Porque donde esté tu tesoro, allí estará también tu corazón. (Mateo 6:21)


Si tuvieras que identificar cuáles son las tres cosas más importantes de tu vida ¿Cuáles serían? Toma un momento para pensarlo e identificarlas. Si te es útil escríbelas. Sin duda, en la vida de cada persona hay ciertas cosas que son más importantes que otras, incluso aunque nunca se hayan parado a pensar sobre ello y las hayan sacado a la superficie. Al margen que las hayamos identificado o no, todos vivimos en base a prioridades que son las que marcan el rumbo que toma nuestra vida y dónde la invertimos. Donde inviertes tu tiempo es una buena señal de cuáles son tus prioridades.

Benjamin Franklin, el pensador norteamericano, afirmaba: "Tiempo es la materia de la que está hecha la vida". Es cierto, la vida está hecha de tiempo. En efecto, si cambiamos en muchas de nuestras frases populares la palabra tiempo por vida, veremos que adquieren un significado mucho más potente: "Me falta vida", "Estoy perdiendo vida", "Se me echa la vida encima", "No tengo vida para nada", "Necesito más vida" "Toda la situación fue una pérdida de vida". Las palabras de Jesús reflejadas en Mateo tienen toda la razón, donde está aquello que es importante y prioritario es donde va nuestro corazón. O dicho de otra manera, es donde va nuestro tiempo, lo que equivale a decir nuestra vida. Observa de forma crítica a dónde va tu tiempo y te indicará cuáles son tus prioridades.

No es nada inusual que aunque somos capaces de identificar las tres cosas que son más importantes en nuestras vidas, nos encontremos con una trágica realidad: no nos sentimos a gusto ni satisfechos con la cantidad de nuestro tiempo, nuestra vida, que invertimos en las mismas. No es extraño que afirmemos que el Señor es nuestra prioridad más importante, pero la cantidad de vida que le dedicamos no necesariamente lo muestra así. Tampoco es raro que digamos que la familia es clave y trascendental, sin embargo, no estamos invirtiendo en ella la cantidad de vida que sería deseable. De hecho, cuando comparamos la teoría con la realidad se produce un efecto revelador que podemos utilizar para mejorar o, por el contrario, para generar todo tipo de excusas y justificaciones. La tensión entre la teoría y la realidad genera ese tipo de disonancia cognitiva que debemos resolver. Unos lo hacen reconociendo la realidad y cambiando. Otros justificándose a sí mismo o culpando a otros o las circunstancias. Cualquier cosa para no tener que tomar responsabilidad por su vida.


¿Qué te revela la comparación entre tus prioridades enunciadas y las reales?


Porque donde esté tu tesoro, allí estará también tu corazón. (Mateo 6:21)


Si tuvieras que identificar cuáles son las tres cosas más importantes de tu vida ¿Cuáles serían? Toma un momento para pensarlo e identificarlas. Si te es útil escríbelas. Sin duda, en la vida de cada persona hay ciertas cosas que son más importantes que otras, incluso aunque nunca se hayan parado a pensar sobre ello y las hayan sacado a la superficie. Al margen que las hayamos identificado o no, todos vivimos en base a prioridades que son las que marcan el rumbo que toma nuestra vida y dónde la invertimos. Donde inviertes tu tiempo es una buena señal de cuáles son tus prioridades.

Benjamin Franklin, el pensador norteamericano, afirmaba: "Tiempo es la materia de la que está hecha la vida". Es cierto, la vida está hecha de tiempo. En efecto, si cambiamos en muchas de nuestras frases populares la palabra tiempo por vida, veremos que adquieren un significado mucho más potente: "Me falta vida", "Estoy perdiendo vida", "Se me echa la vida encima", "No tengo vida para nada", "Necesito más vida" "Toda la situación fue una pérdida de vida". Las palabras de Jesús reflejadas en Mateo tienen toda la razón, donde está aquello que es importante y prioritario es donde va nuestro corazón. O dicho de otra manera, es donde va nuestro tiempo, lo que equivale a decir nuestra vida. Observa de forma crítica a dónde va tu tiempo y te indicará cuáles son tus prioridades.

No es nada inusual que aunque somos capaces de identificar las tres cosas que son más importantes en nuestras vidas, nos encontremos con una trágica realidad: no nos sentimos a gusto ni satisfechos con la cantidad de nuestro tiempo, nuestra vida, que invertimos en las mismas. No es extraño que afirmemos que el Señor es nuestra prioridad más importante, pero la cantidad de vida que le dedicamos no necesariamente lo muestra así. Tampoco es raro que digamos que la familia es clave y trascendental, sin embargo, no estamos invirtiendo en ella la cantidad de vida que sería deseable. De hecho, cuando comparamos la teoría con la realidad se produce un efecto revelador que podemos utilizar para mejorar o, por el contrario, para generar todo tipo de excusas y justificaciones. La tensión entre la teoría y la realidad genera ese tipo de disonancia cognitiva que debemos resolver. Unos lo hacen reconociendo la realidad y cambiando. Otros justificándose a sí mismo o culpando a otros o las circunstancias. Cualquier cosa para no tener que tomar responsabilidad por su vida.


¿Qué te revela la comparación entre tus prioridades enunciadas y las reales?


Porque donde esté tu tesoro, allí estará también tu corazón. (Mateo 6:21)


Si tuvieras que identificar cuáles son las tres cosas más importantes de tu vida ¿Cuáles serían? Toma un momento para pensarlo e identificarlas. Si te es útil escríbelas. Sin duda, en la vida de cada persona hay ciertas cosas que son más importantes que otras, incluso aunque nunca se hayan parado a pensar sobre ello y las hayan sacado a la superficie. Al margen que las hayamos identificado o no, todos vivimos en base a prioridades que son las que marcan el rumbo que toma nuestra vida y dónde la invertimos. Donde inviertes tu tiempo es una buena señal de cuáles son tus prioridades.

Benjamin Franklin, el pensador norteamericano, afirmaba: "Tiempo es la materia de la que está hecha la vida". Es cierto, la vida está hecha de tiempo. En efecto, si cambiamos en muchas de nuestras frases populares la palabra tiempo por vida, veremos que adquieren un significado mucho más potente: "Me falta vida", "Estoy perdiendo vida", "Se me echa la vida encima", "No tengo vida para nada", "Necesito más vida" "Toda la situación fue una pérdida de vida". Las palabras de Jesús reflejadas en Mateo tienen toda la razón, donde está aquello que es importante y prioritario es donde va nuestro corazón. O dicho de otra manera, es donde va nuestro tiempo, lo que equivale a decir nuestra vida. Observa de forma crítica a dónde va tu tiempo y te indicará cuáles son tus prioridades.

No es nada inusual que aunque somos capaces de identificar las tres cosas que son más importantes en nuestras vidas, nos encontremos con una trágica realidad: no nos sentimos a gusto ni satisfechos con la cantidad de nuestro tiempo, nuestra vida, que invertimos en las mismas. No es extraño que afirmemos que el Señor es nuestra prioridad más importante, pero la cantidad de vida que le dedicamos no necesariamente lo muestra así. Tampoco es raro que digamos que la familia es clave y trascendental, sin embargo, no estamos invirtiendo en ella la cantidad de vida que sería deseable. De hecho, cuando comparamos la teoría con la realidad se produce un efecto revelador que podemos utilizar para mejorar o, por el contrario, para generar todo tipo de excusas y justificaciones. La tensión entre la teoría y la realidad genera ese tipo de disonancia cognitiva que debemos resolver. Unos lo hacen reconociendo la realidad y cambiando. Otros justificándose a sí mismo o culpando a otros o las circunstancias. Cualquier cosa para no tener que tomar responsabilidad por su vida.


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