Cuando Pedro le vio, dijo a Jesús: Señor, ¿y qué de éste? Jesús le dijo: Si quiero que él quede hasta que yo venga, ¿qué a ti? Sígueme tú.  (Juan 21:21-22)
Pedro huía de Roma en el peor momento de la historia de la ciudad y de la Iglesia. El escritor polaco y Premio Nobel de Literatura, Henryk Sienkievicz, así lo narra en su obra de ficción "Quo Vadis?", que traducido al castellano significaría ¿Dónde vas? En la novela el apóstol huye del caos provocado por el incendio de Roma y la posterior persecución de los cristianos por parte de Nerón. Sin duda, se trataba de una decisión estratégica, con miras al futuro. Tomada por los responsables de la comunidad y con la mira puesta en preservar la figura del líder. Una vez fuera de las puertas de la ciudad Pedro se encuentra con Jesús que marcha hacia la ciudad. En este encuentro tiene lugar la pregunta que el apóstol le lanza a Jesús: Quo vadis Domine? (¿Dónde vas Señor?) A lo que el Señor le contesta: Voy a Roma para ser crucificado de nuevo ya que mis discípulos me abandonan. Avergonzado por su actitud Pedro vuelve a la ciudad donde, según la tradición, encontrará la muerte en el martirio.
En el pasaje que encabeza esta entrada Pedro está preocupado por qué pasará con Juan. qué hará o qué dejara de hacer. El Maestro le dice con claridad que no se preocupe de los demás; que lo haga de él mismo y lo siga tal y como Jesús lo invita. Creo sinceramente que cada uno de nosotros, en esta crisis del coronavirus, nos encontramos con Jesús y es quien nos pregunta: Quo vadis? y a continuación nos invita a unirnos a Él en su marcha hacia Roma, que para nosotros significa nuestra marcha a intentar de forma intencional aliviar el dolor, el sufrimiento, la soledad, el miedo, la ansiedad de los demás. La Iglesia puede tener la tentación de marchar, pero es seguro que Jesús se queda. No te preocupes de lo que hagan o dejen de hacer los demás. Tú sígueme.

¿Qué te está pidiendo Jesús que hagas en esta crisis del civid-19)





Cuando Pedro le vio, dijo a Jesús: Señor, ¿y qué de éste? Jesús le dijo: Si quiero que él quede hasta que yo venga, ¿qué a ti? Sígueme tú.  (Juan 21:21-22)
Pedro huía de Roma en el peor momento de la historia de la ciudad y de la Iglesia. El escritor polaco y Premio Nobel de Literatura, Henryk Sienkievicz, así lo narra en su obra de ficción "Quo Vadis?", que traducido al castellano significaría ¿Dónde vas? En la novela el apóstol huye del caos provocado por el incendio de Roma y la posterior persecución de los cristianos por parte de Nerón. Sin duda, se trataba de una decisión estratégica, con miras al futuro. Tomada por los responsables de la comunidad y con la mira puesta en preservar la figura del líder. Una vez fuera de las puertas de la ciudad Pedro se encuentra con Jesús que marcha hacia la ciudad. En este encuentro tiene lugar la pregunta que el apóstol le lanza a Jesús: Quo vadis Domine? (¿Dónde vas Señor?) A lo que el Señor le contesta: Voy a Roma para ser crucificado de nuevo ya que mis discípulos me abandonan. Avergonzado por su actitud Pedro vuelve a la ciudad donde, según la tradición, encontrará la muerte en el martirio.
En el pasaje que encabeza esta entrada Pedro está preocupado por qué pasará con Juan. qué hará o qué dejara de hacer. El Maestro le dice con claridad que no se preocupe de los demás; que lo haga de él mismo y lo siga tal y como Jesús lo invita. Creo sinceramente que cada uno de nosotros, en esta crisis del coronavirus, nos encontramos con Jesús y es quien nos pregunta: Quo vadis? y a continuación nos invita a unirnos a Él en su marcha hacia Roma, que para nosotros significa nuestra marcha a intentar de forma intencional aliviar el dolor, el sufrimiento, la soledad, el miedo, la ansiedad de los demás. La Iglesia puede tener la tentación de marchar, pero es seguro que Jesús se queda. No te preocupes de lo que hagan o dejen de hacer los demás. Tú sígueme.

¿Qué te está pidiendo Jesús que hagas en esta crisis del civid-19)





Cuando Pedro le vio, dijo a Jesús: Señor, ¿y qué de éste? Jesús le dijo: Si quiero que él quede hasta que yo venga, ¿qué a ti? Sígueme tú.  (Juan 21:21-22)
Pedro huía de Roma en el peor momento de la historia de la ciudad y de la Iglesia. El escritor polaco y Premio Nobel de Literatura, Henryk Sienkievicz, así lo narra en su obra de ficción "Quo Vadis?", que traducido al castellano significaría ¿Dónde vas? En la novela el apóstol huye del caos provocado por el incendio de Roma y la posterior persecución de los cristianos por parte de Nerón. Sin duda, se trataba de una decisión estratégica, con miras al futuro. Tomada por los responsables de la comunidad y con la mira puesta en preservar la figura del líder. Una vez fuera de las puertas de la ciudad Pedro se encuentra con Jesús que marcha hacia la ciudad. En este encuentro tiene lugar la pregunta que el apóstol le lanza a Jesús: Quo vadis Domine? (¿Dónde vas Señor?) A lo que el Señor le contesta: Voy a Roma para ser crucificado de nuevo ya que mis discípulos me abandonan. Avergonzado por su actitud Pedro vuelve a la ciudad donde, según la tradición, encontrará la muerte en el martirio.
En el pasaje que encabeza esta entrada Pedro está preocupado por qué pasará con Juan. qué hará o qué dejara de hacer. El Maestro le dice con claridad que no se preocupe de los demás; que lo haga de él mismo y lo siga tal y como Jesús lo invita. Creo sinceramente que cada uno de nosotros, en esta crisis del coronavirus, nos encontramos con Jesús y es quien nos pregunta: Quo vadis? y a continuación nos invita a unirnos a Él en su marcha hacia Roma, que para nosotros significa nuestra marcha a intentar de forma intencional aliviar el dolor, el sufrimiento, la soledad, el miedo, la ansiedad de los demás. La Iglesia puede tener la tentación de marchar, pero es seguro que Jesús se queda. No te preocupes de lo que hagan o dejen de hacer los demás. Tú sígueme.

¿Qué te está pidiendo Jesús que hagas en esta crisis del civid-19)