En el principio Dios creó. (Génesis 1:1-2:26)

Estos versículos explican todo el proceso creativo de Dios, a excepción del ser humano, que es singularizado más adelante. Si hay algo que puede ser usado para describir la creación llevada a cabo por el Señor es la palabra bueno, la cual, se repite seis veces en esos versículos para describir lo llevado a cabo por Dios. Los versículos, de paso, reflejan otro aspecto del carácter del Señor, su bondad. El universo, lo creado, es bueno porque Él lo es y, por tanto, en su creación hay una prolongación de su carácter.

Es muy importante esta calificación o descripción de la creación de Dios. Todo lo por Él creado es bueno, todo, absolutamente todo, por tanto, los conflictos pueden derivarse del uso que hagamos de aquello creado, pero no de lo creado en sí mismo porque, repito, tal y como dice la Escritura, Dios lo calificó una y otra vez, de bueno.

Tanto énfasis en la bondad de la creación me plantea el primer problema, a saber, lo que afirma la Palabra de Dios no concuerda con la realidad de mi experiencia como ser humano. Cuando miro a mi alrededor lo más difícil de encontrar, en muchas ocasiones, es bondad. Tal vez, por eso, los contados ejemplos de la misma son tan valiosos y digno de ser remarcado.

Cuando miro a mi alrededor veo una naturaleza agresiva, percibo dolor, sufrimiento, muerte, enfermedad, degeneración, explotación, destrucción de la biodiversidad, injusticias sociales, culturales, económicas y políticas de todo tipo, impunidad de los malvados, acumulación escandalosa de riqueza, pobreza extrema, masacres políticas, raciales e incluso religiosas. Todo esto, sólo en el presente que me toca vivir, sin necesidad de hacer una repaso de la historia de la experiencia humana.

Algo ha pasado entre el momento de la creación, con su énfasis en bondad, y la realidad que vivimos actualmente. La conciencia de esta brecha que todos nosotros experimentamos nos señala que el mal, algo real en el mundo y en nosotros, era ajeno al mundo creado por Dios. Por tanto, su origen está al margen del mundo que el Señor tenía en mente. ¿Cómo hizo su aparición? ¡Esa es otra historia!

¿Por qué es importante entender que todo lo creado por Dios es bueno en esencia?

 



En el principio Dios creó. (Génesis 1:1-2:26)

Estos versículos explican todo el proceso creativo de Dios, a excepción del ser humano, que es singularizado más adelante. Si hay algo que puede ser usado para describir la creación llevada a cabo por el Señor es la palabra bueno, la cual, se repite seis veces en esos versículos para describir lo llevado a cabo por Dios. Los versículos, de paso, reflejan otro aspecto del carácter del Señor, su bondad. El universo, lo creado, es bueno porque Él lo es y, por tanto, en su creación hay una prolongación de su carácter.

Es muy importante esta calificación o descripción de la creación de Dios. Todo lo por Él creado es bueno, todo, absolutamente todo, por tanto, los conflictos pueden derivarse del uso que hagamos de aquello creado, pero no de lo creado en sí mismo porque, repito, tal y como dice la Escritura, Dios lo calificó una y otra vez, de bueno.

Tanto énfasis en la bondad de la creación me plantea el primer problema, a saber, lo que afirma la Palabra de Dios no concuerda con la realidad de mi experiencia como ser humano. Cuando miro a mi alrededor lo más difícil de encontrar, en muchas ocasiones, es bondad. Tal vez, por eso, los contados ejemplos de la misma son tan valiosos y digno de ser remarcado.

Cuando miro a mi alrededor veo una naturaleza agresiva, percibo dolor, sufrimiento, muerte, enfermedad, degeneración, explotación, destrucción de la biodiversidad, injusticias sociales, culturales, económicas y políticas de todo tipo, impunidad de los malvados, acumulación escandalosa de riqueza, pobreza extrema, masacres políticas, raciales e incluso religiosas. Todo esto, sólo en el presente que me toca vivir, sin necesidad de hacer una repaso de la historia de la experiencia humana.

Algo ha pasado entre el momento de la creación, con su énfasis en bondad, y la realidad que vivimos actualmente. La conciencia de esta brecha que todos nosotros experimentamos nos señala que el mal, algo real en el mundo y en nosotros, era ajeno al mundo creado por Dios. Por tanto, su origen está al margen del mundo que el Señor tenía en mente. ¿Cómo hizo su aparición? ¡Esa es otra historia!

¿Por qué es importante entender que todo lo creado por Dios es bueno en esencia?

 



En el principio Dios creó. (Génesis 1:1-2:26)

Estos versículos explican todo el proceso creativo de Dios, a excepción del ser humano, que es singularizado más adelante. Si hay algo que puede ser usado para describir la creación llevada a cabo por el Señor es la palabra bueno, la cual, se repite seis veces en esos versículos para describir lo llevado a cabo por Dios. Los versículos, de paso, reflejan otro aspecto del carácter del Señor, su bondad. El universo, lo creado, es bueno porque Él lo es y, por tanto, en su creación hay una prolongación de su carácter.

Es muy importante esta calificación o descripción de la creación de Dios. Todo lo por Él creado es bueno, todo, absolutamente todo, por tanto, los conflictos pueden derivarse del uso que hagamos de aquello creado, pero no de lo creado en sí mismo porque, repito, tal y como dice la Escritura, Dios lo calificó una y otra vez, de bueno.

Tanto énfasis en la bondad de la creación me plantea el primer problema, a saber, lo que afirma la Palabra de Dios no concuerda con la realidad de mi experiencia como ser humano. Cuando miro a mi alrededor lo más difícil de encontrar, en muchas ocasiones, es bondad. Tal vez, por eso, los contados ejemplos de la misma son tan valiosos y digno de ser remarcado.

Cuando miro a mi alrededor veo una naturaleza agresiva, percibo dolor, sufrimiento, muerte, enfermedad, degeneración, explotación, destrucción de la biodiversidad, injusticias sociales, culturales, económicas y políticas de todo tipo, impunidad de los malvados, acumulación escandalosa de riqueza, pobreza extrema, masacres políticas, raciales e incluso religiosas. Todo esto, sólo en el presente que me toca vivir, sin necesidad de hacer una repaso de la historia de la experiencia humana.

Algo ha pasado entre el momento de la creación, con su énfasis en bondad, y la realidad que vivimos actualmente. La conciencia de esta brecha que todos nosotros experimentamos nos señala que el mal, algo real en el mundo y en nosotros, era ajeno al mundo creado por Dios. Por tanto, su origen está al margen del mundo que el Señor tenía en mente. ¿Cómo hizo su aparición? ¡Esa es otra historia!

¿Por qué es importante entender que todo lo creado por Dios es bueno en esencia?