Más vale ración de verduras con amor, que buey suculento con odio. (Proverbios 15:17)


Nuestra sociedad, caracterizada por el consumo, se basa en generar necesidades inexistentes apelando a nuestra insatisfacción y después vendernos la fórmula mágica para llenar ese vacío que previamente no creó. Buena conocedora de la psicología humana es totalmente consciente de esa profunda insatisfacción que anida en nuestro corazón y que es fruto de la ruptura que sufrimos en nuestra relación con Dios. Su estrategia se basa en el "tan sólo si..."  Tan solo si tuviera ese nuevo gadget, sería feliz. Tan sólo si tuviera novi@, sería feliz. Tan sólo si ganara un poco más, sería feliz. Tan sólo si pudiera viajar más, sería feliz. Tan sólo si me tuvieran más en cuenta, sería feliz. ¿Vale la pena seguir poniendo ejemplos? Nuca estamos satisfechos con el presente anhelando eso que nos falta y que en nuestra equivocada opinión sería la solución definitiva hasta que... lo alcanzamos y vemos que no es así.

Frente a esto la Biblia sugiere una estrategia saludable y que nos permite encontrarle todo el sabor y gusto a la vida: el contentamiento. Es la capacidad de disfrutar de la vida aquí y ahora cualesquiera que sean las circunstancias y/o situaciones que estemos atravesando. Es la capacidad de vivir en el presente y disfrutar de todo lo que el Señor no da. El contentamiento es el antídoto contra la insatisfacción permanente, con el engaño social de que la felicidad consiste en tener aquello que carecemos y que nos inhabilita para disfrutar aquello que tenemos y que el Señor nos da. Pero el contentamiento va contra la naturaleza humana y sólo puede provenir de una correcta relación con el Señor que nos da perspectiva sobre la vida y nos permite reconocer, valorar, disfrutar y estar agradecidos por todo lo que tenemos sin enfocarnos en aquello que nos falta.


¿Cuál es la fuerza predominante en tu vida, insatisfacción o contentamiento?


Más vale ración de verduras con amor, que buey suculento con odio. (Proverbios 15:17)


Nuestra sociedad, caracterizada por el consumo, se basa en generar necesidades inexistentes apelando a nuestra insatisfacción y después vendernos la fórmula mágica para llenar ese vacío que previamente no creó. Buena conocedora de la psicología humana es totalmente consciente de esa profunda insatisfacción que anida en nuestro corazón y que es fruto de la ruptura que sufrimos en nuestra relación con Dios. Su estrategia se basa en el "tan sólo si..."  Tan solo si tuviera ese nuevo gadget, sería feliz. Tan sólo si tuviera novi@, sería feliz. Tan sólo si ganara un poco más, sería feliz. Tan sólo si pudiera viajar más, sería feliz. Tan sólo si me tuvieran más en cuenta, sería feliz. ¿Vale la pena seguir poniendo ejemplos? Nuca estamos satisfechos con el presente anhelando eso que nos falta y que en nuestra equivocada opinión sería la solución definitiva hasta que... lo alcanzamos y vemos que no es así.

Frente a esto la Biblia sugiere una estrategia saludable y que nos permite encontrarle todo el sabor y gusto a la vida: el contentamiento. Es la capacidad de disfrutar de la vida aquí y ahora cualesquiera que sean las circunstancias y/o situaciones que estemos atravesando. Es la capacidad de vivir en el presente y disfrutar de todo lo que el Señor no da. El contentamiento es el antídoto contra la insatisfacción permanente, con el engaño social de que la felicidad consiste en tener aquello que carecemos y que nos inhabilita para disfrutar aquello que tenemos y que el Señor nos da. Pero el contentamiento va contra la naturaleza humana y sólo puede provenir de una correcta relación con el Señor que nos da perspectiva sobre la vida y nos permite reconocer, valorar, disfrutar y estar agradecidos por todo lo que tenemos sin enfocarnos en aquello que nos falta.


¿Cuál es la fuerza predominante en tu vida, insatisfacción o contentamiento?


Más vale ración de verduras con amor, que buey suculento con odio. (Proverbios 15:17)


Nuestra sociedad, caracterizada por el consumo, se basa en generar necesidades inexistentes apelando a nuestra insatisfacción y después vendernos la fórmula mágica para llenar ese vacío que previamente no creó. Buena conocedora de la psicología humana es totalmente consciente de esa profunda insatisfacción que anida en nuestro corazón y que es fruto de la ruptura que sufrimos en nuestra relación con Dios. Su estrategia se basa en el "tan sólo si..."  Tan solo si tuviera ese nuevo gadget, sería feliz. Tan sólo si tuviera novi@, sería feliz. Tan sólo si ganara un poco más, sería feliz. Tan sólo si pudiera viajar más, sería feliz. Tan sólo si me tuvieran más en cuenta, sería feliz. ¿Vale la pena seguir poniendo ejemplos? Nuca estamos satisfechos con el presente anhelando eso que nos falta y que en nuestra equivocada opinión sería la solución definitiva hasta que... lo alcanzamos y vemos que no es así.

Frente a esto la Biblia sugiere una estrategia saludable y que nos permite encontrarle todo el sabor y gusto a la vida: el contentamiento. Es la capacidad de disfrutar de la vida aquí y ahora cualesquiera que sean las circunstancias y/o situaciones que estemos atravesando. Es la capacidad de vivir en el presente y disfrutar de todo lo que el Señor no da. El contentamiento es el antídoto contra la insatisfacción permanente, con el engaño social de que la felicidad consiste en tener aquello que carecemos y que nos inhabilita para disfrutar aquello que tenemos y que el Señor nos da. Pero el contentamiento va contra la naturaleza humana y sólo puede provenir de una correcta relación con el Señor que nos da perspectiva sobre la vida y nos permite reconocer, valorar, disfrutar y estar agradecidos por todo lo que tenemos sin enfocarnos en aquello que nos falta.


¿Cuál es la fuerza predominante en tu vida, insatisfacción o contentamiento?