La fe es garantía de las cosas que esperamos y certeza de las realidades que no vemos. (Hebreos 11:1)
Todos hemos oído y/o leído definiciones de fe; por eso es bueno cuando la Palabra se explica a sí misma. El anónimo autor del libro de los Hebreos hace una definición de qué es la fe y después, de manera soberbia y magistral, la ilustra en la experiencia de toda una serie de personajes de las Escrituras. Me llama la atención el término garantía. Cuando voy al diccionario veo que una de las acepciones tiene que ver con la seguridad que alguien da sobre el cumplimiento de algo. Visto así la fe es la seguridad de que vamos a recibir algo que esperamos -el perdón de los pecados, la vida eterna, la bendición de Dios-. Pero también la fe tiene que ver con la capacidad de percibir realidades que van más allá de lo puramente material, que existen a pesar de que nuestros sentidos no tengan la capacidad de percibirlas.
Todos sabemos que el lenguaje genera y crea realidades. En este sentido la Palabra de Dios crea realidades que no son perceptibles sensorialmente pero que, sin embargo, son perfectamente captadas desde el punto de vista espiritual. La fe nos permite dar el salto a una realidad que no es racional ¡Por supuesto que no!; pero que tampoco es irracional ¡Faltaría más!; sino que es supra-racional, es decir, va mucho más allá de los pobres límites de la razón. No olvidemos que, al fin y al cabo, ésta se vio también afectada por el pecado y, consecuentemente, ha perdido la capacidad de percibir y analizar dimensiones espirituales que únicamente puede ser percibidas por medio de la fe.
¿Qué significa para ti vivir en una dimensión supra-racional?
