Al pecador le dice Dios: ¿Por qué recibes mis mandamientos y tienes en tu boca mi alianza, tú que detestas la corrección y te echas a la espalda mis mandatos? (Salmo 50:16-17)


Este salmo es un alegato sobre la coherencia en nuestro estilo de vida personal. El Señor llama a juicio a su pueblo y convoca a los testigos. El escenario está establecido: juez, testigos y acusado. La acusación, que se desarrolla a lo largo de todo el poema, tiene que ver con la divergencia y falta de coherencia entre aquello que se dice y aquello que se hace. El pueblo sigue con sus rituales de alabanza y sacrificio pero su estilo de vida, el cumplimiento de los mandamientos, cada vez se va alejando más y más de lo deseado por Dios ¡Nos encontramos una vez más ante la obediencia versus la alabanza!.

Como seguidor de Jesús este salmo se presenta como una llamada de atención para revisar mi vida y, tal y como dice el texto que he reproducido, asegurarme que no hay una divergencia entre mis dichos y mis hechos, lo que proclaman mis labios y lo que proclama mi vida. Entiendo que no soy perfecto y el Señor no espera eso de mí; soy una persona en proceso, en formación. Soy, sin embargo, de detectar esas brechas con la ayuda del Espíritu de Dios que, como indica el Señor Jesús, me guiará a toda la verdad y, una vez detectadas, reconocerlas, nombras y trabajar sobre las mismas para evitar que se vayan haciendo más y más grandes.

Gráficamente el proceso podría ser algo así como: examinar --> detectar --> reconocer --> enmendar


¿Qué divergencias hay en tu vida? ¿Qué hacer al respecto?



Al pecador le dice Dios: ¿Por qué recibes mis mandamientos y tienes en tu boca mi alianza, tú que detestas la corrección y te echas a la espalda mis mandatos? (Salmo 50:16-17)


Este salmo es un alegato sobre la coherencia en nuestro estilo de vida personal. El Señor llama a juicio a su pueblo y convoca a los testigos. El escenario está establecido: juez, testigos y acusado. La acusación, que se desarrolla a lo largo de todo el poema, tiene que ver con la divergencia y falta de coherencia entre aquello que se dice y aquello que se hace. El pueblo sigue con sus rituales de alabanza y sacrificio pero su estilo de vida, el cumplimiento de los mandamientos, cada vez se va alejando más y más de lo deseado por Dios ¡Nos encontramos una vez más ante la obediencia versus la alabanza!.

Como seguidor de Jesús este salmo se presenta como una llamada de atención para revisar mi vida y, tal y como dice el texto que he reproducido, asegurarme que no hay una divergencia entre mis dichos y mis hechos, lo que proclaman mis labios y lo que proclama mi vida. Entiendo que no soy perfecto y el Señor no espera eso de mí; soy una persona en proceso, en formación. Soy, sin embargo, de detectar esas brechas con la ayuda del Espíritu de Dios que, como indica el Señor Jesús, me guiará a toda la verdad y, una vez detectadas, reconocerlas, nombras y trabajar sobre las mismas para evitar que se vayan haciendo más y más grandes.

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¿Qué divergencias hay en tu vida? ¿Qué hacer al respecto?



Al pecador le dice Dios: ¿Por qué recibes mis mandamientos y tienes en tu boca mi alianza, tú que detestas la corrección y te echas a la espalda mis mandatos? (Salmo 50:16-17)


Este salmo es un alegato sobre la coherencia en nuestro estilo de vida personal. El Señor llama a juicio a su pueblo y convoca a los testigos. El escenario está establecido: juez, testigos y acusado. La acusación, que se desarrolla a lo largo de todo el poema, tiene que ver con la divergencia y falta de coherencia entre aquello que se dice y aquello que se hace. El pueblo sigue con sus rituales de alabanza y sacrificio pero su estilo de vida, el cumplimiento de los mandamientos, cada vez se va alejando más y más de lo deseado por Dios ¡Nos encontramos una vez más ante la obediencia versus la alabanza!.

Como seguidor de Jesús este salmo se presenta como una llamada de atención para revisar mi vida y, tal y como dice el texto que he reproducido, asegurarme que no hay una divergencia entre mis dichos y mis hechos, lo que proclaman mis labios y lo que proclama mi vida. Entiendo que no soy perfecto y el Señor no espera eso de mí; soy una persona en proceso, en formación. Soy, sin embargo, de detectar esas brechas con la ayuda del Espíritu de Dios que, como indica el Señor Jesús, me guiará a toda la verdad y, una vez detectadas, reconocerlas, nombras y trabajar sobre las mismas para evitar que se vayan haciendo más y más grandes.

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¿Qué divergencias hay en tu vida? ¿Qué hacer al respecto?