La gratitud hacia Dios es una expresión de nuestra confianza en Él. Cuando damos gracias por las cosas que no entendemos, creemos no merecer o, simplemente, nos causan dolor o sufrimiento no estamos haciendo un ejercicio de masoquismo, antes al contrario, al entender y creer que el Señor lo puede usar para formar el carácter de Jesús en nuestras vidas hacemos un ejercicio de fe, es decir, confianza que se expresa por medio de la acción de gracias. 

La gratitud no eliminará los problemas, no aliviará necesariamente ni el dolor ni el sufrimiento, sin embargo, nos ayudará a encontrar un propósito en el mismo, la posibilidad de que, si colaboramos con Dios, pueda todo ello ser usado en nuestro proceso de transformación. Podemos dar la bienvenida, por medio de la acción de gracias, a todo aquello que nos traiga la vida en la convicción de que puede llegar a convertirse en un instrumento en las manos de Dios. Es cierto que el dolor y el sufrimiento no necesariamente, como lo indiqué con anterioridad, van a desaparecer, pero al menos no serán en vano, no serán un desperdicio, no serán inútiles. 


¿De qué modo la acción de gracias puede cambiar tu perspectiva del dolor y el sufrimiento?







La gratitud hacia Dios es una expresión de nuestra confianza en Él. Cuando damos gracias por las cosas que no entendemos, creemos no merecer o, simplemente, nos causan dolor o sufrimiento no estamos haciendo un ejercicio de masoquismo, antes al contrario, al entender y creer que el Señor lo puede usar para formar el carácter de Jesús en nuestras vidas hacemos un ejercicio de fe, es decir, confianza que se expresa por medio de la acción de gracias. 

La gratitud no eliminará los problemas, no aliviará necesariamente ni el dolor ni el sufrimiento, sin embargo, nos ayudará a encontrar un propósito en el mismo, la posibilidad de que, si colaboramos con Dios, pueda todo ello ser usado en nuestro proceso de transformación. Podemos dar la bienvenida, por medio de la acción de gracias, a todo aquello que nos traiga la vida en la convicción de que puede llegar a convertirse en un instrumento en las manos de Dios. Es cierto que el dolor y el sufrimiento no necesariamente, como lo indiqué con anterioridad, van a desaparecer, pero al menos no serán en vano, no serán un desperdicio, no serán inútiles. 


¿De qué modo la acción de gracias puede cambiar tu perspectiva del dolor y el sufrimiento?







La gratitud hacia Dios es una expresión de nuestra confianza en Él. Cuando damos gracias por las cosas que no entendemos, creemos no merecer o, simplemente, nos causan dolor o sufrimiento no estamos haciendo un ejercicio de masoquismo, antes al contrario, al entender y creer que el Señor lo puede usar para formar el carácter de Jesús en nuestras vidas hacemos un ejercicio de fe, es decir, confianza que se expresa por medio de la acción de gracias. 

La gratitud no eliminará los problemas, no aliviará necesariamente ni el dolor ni el sufrimiento, sin embargo, nos ayudará a encontrar un propósito en el mismo, la posibilidad de que, si colaboramos con Dios, pueda todo ello ser usado en nuestro proceso de transformación. Podemos dar la bienvenida, por medio de la acción de gracias, a todo aquello que nos traiga la vida en la convicción de que puede llegar a convertirse en un instrumento en las manos de Dios. Es cierto que el dolor y el sufrimiento no necesariamente, como lo indiqué con anterioridad, van a desaparecer, pero al menos no serán en vano, no serán un desperdicio, no serán inútiles. 


¿De qué modo la acción de gracias puede cambiar tu perspectiva del dolor y el sufrimiento?