El discípulo de Jesús aprende a discernir cómo viviría Jesús la vida que a él le ha tocado vivir. Pienso en mí mismo y cada día cuando me levanto le pido a Jesús que en mi realidad única y singular viva, me exprese, actúe, piense y me relacione como Él lo haría si fuera, como yo soy, un pastor, un coach, un formador, un esposo, un padre, un abuelo, un amigo, un ciudadano, etc. Aprendo a discernir cómo vivir la vida de Jesús, aprendo a llevar el Reino, sus valores, prioridades y conductas en el entorno único y singular en el que yo vivo.
Ahora piensa en ti y cómo Jesús -quien ya vive en ti si tienes una relación con Él- viviría su vida si fuera tú. ¿Cómo actuaría en tu ámbito laboral, escolar, familiar, comunitario, ciudadano? ¿Qué cosas que haces Jesús nunca haría o cuáles haría si le permitieras vivir su vida a través tuyo? Ser un discípulo en el complejo Siglo XXI no se lleva a cabo en el refugio seguro que provee la iglesia los domingos, sino en la vorágine de la vida cotidiana, allí donde estás, vives, trabajas o estudias. Consiste en navegar esas aguas turbulentas en un constante diálogo con Jesús preguntándole. ¿Qué harías tú en esta situación?
¿Como vivirá Jesús la vida de (tu nombre)?