Los escruta el mismo que escruta hasta lo íntimo del hombre y la profundidad del corazón (Salmo 64:7 BDP)


Indagarexaminar cuidadosamenteexplorar. De esta manera define el diccionario la palabra "escrutar". Al leerlo no me he sentido intimidado, más bien aliviado. Aliviado porque lo considero algo necesario para cualquier seguidor de Jesús que de forma intencional desee que el carácter del Maestro sea formado en su vida. Preciso esa exploración objetiva de mis motivaciones, actitudes, valores y prioridades que únicamente el Señor puede hacer de mi corazón. Es probable que haya resultados de ese examen que no me gusten, que me confronten y muestren áreas de cambio, pero una vez más la realidad es mi mejor amiga y en la medida que la conozco puedo hacer al respecto y, además, quiero hacer algo al respecto. 

Muchos de nosotros, especialmente con el paso de la edad, hemos incorporado en nuestras vidas el hábito y la necesidad de hacer revisiones médicas periódicas. En algunos casos para dar seguimiento a enfermedades ya detectadas; en otros para prevenir el desarrollo de otras dolencias. Sería bueno añadir a esos hábitos las revisiones periódicas y exhaustivas de nuestro corazón con el mismo propósito, a saber, afrontar enfermedades espirituales ya desarrolladas, atajar las que están en un estado incipiente y prevenir aquellas ante las que somos vulnerables.


¿Cuándo fue la última vez que tu corazón fue escrutado a fondo?



Los escruta el mismo que escruta hasta lo íntimo del hombre y la profundidad del corazón (Salmo 64:7 BDP)


Indagarexaminar cuidadosamenteexplorar. De esta manera define el diccionario la palabra "escrutar". Al leerlo no me he sentido intimidado, más bien aliviado. Aliviado porque lo considero algo necesario para cualquier seguidor de Jesús que de forma intencional desee que el carácter del Maestro sea formado en su vida. Preciso esa exploración objetiva de mis motivaciones, actitudes, valores y prioridades que únicamente el Señor puede hacer de mi corazón. Es probable que haya resultados de ese examen que no me gusten, que me confronten y muestren áreas de cambio, pero una vez más la realidad es mi mejor amiga y en la medida que la conozco puedo hacer al respecto y, además, quiero hacer algo al respecto. 

Muchos de nosotros, especialmente con el paso de la edad, hemos incorporado en nuestras vidas el hábito y la necesidad de hacer revisiones médicas periódicas. En algunos casos para dar seguimiento a enfermedades ya detectadas; en otros para prevenir el desarrollo de otras dolencias. Sería bueno añadir a esos hábitos las revisiones periódicas y exhaustivas de nuestro corazón con el mismo propósito, a saber, afrontar enfermedades espirituales ya desarrolladas, atajar las que están en un estado incipiente y prevenir aquellas ante las que somos vulnerables.


¿Cuándo fue la última vez que tu corazón fue escrutado a fondo?



Los escruta el mismo que escruta hasta lo íntimo del hombre y la profundidad del corazón (Salmo 64:7 BDP)


Indagarexaminar cuidadosamenteexplorar. De esta manera define el diccionario la palabra "escrutar". Al leerlo no me he sentido intimidado, más bien aliviado. Aliviado porque lo considero algo necesario para cualquier seguidor de Jesús que de forma intencional desee que el carácter del Maestro sea formado en su vida. Preciso esa exploración objetiva de mis motivaciones, actitudes, valores y prioridades que únicamente el Señor puede hacer de mi corazón. Es probable que haya resultados de ese examen que no me gusten, que me confronten y muestren áreas de cambio, pero una vez más la realidad es mi mejor amiga y en la medida que la conozco puedo hacer al respecto y, además, quiero hacer algo al respecto. 

Muchos de nosotros, especialmente con el paso de la edad, hemos incorporado en nuestras vidas el hábito y la necesidad de hacer revisiones médicas periódicas. En algunos casos para dar seguimiento a enfermedades ya detectadas; en otros para prevenir el desarrollo de otras dolencias. Sería bueno añadir a esos hábitos las revisiones periódicas y exhaustivas de nuestro corazón con el mismo propósito, a saber, afrontar enfermedades espirituales ya desarrolladas, atajar las que están en un estado incipiente y prevenir aquellas ante las que somos vulnerables.


¿Cuándo fue la última vez que tu corazón fue escrutado a fondo?