Estamos ciertos de que conocemos a Dios si cumplimos sus mandamientos. Quien dice: "Yo le conozco" pero no cumple sus mandamientos, es un mentiroso y está lejos de la verdad. (1 Juan 2:3-4)

La palabra conocer tiene significados diferentes para diferentes personas. Influenciados por nuestra cultura podemos pensar que conocer es algo mera o principalmente intelectual. Se trataría en este caso en tener información acerca de algo o alguien. Sin embargo, puedo tener mucha información sobre Julio César y nunca lo conoceré personalmente. Puedo tener información acerca de Dios sin que eso signifique que he tenido un encuentro personal con Él. Conozco acerca del Señor pero no le conozco a Él. Otros sectores del cristianismo hacen énfasis en la experiencia emocional y para ellos el conocimiento de Dios es la experiencia de Dios. Si tenemos en cuenta que cada persona, por designio del Señor, es única y singular, este conocimiento experimental de Dios sería totalmente subjetivo, acorde con la singularidad de cada individuo. Sería, por tanto, imposible determinar cuál es la experiencia correcta, por así decirlo, de Dios.

Juan es mucho más claro, pragmático y directo. Sin negar la validez de la experiencia que, sin duda ocupa un lugar importante en la fe cristiana, y tampoco la importancia del conocimiento intelectual, afirma que la prueba fehaciente de que realmente conocemos al Señor es la obediencia a sus mandamientos. Afirmar que somos seguidores del Maestro y no vivir obedeciendo sus preceptos es llana y simplemente una mentira y pone de manifiesto que estamos bien lejos de la verdad. El conocimiento que no se plasma en obediencia es pseudo conocimiento, no es auténtico ni real.


¿Cómo es tu conocimiento de Dios?



Estamos ciertos de que conocemos a Dios si cumplimos sus mandamientos. Quien dice: "Yo le conozco" pero no cumple sus mandamientos, es un mentiroso y está lejos de la verdad. (1 Juan 2:3-4)

La palabra conocer tiene significados diferentes para diferentes personas. Influenciados por nuestra cultura podemos pensar que conocer es algo mera o principalmente intelectual. Se trataría en este caso en tener información acerca de algo o alguien. Sin embargo, puedo tener mucha información sobre Julio César y nunca lo conoceré personalmente. Puedo tener información acerca de Dios sin que eso signifique que he tenido un encuentro personal con Él. Conozco acerca del Señor pero no le conozco a Él. Otros sectores del cristianismo hacen énfasis en la experiencia emocional y para ellos el conocimiento de Dios es la experiencia de Dios. Si tenemos en cuenta que cada persona, por designio del Señor, es única y singular, este conocimiento experimental de Dios sería totalmente subjetivo, acorde con la singularidad de cada individuo. Sería, por tanto, imposible determinar cuál es la experiencia correcta, por así decirlo, de Dios.

Juan es mucho más claro, pragmático y directo. Sin negar la validez de la experiencia que, sin duda ocupa un lugar importante en la fe cristiana, y tampoco la importancia del conocimiento intelectual, afirma que la prueba fehaciente de que realmente conocemos al Señor es la obediencia a sus mandamientos. Afirmar que somos seguidores del Maestro y no vivir obedeciendo sus preceptos es llana y simplemente una mentira y pone de manifiesto que estamos bien lejos de la verdad. El conocimiento que no se plasma en obediencia es pseudo conocimiento, no es auténtico ni real.


¿Cómo es tu conocimiento de Dios?



Estamos ciertos de que conocemos a Dios si cumplimos sus mandamientos. Quien dice: "Yo le conozco" pero no cumple sus mandamientos, es un mentiroso y está lejos de la verdad. (1 Juan 2:3-4)

La palabra conocer tiene significados diferentes para diferentes personas. Influenciados por nuestra cultura podemos pensar que conocer es algo mera o principalmente intelectual. Se trataría en este caso en tener información acerca de algo o alguien. Sin embargo, puedo tener mucha información sobre Julio César y nunca lo conoceré personalmente. Puedo tener información acerca de Dios sin que eso signifique que he tenido un encuentro personal con Él. Conozco acerca del Señor pero no le conozco a Él. Otros sectores del cristianismo hacen énfasis en la experiencia emocional y para ellos el conocimiento de Dios es la experiencia de Dios. Si tenemos en cuenta que cada persona, por designio del Señor, es única y singular, este conocimiento experimental de Dios sería totalmente subjetivo, acorde con la singularidad de cada individuo. Sería, por tanto, imposible determinar cuál es la experiencia correcta, por así decirlo, de Dios.

Juan es mucho más claro, pragmático y directo. Sin negar la validez de la experiencia que, sin duda ocupa un lugar importante en la fe cristiana, y tampoco la importancia del conocimiento intelectual, afirma que la prueba fehaciente de que realmente conocemos al Señor es la obediencia a sus mandamientos. Afirmar que somos seguidores del Maestro y no vivir obedeciendo sus preceptos es llana y simplemente una mentira y pone de manifiesto que estamos bien lejos de la verdad. El conocimiento que no se plasma en obediencia es pseudo conocimiento, no es auténtico ni real.


¿Cómo es tu conocimiento de Dios?