Ni los poderes del cielo ni los del infierno, ni nada de lo creado por Dios. ¡Nada, absolutamente nada, podrá separarnos del amor que Dios nos ha mostrado por medio de nuestro Señor Jesucristo! (Romanos 8:39)


Nada significa la inexistencia total o carencia absoluta. Pablo está diciendo que nada n nadie nos puede separar o arrebatar ese amor incondicional que el Padre tiene por nosotros. Ni el pecado más terrible, ni mis inconsistencias, ni mis contradicciones más profundas, ni mis sombras más ocultas, ni nada de lo que hice en mi pasado, esté haciendo en mi presente o vaya a hacer en el futuro me podrá privar del amor del Padre.

Porque si hubiera algo que pudiera privarme de ese amor, ya no sería incondicional. Si hubiera algo que yo hiciera o dejara de hacer para ganármelo o conservarlo, ya no sería gracia. A los ojos de aquel que no experimenta este tipo de amor y gracia se considera que es totalmente injusto tratar a las personas así. De ese modo lo entendieron los obreros de la viña cuando recibieron los salarios. Y tienen toda la razón, su amor es injusto, escandaloso, vergonzoso y atenta contra todo sentido común y de decencia. Su amor pagó en la cruz para hacer todo eso imposible.

No te dejes engañar por Satanás, padre de toda mentira, ni por los legalistas, nada ni nadie te puede arrebatar el amor del Padre y la condición de hijo. Pero aquel y los otros, harán todo lo posible para hacerte sentir desgraciado.

 




Ni los poderes del cielo ni los del infierno, ni nada de lo creado por Dios. ¡Nada, absolutamente nada, podrá separarnos del amor que Dios nos ha mostrado por medio de nuestro Señor Jesucristo! (Romanos 8:39)


Nada significa la inexistencia total o carencia absoluta. Pablo está diciendo que nada n nadie nos puede separar o arrebatar ese amor incondicional que el Padre tiene por nosotros. Ni el pecado más terrible, ni mis inconsistencias, ni mis contradicciones más profundas, ni mis sombras más ocultas, ni nada de lo que hice en mi pasado, esté haciendo en mi presente o vaya a hacer en el futuro me podrá privar del amor del Padre.

Porque si hubiera algo que pudiera privarme de ese amor, ya no sería incondicional. Si hubiera algo que yo hiciera o dejara de hacer para ganármelo o conservarlo, ya no sería gracia. A los ojos de aquel que no experimenta este tipo de amor y gracia se considera que es totalmente injusto tratar a las personas así. De ese modo lo entendieron los obreros de la viña cuando recibieron los salarios. Y tienen toda la razón, su amor es injusto, escandaloso, vergonzoso y atenta contra todo sentido común y de decencia. Su amor pagó en la cruz para hacer todo eso imposible.

No te dejes engañar por Satanás, padre de toda mentira, ni por los legalistas, nada ni nadie te puede arrebatar el amor del Padre y la condición de hijo. Pero aquel y los otros, harán todo lo posible para hacerte sentir desgraciado.

 




Ni los poderes del cielo ni los del infierno, ni nada de lo creado por Dios. ¡Nada, absolutamente nada, podrá separarnos del amor que Dios nos ha mostrado por medio de nuestro Señor Jesucristo! (Romanos 8:39)


Nada significa la inexistencia total o carencia absoluta. Pablo está diciendo que nada n nadie nos puede separar o arrebatar ese amor incondicional que el Padre tiene por nosotros. Ni el pecado más terrible, ni mis inconsistencias, ni mis contradicciones más profundas, ni mis sombras más ocultas, ni nada de lo que hice en mi pasado, esté haciendo en mi presente o vaya a hacer en el futuro me podrá privar del amor del Padre.

Porque si hubiera algo que pudiera privarme de ese amor, ya no sería incondicional. Si hubiera algo que yo hiciera o dejara de hacer para ganármelo o conservarlo, ya no sería gracia. A los ojos de aquel que no experimenta este tipo de amor y gracia se considera que es totalmente injusto tratar a las personas así. De ese modo lo entendieron los obreros de la viña cuando recibieron los salarios. Y tienen toda la razón, su amor es injusto, escandaloso, vergonzoso y atenta contra todo sentido común y de decencia. Su amor pagó en la cruz para hacer todo eso imposible.

No te dejes engañar por Satanás, padre de toda mentira, ni por los legalistas, nada ni nadie te puede arrebatar el amor del Padre y la condición de hijo. Pero aquel y los otros, harán todo lo posible para hacerte sentir desgraciado.