La sabiduría que viene de lo alto es ante todo pura, pero también pacífica, indulgente conciliadora, compasiva fecunda, imparcial y sincera. Resumiendo: los artífices de la paz siembran en paz, para obtener el fruto de una vida recta. (Santiago 3:17-18)



Santiago se alinea nuevamente con Jesús en el llamamiento que todo seguidor del Maestro ha de tener a ser un pacificador. Él afirmó que aquellos que buscan la paz serán reconocidos como hijos de Dios; así lo dijo en el famoso sermón de las Bienaventuranzas. Santiago, en los versículos arriba reproducidos, indica que estamos llamados a ser artífices de paz, sembradores de paz ¡Qué increíble llamamiento para todo hijo de Dios! ¡Qué honroso distintivo de que formamos parte de su familia y Reino!. La palabra que se utiliza en el original griego tiene la connotación de buscar el bien en las relaciones interpersonales. En la práctica un sembrador de paz sería aquel que en todos los ámbitos en los que se mueve, desde los más cercanos -la familia-, hasta los más alejados -la sociedad en general-, va buscando de forma práctica y proactiva relaciones armoniosas entre los seres humanos. 

La verdadera sabiduría, la que viene de Dios, la que no debe confundirse con mero conocimiento, busca la paz; podemos ver que muchos de los adjetivos que califican esta sabiduría: indulgente, conciliadora, imparcial, compasiva y sincera, buscan el bien en las relaciones entre los seres humanos. No podremos calificar, desde el punto de vista bíblico, como sabio aquel que, a pesar de todo su conocimiento doctrinal y su sana doctrina, no busque la paz.


¿Te calificas como un artífice de la paz? ¿Te calificaría así tu entorno?



La sabiduría que viene de lo alto es ante todo pura, pero también pacífica, indulgente conciliadora, compasiva fecunda, imparcial y sincera. Resumiendo: los artífices de la paz siembran en paz, para obtener el fruto de una vida recta. (Santiago 3:17-18)



Santiago se alinea nuevamente con Jesús en el llamamiento que todo seguidor del Maestro ha de tener a ser un pacificador. Él afirmó que aquellos que buscan la paz serán reconocidos como hijos de Dios; así lo dijo en el famoso sermón de las Bienaventuranzas. Santiago, en los versículos arriba reproducidos, indica que estamos llamados a ser artífices de paz, sembradores de paz ¡Qué increíble llamamiento para todo hijo de Dios! ¡Qué honroso distintivo de que formamos parte de su familia y Reino!. La palabra que se utiliza en el original griego tiene la connotación de buscar el bien en las relaciones interpersonales. En la práctica un sembrador de paz sería aquel que en todos los ámbitos en los que se mueve, desde los más cercanos -la familia-, hasta los más alejados -la sociedad en general-, va buscando de forma práctica y proactiva relaciones armoniosas entre los seres humanos. 

La verdadera sabiduría, la que viene de Dios, la que no debe confundirse con mero conocimiento, busca la paz; podemos ver que muchos de los adjetivos que califican esta sabiduría: indulgente, conciliadora, imparcial, compasiva y sincera, buscan el bien en las relaciones entre los seres humanos. No podremos calificar, desde el punto de vista bíblico, como sabio aquel que, a pesar de todo su conocimiento doctrinal y su sana doctrina, no busque la paz.


¿Te calificas como un artífice de la paz? ¿Te calificaría así tu entorno?



La sabiduría que viene de lo alto es ante todo pura, pero también pacífica, indulgente conciliadora, compasiva fecunda, imparcial y sincera. Resumiendo: los artífices de la paz siembran en paz, para obtener el fruto de una vida recta. (Santiago 3:17-18)



Santiago se alinea nuevamente con Jesús en el llamamiento que todo seguidor del Maestro ha de tener a ser un pacificador. Él afirmó que aquellos que buscan la paz serán reconocidos como hijos de Dios; así lo dijo en el famoso sermón de las Bienaventuranzas. Santiago, en los versículos arriba reproducidos, indica que estamos llamados a ser artífices de paz, sembradores de paz ¡Qué increíble llamamiento para todo hijo de Dios! ¡Qué honroso distintivo de que formamos parte de su familia y Reino!. La palabra que se utiliza en el original griego tiene la connotación de buscar el bien en las relaciones interpersonales. En la práctica un sembrador de paz sería aquel que en todos los ámbitos en los que se mueve, desde los más cercanos -la familia-, hasta los más alejados -la sociedad en general-, va buscando de forma práctica y proactiva relaciones armoniosas entre los seres humanos. 

La verdadera sabiduría, la que viene de Dios, la que no debe confundirse con mero conocimiento, busca la paz; podemos ver que muchos de los adjetivos que califican esta sabiduría: indulgente, conciliadora, imparcial, compasiva y sincera, buscan el bien en las relaciones entre los seres humanos. No podremos calificar, desde el punto de vista bíblico, como sabio aquel que, a pesar de todo su conocimiento doctrinal y su sana doctrina, no busque la paz.


¿Te calificas como un artífice de la paz? ¿Te calificaría así tu entorno?