Mira lo único que he averiguado: Dios hizo al ser humano perfecto, pero ellos se buscaron excesivas complicaciones. (Eclesiastés 7:29)


No hay la menor duda, vivir con uno mismo es la aventura más difícil y desafiante. Podemos intentar escapar de Dios e ignorar a los otros; pero 24/7 debemos de vivir con nosotros mismos, no podemos escapar de quiénes somos, de nuestra realidad. Y la mayoría de las ocasiones nuestra realidad no es precisamente para tirar cohetes. Personalmente, a pesar de muchos, muchos años de seguimiento de Jesús, sigo teniendo inconsistencias, incoherencias, inmadureces y tendencias que me sorprenden a mí mismo. Entiendo perfectamente lo que Pablo tenía en mente cuando afirmó: "Miserable de mí, ¿Quién me librará de este cuerpo de muerte?".

Si, como afirma la Escritura, Dios nos hizo perfectos ¿Qué falla entonces? Pues el pecado. Nosotros no somos aquello que el Señor tenía en mente, somos el producto del pecado. Somos un proyecto fallido de humanidad. Porque el pecado ha afectado todas las dimensiones de nuestra humanidad. Nos equivocamos plenamente cuando consideramos que el pecado es únicamente una cuestión de tipo espiritual o sexual. Antes al contrario, es un cáncer que ha invadido y afectado todas y cada una de las dimensiones de nuestra humanidad y nos ha convertido en el guiñapo que somos. Personas retorcidas, defectuosas, afectadas por un mal interior que deforma nuestra humanidad y que nos hace necesitar la intervención externa de Dios para hacer de nosotros hombres nuevos.


¿Qué evidencias del pecado ves en tu proyecto vital?


Mira lo único que he averiguado: Dios hizo al ser humano perfecto, pero ellos se buscaron excesivas complicaciones. (Eclesiastés 7:29)


No hay la menor duda, vivir con uno mismo es la aventura más difícil y desafiante. Podemos intentar escapar de Dios e ignorar a los otros; pero 24/7 debemos de vivir con nosotros mismos, no podemos escapar de quiénes somos, de nuestra realidad. Y la mayoría de las ocasiones nuestra realidad no es precisamente para tirar cohetes. Personalmente, a pesar de muchos, muchos años de seguimiento de Jesús, sigo teniendo inconsistencias, incoherencias, inmadureces y tendencias que me sorprenden a mí mismo. Entiendo perfectamente lo que Pablo tenía en mente cuando afirmó: "Miserable de mí, ¿Quién me librará de este cuerpo de muerte?".

Si, como afirma la Escritura, Dios nos hizo perfectos ¿Qué falla entonces? Pues el pecado. Nosotros no somos aquello que el Señor tenía en mente, somos el producto del pecado. Somos un proyecto fallido de humanidad. Porque el pecado ha afectado todas las dimensiones de nuestra humanidad. Nos equivocamos plenamente cuando consideramos que el pecado es únicamente una cuestión de tipo espiritual o sexual. Antes al contrario, es un cáncer que ha invadido y afectado todas y cada una de las dimensiones de nuestra humanidad y nos ha convertido en el guiñapo que somos. Personas retorcidas, defectuosas, afectadas por un mal interior que deforma nuestra humanidad y que nos hace necesitar la intervención externa de Dios para hacer de nosotros hombres nuevos.


¿Qué evidencias del pecado ves en tu proyecto vital?


Mira lo único que he averiguado: Dios hizo al ser humano perfecto, pero ellos se buscaron excesivas complicaciones. (Eclesiastés 7:29)


No hay la menor duda, vivir con uno mismo es la aventura más difícil y desafiante. Podemos intentar escapar de Dios e ignorar a los otros; pero 24/7 debemos de vivir con nosotros mismos, no podemos escapar de quiénes somos, de nuestra realidad. Y la mayoría de las ocasiones nuestra realidad no es precisamente para tirar cohetes. Personalmente, a pesar de muchos, muchos años de seguimiento de Jesús, sigo teniendo inconsistencias, incoherencias, inmadureces y tendencias que me sorprenden a mí mismo. Entiendo perfectamente lo que Pablo tenía en mente cuando afirmó: "Miserable de mí, ¿Quién me librará de este cuerpo de muerte?".

Si, como afirma la Escritura, Dios nos hizo perfectos ¿Qué falla entonces? Pues el pecado. Nosotros no somos aquello que el Señor tenía en mente, somos el producto del pecado. Somos un proyecto fallido de humanidad. Porque el pecado ha afectado todas las dimensiones de nuestra humanidad. Nos equivocamos plenamente cuando consideramos que el pecado es únicamente una cuestión de tipo espiritual o sexual. Antes al contrario, es un cáncer que ha invadido y afectado todas y cada una de las dimensiones de nuestra humanidad y nos ha convertido en el guiñapo que somos. Personas retorcidas, defectuosas, afectadas por un mal interior que deforma nuestra humanidad y que nos hace necesitar la intervención externa de Dios para hacer de nosotros hombres nuevos.


¿Qué evidencias del pecado ves en tu proyecto vital?