Dios bendice a los que trabajan para que haya paz en el mundo, pues ellos serán llamados hijos de Dios. (Mateo 5:9)
 
La Biblia dice que Dios estaba haciendo la paz con nosotros por medio de Jesús. Es descrito también en las Escrituras como un Dios de paz. No es de extrañar, por tanto, que sus hijos deban ser conocidos como buenos imitadores del Padre, buscando la paz en todas las esferas donde se mueve, el hogar, el trabajo, los estudios, la ciudad y, también en la comunidad de fe.
 
En este tiempo de Cuaresma debemos pararnos y pensar si estamos imitando a Dios como buscadores y fomentadores de la paz o, por el contrario, ahondamos en la división. Lo primero refleja el carácter del Padre, lo segundo es evidente que no. ¿Qué ves al mirar en tu interior?

 

Dios bendice a los que trabajan para que haya paz en el mundo, pues ellos serán llamados hijos de Dios. (Mateo 5:9)
 
La Biblia dice que Dios estaba haciendo la paz con nosotros por medio de Jesús. Es descrito también en las Escrituras como un Dios de paz. No es de extrañar, por tanto, que sus hijos deban ser conocidos como buenos imitadores del Padre, buscando la paz en todas las esferas donde se mueve, el hogar, el trabajo, los estudios, la ciudad y, también en la comunidad de fe.
 
En este tiempo de Cuaresma debemos pararnos y pensar si estamos imitando a Dios como buscadores y fomentadores de la paz o, por el contrario, ahondamos en la división. Lo primero refleja el carácter del Padre, lo segundo es evidente que no. ¿Qué ves al mirar en tu interior?

 

Dios bendice a los que trabajan para que haya paz en el mundo, pues ellos serán llamados hijos de Dios. (Mateo 5:9)
 
La Biblia dice que Dios estaba haciendo la paz con nosotros por medio de Jesús. Es descrito también en las Escrituras como un Dios de paz. No es de extrañar, por tanto, que sus hijos deban ser conocidos como buenos imitadores del Padre, buscando la paz en todas las esferas donde se mueve, el hogar, el trabajo, los estudios, la ciudad y, también en la comunidad de fe.
 
En este tiempo de Cuaresma debemos pararnos y pensar si estamos imitando a Dios como buscadores y fomentadores de la paz o, por el contrario, ahondamos en la división. Lo primero refleja el carácter del Padre, lo segundo es evidente que no. ¿Qué ves al mirar en tu interior?