Hermanos míos queridos no os engañéis. Todo beneficio y todo don perfecto, bajan de lo alto, del creador de la luz, en quien no hay cambios ni periodos de sombra. (Santiago 1:17)

Uno de los conceptos más desconocidos entre los cristianos evangélicos es el de la gracia común. Gracia es el favor inmerecido de Dios hacia el ser humano. A pesar de su rebelión contra Él y su autoridad el Señor sigue estando preocupado por el bienestar de su creación y sus criaturas y, consecuentemente, continua manifestando gestos de amor y de provisión hacia ellas. No sólo envía la lluvia y hace salir el sol sobre justos e injustos -como afirma Jesús- sino que otorga dones, talentos y capacidades a los seres humanos, todos sin excepción, sean cristianos o no para que, bien utilizados, hagan la vida de la humanidad más fácil y digna. Es por eso que hay personas que crean ciencia, tecnología, arte y cualquier otra cosa que bendice a la humanidad en general. También es cierto que esos mismos dones pueden ser usados de forma total y absolutamente egocéntrica en beneficio propio o, lo que es aún peor, para la explotación y degradación de otros seres humanos. 

Entiendo que Santiago está haciendo un contraste entre lo que afirmó con anterioridad; es decir, Dios no puede ser tentado ni tienta a nadie; ahora indica que del Señor sólo pueden venir cosas buenas y en todo trazo o rasgo de bondad que podamos observar en nosotros mismos, la iglesia y la humanidad en general hemos de ver la mano de Dios y, por tanto, celebrarlo.


¿Qué muestras de la gracia común de Dios puedes percibir a tu alrededor?








Hermanos míos queridos no os engañéis. Todo beneficio y todo don perfecto, bajan de lo alto, del creador de la luz, en quien no hay cambios ni periodos de sombra. (Santiago 1:17)

Uno de los conceptos más desconocidos entre los cristianos evangélicos es el de la gracia común. Gracia es el favor inmerecido de Dios hacia el ser humano. A pesar de su rebelión contra Él y su autoridad el Señor sigue estando preocupado por el bienestar de su creación y sus criaturas y, consecuentemente, continua manifestando gestos de amor y de provisión hacia ellas. No sólo envía la lluvia y hace salir el sol sobre justos e injustos -como afirma Jesús- sino que otorga dones, talentos y capacidades a los seres humanos, todos sin excepción, sean cristianos o no para que, bien utilizados, hagan la vida de la humanidad más fácil y digna. Es por eso que hay personas que crean ciencia, tecnología, arte y cualquier otra cosa que bendice a la humanidad en general. También es cierto que esos mismos dones pueden ser usados de forma total y absolutamente egocéntrica en beneficio propio o, lo que es aún peor, para la explotación y degradación de otros seres humanos. 

Entiendo que Santiago está haciendo un contraste entre lo que afirmó con anterioridad; es decir, Dios no puede ser tentado ni tienta a nadie; ahora indica que del Señor sólo pueden venir cosas buenas y en todo trazo o rasgo de bondad que podamos observar en nosotros mismos, la iglesia y la humanidad en general hemos de ver la mano de Dios y, por tanto, celebrarlo.


¿Qué muestras de la gracia común de Dios puedes percibir a tu alrededor?








Hermanos míos queridos no os engañéis. Todo beneficio y todo don perfecto, bajan de lo alto, del creador de la luz, en quien no hay cambios ni periodos de sombra. (Santiago 1:17)

Uno de los conceptos más desconocidos entre los cristianos evangélicos es el de la gracia común. Gracia es el favor inmerecido de Dios hacia el ser humano. A pesar de su rebelión contra Él y su autoridad el Señor sigue estando preocupado por el bienestar de su creación y sus criaturas y, consecuentemente, continua manifestando gestos de amor y de provisión hacia ellas. No sólo envía la lluvia y hace salir el sol sobre justos e injustos -como afirma Jesús- sino que otorga dones, talentos y capacidades a los seres humanos, todos sin excepción, sean cristianos o no para que, bien utilizados, hagan la vida de la humanidad más fácil y digna. Es por eso que hay personas que crean ciencia, tecnología, arte y cualquier otra cosa que bendice a la humanidad en general. También es cierto que esos mismos dones pueden ser usados de forma total y absolutamente egocéntrica en beneficio propio o, lo que es aún peor, para la explotación y degradación de otros seres humanos. 

Entiendo que Santiago está haciendo un contraste entre lo que afirmó con anterioridad; es decir, Dios no puede ser tentado ni tienta a nadie; ahora indica que del Señor sólo pueden venir cosas buenas y en todo trazo o rasgo de bondad que podamos observar en nosotros mismos, la iglesia y la humanidad en general hemos de ver la mano de Dios y, por tanto, celebrarlo.


¿Qué muestras de la gracia común de Dios puedes percibir a tu alrededor?