En ese mismo instante se dieron cuenta de lo que habían hecho y de que estaban desnudos. Entonces tomaron unas hojas de higuera y las cosieron para cubrirse con ellas.  Con el viento de la tarde, el hombre y su esposa oyeron que Dios iba y venía por el jardín, así que corrieron a esconderse de él entre los árboles. Pero Dios llamó al hombre y le preguntó: —¿Dónde estás?Y el hombre le contestó: —Oí tu voz en el jardín y tuve miedo, pues estoy desnudo. Por eso corrí a esconderme. (Génesis 3:7-10)

Vimos que la rebelión del ser humano contra Dios rompe la relación entre ambos; pero también podemos observar que produce una ruptura interna en el ser humano. Génesis 3 nos habla de toda una serie de estados de ánimo auto destructivos que, antes de su rebelión, eran totalmente desconocidos para Adán y Eva pero, que a partir de ahora, pasan a ser parte consustancial de nuestra experiencia humana. En el capítulo tres podemos observar el miedo, la culpabilidad, la vergüenza. Si vamos al capítulo cuatro -como veremos más adelante- podremos notar la ira, la rabia, los celos y la envidia En la experiencia de Caín. Esta lista es simplemente descriptiva y no pretende ser, en ninguna manera, exhaustiva.  El punto central que se trata de enfatizar es que somos seres rotos, fracturados, fragmentados; todos nosotros sin excepción y, según la gran historia de Dios, esto se debe a que hemos perdido la conexión con el Señor.

¿Qué evidencias hay en tu propia experiencia de esta fractura interna?




 



En ese mismo instante se dieron cuenta de lo que habían hecho y de que estaban desnudos. Entonces tomaron unas hojas de higuera y las cosieron para cubrirse con ellas.  Con el viento de la tarde, el hombre y su esposa oyeron que Dios iba y venía por el jardín, así que corrieron a esconderse de él entre los árboles. Pero Dios llamó al hombre y le preguntó: —¿Dónde estás?Y el hombre le contestó: —Oí tu voz en el jardín y tuve miedo, pues estoy desnudo. Por eso corrí a esconderme. (Génesis 3:7-10)

Vimos que la rebelión del ser humano contra Dios rompe la relación entre ambos; pero también podemos observar que produce una ruptura interna en el ser humano. Génesis 3 nos habla de toda una serie de estados de ánimo auto destructivos que, antes de su rebelión, eran totalmente desconocidos para Adán y Eva pero, que a partir de ahora, pasan a ser parte consustancial de nuestra experiencia humana. En el capítulo tres podemos observar el miedo, la culpabilidad, la vergüenza. Si vamos al capítulo cuatro -como veremos más adelante- podremos notar la ira, la rabia, los celos y la envidia En la experiencia de Caín. Esta lista es simplemente descriptiva y no pretende ser, en ninguna manera, exhaustiva.  El punto central que se trata de enfatizar es que somos seres rotos, fracturados, fragmentados; todos nosotros sin excepción y, según la gran historia de Dios, esto se debe a que hemos perdido la conexión con el Señor.

¿Qué evidencias hay en tu propia experiencia de esta fractura interna?




 



En ese mismo instante se dieron cuenta de lo que habían hecho y de que estaban desnudos. Entonces tomaron unas hojas de higuera y las cosieron para cubrirse con ellas.  Con el viento de la tarde, el hombre y su esposa oyeron que Dios iba y venía por el jardín, así que corrieron a esconderse de él entre los árboles. Pero Dios llamó al hombre y le preguntó: —¿Dónde estás?Y el hombre le contestó: —Oí tu voz en el jardín y tuve miedo, pues estoy desnudo. Por eso corrí a esconderme. (Génesis 3:7-10)

Vimos que la rebelión del ser humano contra Dios rompe la relación entre ambos; pero también podemos observar que produce una ruptura interna en el ser humano. Génesis 3 nos habla de toda una serie de estados de ánimo auto destructivos que, antes de su rebelión, eran totalmente desconocidos para Adán y Eva pero, que a partir de ahora, pasan a ser parte consustancial de nuestra experiencia humana. En el capítulo tres podemos observar el miedo, la culpabilidad, la vergüenza. Si vamos al capítulo cuatro -como veremos más adelante- podremos notar la ira, la rabia, los celos y la envidia En la experiencia de Caín. Esta lista es simplemente descriptiva y no pretende ser, en ninguna manera, exhaustiva.  El punto central que se trata de enfatizar es que somos seres rotos, fracturados, fragmentados; todos nosotros sin excepción y, según la gran historia de Dios, esto se debe a que hemos perdido la conexión con el Señor.

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