No envidies a los pecadores y respeta siempre al Señor (Proverbios 23:17)

Al leer este pasaje vino a mi mente el eco de las palabras de Asaf en el salmo 73: "pero mis pasos casi se tuercen, mis pies por poco resbalan, pues envidié a los soberbios al ver la dicha de los malos". También las del profeta Malaquías: "Pues habéis dicho que no merece la pena servir a Dios, que de nada os ha aprovechado cumplir sus mandatos y andar afligidos en presencia del Señor del universo y que os parecen dichosos los soberbios, pues los que actúan con maldad no sólo prosperan, sino que ponen a prueba a Dios y quedan impunes". (Malaquías 3:14 y 15)  Creo que, en ocasiones, al mirar a nuestro alrededor no es difícil pensar de esta manera cuando observamos el mal crecer, aparentemente, sin freno. Conviene pues no perder la perspectiva y recordar que Dios continúa teniendo el control y que nosotros aspiramos, esperamos y oramos para que su Reino venga mientras trabajamos juntamente con Él para construirlo y hacerlo presente.

 

No envidies a los pecadores y respeta siempre al Señor (Proverbios 23:17)

Al leer este pasaje vino a mi mente el eco de las palabras de Asaf en el salmo 73: "pero mis pasos casi se tuercen, mis pies por poco resbalan, pues envidié a los soberbios al ver la dicha de los malos". También las del profeta Malaquías: "Pues habéis dicho que no merece la pena servir a Dios, que de nada os ha aprovechado cumplir sus mandatos y andar afligidos en presencia del Señor del universo y que os parecen dichosos los soberbios, pues los que actúan con maldad no sólo prosperan, sino que ponen a prueba a Dios y quedan impunes". (Malaquías 3:14 y 15)  Creo que, en ocasiones, al mirar a nuestro alrededor no es difícil pensar de esta manera cuando observamos el mal crecer, aparentemente, sin freno. Conviene pues no perder la perspectiva y recordar que Dios continúa teniendo el control y que nosotros aspiramos, esperamos y oramos para que su Reino venga mientras trabajamos juntamente con Él para construirlo y hacerlo presente.

 

No envidies a los pecadores y respeta siempre al Señor (Proverbios 23:17)

Al leer este pasaje vino a mi mente el eco de las palabras de Asaf en el salmo 73: "pero mis pasos casi se tuercen, mis pies por poco resbalan, pues envidié a los soberbios al ver la dicha de los malos". También las del profeta Malaquías: "Pues habéis dicho que no merece la pena servir a Dios, que de nada os ha aprovechado cumplir sus mandatos y andar afligidos en presencia del Señor del universo y que os parecen dichosos los soberbios, pues los que actúan con maldad no sólo prosperan, sino que ponen a prueba a Dios y quedan impunes". (Malaquías 3:14 y 15)  Creo que, en ocasiones, al mirar a nuestro alrededor no es difícil pensar de esta manera cuando observamos el mal crecer, aparentemente, sin freno. Conviene pues no perder la perspectiva y recordar que Dios continúa teniendo el control y que nosotros aspiramos, esperamos y oramos para que su Reino venga mientras trabajamos juntamente con Él para construirlo y hacerlo presente.