Estamos seguros, además, que todo colabora al bien de los que aman a Dios, de los que han sido escogidos conforme a su designio. (Romanos 8:28)
Probablemente este es uno de los fragmentos de la Biblia más malinterpretados y usados. Creo que merece una explicación. Empecemos señalando lo que Pablo no dice ni afirma. El apóstol no indica que a los que aman al Señor todo les saldrá bien. Es evidente que no es así. Los seguidores de Jesús no estamos exentos del dolor, el sufrimiento, la enfermedad, la muerte y todo el resto de las experiencias que afectan a cualquier ser humano.
Entonces, cuando todo esto llega a nuestras vidas aparecen los bienintencionados que tratan de buscarle una explicación a lo inexplicable o a lo que tiene explicaciones, sin duda, pero de alta complejidad. Frases del tipo: "ahora no lo entiendes pero algún día lo entenderás", "ya verás como hay un bien oculto que ahora no puedes percibir", etc., etc. ¿Qué bien puede haber cuando unos padres pierden a un hijo de corta edad? ¿Qué propósito oculto puede haber cuando unos niños se quedan sin padre, madre o ambos progenitores? Ya lo afirma bien la Escritura cuando dice que hasta el necio pasa por sabio cuando se calla.
Mi punto es que si interpretamos mal las palabras de Pablo, cuando estas nos concuerdan con la realidad que experimentamos nos vemos obligados a explicaciones que carecen de sentido. Por eso es tan importante una buena interpretación del texto bíblico. Mañana, si Dios lo permite, seguiremos haciéndolo.