Vuestro estilo de vida será así totalmente digno y agradable al Señor, daréis fruto en toda suerte de obras buenas y creceréis en el conocimiento de Dios. (Colosenses 1:10)

Las normas ISO (International Standard Organization) sirven, entre otras cosas, para garantizar la calidad de los productos y servicios. Aquellos  que lo obtienen garantizan una calidad que ha sido certificada o verificada de forma externa. Para poder obtener esa certificación es preciso demostrar unos niveles de calidad evidentes. Al leer este pasaje de los colosenses me preguntaba si no sería conveniente que hubiera una norma ISO que validara la espiritualidad de los que nos denominamos seguidores de Jesús.

Si así fuera ¿Cómo podríamos verificar una verdadera espiritualidad? Muchos criterios podrían ser aducidos, sin embargo, me gustaría hacer énfasis en los dos que aquí menciona el apóstol, una vida caracterizada por la práctica del bien y el conocimiento de Dios. Veamos la primera. Parece ser que la Palabra una y otra vez insiste en que la práctica del bien hacia nuestro prójimo sin distinciones, es una de las principales evidencias de una vida de seguimiento de Jesús. El propio Maestro afirmó que seríamos conocidos por nuestros frutos. Pablo, escribiendo a Tito y también a los efesios, afirma que hemos sido salvados para la práctica apasionada del bien. Santiago, el hermano del Señor, nos indica que la verdadera religión consiste, precisamente, en eso, en la práctica del bien hacia lo más vulnerables. 

Para podernos otorgar la norma ISO de calidad espiritual esta característica debería de estar presente en nuestro seguimiento del Maestro. Si no es así, si no nos estamos moviendo en esa dirección vamos mal.

¿Qué paso, por pequeño que sea, puedes hacer para mejorar en esta dirección?





Vuestro estilo de vida será así totalmente digno y agradable al Señor, daréis fruto en toda suerte de obras buenas y creceréis en el conocimiento de Dios. (Colosenses 1:10)

Las normas ISO (International Standard Organization) sirven, entre otras cosas, para garantizar la calidad de los productos y servicios. Aquellos  que lo obtienen garantizan una calidad que ha sido certificada o verificada de forma externa. Para poder obtener esa certificación es preciso demostrar unos niveles de calidad evidentes. Al leer este pasaje de los colosenses me preguntaba si no sería conveniente que hubiera una norma ISO que validara la espiritualidad de los que nos denominamos seguidores de Jesús.

Si así fuera ¿Cómo podríamos verificar una verdadera espiritualidad? Muchos criterios podrían ser aducidos, sin embargo, me gustaría hacer énfasis en los dos que aquí menciona el apóstol, una vida caracterizada por la práctica del bien y el conocimiento de Dios. Veamos la primera. Parece ser que la Palabra una y otra vez insiste en que la práctica del bien hacia nuestro prójimo sin distinciones, es una de las principales evidencias de una vida de seguimiento de Jesús. El propio Maestro afirmó que seríamos conocidos por nuestros frutos. Pablo, escribiendo a Tito y también a los efesios, afirma que hemos sido salvados para la práctica apasionada del bien. Santiago, el hermano del Señor, nos indica que la verdadera religión consiste, precisamente, en eso, en la práctica del bien hacia lo más vulnerables. 

Para podernos otorgar la norma ISO de calidad espiritual esta característica debería de estar presente en nuestro seguimiento del Maestro. Si no es así, si no nos estamos moviendo en esa dirección vamos mal.

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Vuestro estilo de vida será así totalmente digno y agradable al Señor, daréis fruto en toda suerte de obras buenas y creceréis en el conocimiento de Dios. (Colosenses 1:10)

Las normas ISO (International Standard Organization) sirven, entre otras cosas, para garantizar la calidad de los productos y servicios. Aquellos  que lo obtienen garantizan una calidad que ha sido certificada o verificada de forma externa. Para poder obtener esa certificación es preciso demostrar unos niveles de calidad evidentes. Al leer este pasaje de los colosenses me preguntaba si no sería conveniente que hubiera una norma ISO que validara la espiritualidad de los que nos denominamos seguidores de Jesús.

Si así fuera ¿Cómo podríamos verificar una verdadera espiritualidad? Muchos criterios podrían ser aducidos, sin embargo, me gustaría hacer énfasis en los dos que aquí menciona el apóstol, una vida caracterizada por la práctica del bien y el conocimiento de Dios. Veamos la primera. Parece ser que la Palabra una y otra vez insiste en que la práctica del bien hacia nuestro prójimo sin distinciones, es una de las principales evidencias de una vida de seguimiento de Jesús. El propio Maestro afirmó que seríamos conocidos por nuestros frutos. Pablo, escribiendo a Tito y también a los efesios, afirma que hemos sido salvados para la práctica apasionada del bien. Santiago, el hermano del Señor, nos indica que la verdadera religión consiste, precisamente, en eso, en la práctica del bien hacia lo más vulnerables. 

Para podernos otorgar la norma ISO de calidad espiritual esta característica debería de estar presente en nuestro seguimiento del Maestro. Si no es así, si no nos estamos moviendo en esa dirección vamos mal.

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