterios de este mundo (Romanos 12:2)


Amoldarse es tomar la forma de algo; como un pastel adquiere la configuración del molde en el cual la masa ha sido depositada. El apóstol nos indica que los seguidores de Jesús no hemos de permitir -por tanto exige intencionalidad de nuestra parte- que la sociedad en la que cada uno de nosotros ha de vivir nos vaya dando forma, de tal modo que al final, nuestra visión del mundo, nuestras prioridades, valores, relaciones, reacciones y omisiones, no sean un reflejo de Jesús, sino más bien de la realidad social en la que vivimos. A menos que nos amoldemos a la imagen de Jesús y Él sea cada vez más evidente en nosotros, iremos tomando la forma del entorno que, con demasiada frecuencia, no solamente es diferente, sino totalmente opuesta al Reino y sus valores. 

No somos inmunes al ambiente que nos rodea y es inevitable que suframos su influencia. Sin embargo, es nuestra responsabilidad estar atentos a las señales que nos puedan avisar que hay un proceso de amoldamiento en marcha en nuestra vida, sea en una o varias áreas de la misma. Esta detección nos permitirá reaccionar y atajarla.


Haz una mirada crítica a tu vida ¿Qué signos de amoldamiento puedes detectar? ¿Qué piensas hacer al respecto?



No os amoldéis a los criterios de este mundo (Romanos 12:2)


Amoldarse es tomar la forma de algo; como un pastel adquiere la configuración del molde en el cual la masa ha sido depositada. El apóstol nos indica que los seguidores de Jesús no hemos de permitir -por tanto exige intencionalidad de nuestra parte- que la sociedad en la que cada uno de nosotros ha de vivir nos vaya dando forma, de tal modo que al final, nuestra visión del mundo, nuestras prioridades, valores, relaciones, reacciones y omisiones, no sean un reflejo de Jesús, sino más bien de la realidad social en la que vivimos. A menos que nos amoldemos a la imagen de Jesús y Él sea cada vez más evidente en nosotros, iremos tomando la forma del entorno que, con demasiada frecuencia, no solamente es diferente, sino totalmente opuesta al Reino y sus valores. 

No somos inmunes al ambiente que nos rodea y es inevitable que suframos su influencia. Sin embargo, es nuestra responsabilidad estar atentos a las señales que nos puedan avisar que hay un proceso de amoldamiento en marcha en nuestra vida, sea en una o varias áreas de la misma. Esta detección nos permitirá reaccionar y atajarla.


Haz una mirada crítica a tu vida ¿Qué signos de amoldamiento puedes detectar? ¿Qué piensas hacer al respecto?



No os amoldéis a los criterios de este mundo (Romanos 12:2)


Amoldarse es tomar la forma de algo; como un pastel adquiere la configuración del molde en el cual la masa ha sido depositada. El apóstol nos indica que los seguidores de Jesús no hemos de permitir -por tanto exige intencionalidad de nuestra parte- que la sociedad en la que cada uno de nosotros ha de vivir nos vaya dando forma, de tal modo que al final, nuestra visión del mundo, nuestras prioridades, valores, relaciones, reacciones y omisiones, no sean un reflejo de Jesús, sino más bien de la realidad social en la que vivimos. A menos que nos amoldemos a la imagen de Jesús y Él sea cada vez más evidente en nosotros, iremos tomando la forma del entorno que, con demasiada frecuencia, no solamente es diferente, sino totalmente opuesta al Reino y sus valores. 

No somos inmunes al ambiente que nos rodea y es inevitable que suframos su influencia. Sin embargo, es nuestra responsabilidad estar atentos a las señales que nos puedan avisar que hay un proceso de amoldamiento en marcha en nuestra vida, sea en una o varias áreas de la misma. Esta detección nos permitirá reaccionar y atajarla.


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