Soy humilde y desvalido, oh Dios, acude a mí; Tú eres mi ayuda y mi salvación, Señor, no tardes. (Salmo 70:5)


Vale la pena leer conjuntamente los salmos 69 y 70. El primero de ellos es una profunda y honesta expresión de sentimientos de cansancio y desesperación. El segundo es una declaración de principios donde se expresa confianza en quién es Dios y cuál es su relación con nosotros.

Los versículos que he reproducido son, en mi opinión, una declaración de confianza en que la intervención del Señor vendrá, aunque no sepamos visualizarla con nuestra mente y razón. Vendrá y lo declaramos con la fe que nos permite andar en medio de una realidad que parece evidenciar todo lo contrario.

Ahora cobra más sentido para mí lo que nos enseñaba el apóstol Pablo cuando afirmaba: "dad gracias en todo porque esta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús". El salmo 69 nos animaba a abierta y honestamente expresar nuestra desesperación al Señor. El 70 nos invita a esperar en confianza su intervención y expresar esa confianza en gratitud, en darle gracias al Señor porque aunque no sabemos ni cómo, ni cuándo, ni de qué forma vendrá su salvación, está llegará y, por tanto, en medio de la desesperación expresamos en oración nuestra confianza y gratitud por una intervención que aún somos incapaces de visualizar pero que sabremos que vendrá.


Te invito a que expreses tu gratitud al Señor por esa salvación que no visualizas pero que vendrá, sin duda, vendrá.

 



Soy humilde y desvalido, oh Dios, acude a mí; Tú eres mi ayuda y mi salvación, Señor, no tardes. (Salmo 70:5)


Vale la pena leer conjuntamente los salmos 69 y 70. El primero de ellos es una profunda y honesta expresión de sentimientos de cansancio y desesperación. El segundo es una declaración de principios donde se expresa confianza en quién es Dios y cuál es su relación con nosotros.

Los versículos que he reproducido son, en mi opinión, una declaración de confianza en que la intervención del Señor vendrá, aunque no sepamos visualizarla con nuestra mente y razón. Vendrá y lo declaramos con la fe que nos permite andar en medio de una realidad que parece evidenciar todo lo contrario.

Ahora cobra más sentido para mí lo que nos enseñaba el apóstol Pablo cuando afirmaba: "dad gracias en todo porque esta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús". El salmo 69 nos animaba a abierta y honestamente expresar nuestra desesperación al Señor. El 70 nos invita a esperar en confianza su intervención y expresar esa confianza en gratitud, en darle gracias al Señor porque aunque no sabemos ni cómo, ni cuándo, ni de qué forma vendrá su salvación, está llegará y, por tanto, en medio de la desesperación expresamos en oración nuestra confianza y gratitud por una intervención que aún somos incapaces de visualizar pero que sabremos que vendrá.


Te invito a que expreses tu gratitud al Señor por esa salvación que no visualizas pero que vendrá, sin duda, vendrá.

 



Soy humilde y desvalido, oh Dios, acude a mí; Tú eres mi ayuda y mi salvación, Señor, no tardes. (Salmo 70:5)


Vale la pena leer conjuntamente los salmos 69 y 70. El primero de ellos es una profunda y honesta expresión de sentimientos de cansancio y desesperación. El segundo es una declaración de principios donde se expresa confianza en quién es Dios y cuál es su relación con nosotros.

Los versículos que he reproducido son, en mi opinión, una declaración de confianza en que la intervención del Señor vendrá, aunque no sepamos visualizarla con nuestra mente y razón. Vendrá y lo declaramos con la fe que nos permite andar en medio de una realidad que parece evidenciar todo lo contrario.

Ahora cobra más sentido para mí lo que nos enseñaba el apóstol Pablo cuando afirmaba: "dad gracias en todo porque esta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús". El salmo 69 nos animaba a abierta y honestamente expresar nuestra desesperación al Señor. El 70 nos invita a esperar en confianza su intervención y expresar esa confianza en gratitud, en darle gracias al Señor porque aunque no sabemos ni cómo, ni cuándo, ni de qué forma vendrá su salvación, está llegará y, por tanto, en medio de la desesperación expresamos en oración nuestra confianza y gratitud por una intervención que aún somos incapaces de visualizar pero que sabremos que vendrá.


Te invito a que expreses tu gratitud al Señor por esa salvación que no visualizas pero que vendrá, sin duda, vendrá.