Cristo es la imagen del Dios invisible,
el primogénito de todo lo creado. (Colosenses 1:15)
el primogénito de todo lo creado. (Colosenses 1:15)
En mi dilatada experiencia pastoral me he encontrado con muchas personas que tienen una idea realmente peregrina de quién es Dios, cómo es, qué expectativas tiene sobre ellos y cuáles son los sentimientos que con respecto a sus personas alberga Dios.
Cuando hago acompañamiento a través del mentoreo o el coaching interactúo una y otra vez con personas que tienen la profunda convicción de que Dios está decepcionados con ellos, que no son amados incondicionalmente y que el Señor no puede tener interés, o si lo tiene, contar con ellos debido a su imperfección y falta de santidad.
¿Cómo se han formado esa concepción del Señor? Son muchas las fuentes que han contribuido. Somos seres biográficos y las experiencias de la niñez, la educación que hemos recibido, el contexto religioso en el que hemos crecido y las personas que han sido referentes para nosotros son algunas de las contribuciones que han ido formando nuestra imagen de cómo es Dios.
Urge volver a los interpretes autorizados de Dios. Pablo nos lo dice con total claridad en este pasaje y el Nuevo Testamento lo recalca una y otra vez. No tienes derecho a formarte una imagen de Dios que entre en contradicción con Jesús. Esa imagen no está autorizada, es apócrifa, es una falsificación, es, definitiva, un ídolo religioso que debes desechar. Ya lo dice claramente el Antiguo Testamento: no te harás imágenes.
¿Cómo es tu Dios?