Hacedlo todo para la gloria de Dios. (1 Corintios 10:31)

Este es uno de los principios bíblicos que considero básico, fundamental en la vida de todo seguidor de Jesús. Es una afirmación paulina que convierte en sagradas y espirituales todas, absolutamente todas las dimensiones de la vida de una persona. Rompe la tradicional distinción entre lo sagrado y lo profano herencia del mundo griego y que, lamentablemente, sigue persistentemente en nuestra expresión de la fe. Pablo lo refuerza cuando escribiendo a los Colosenses les indica que -nuevamente en todo lo que hagan- pongan el mimo y el corazón como algo que es hecho directamente para Dios.

Por tanto, lo sagrado no consiste en qué haces, sino la intención y el corazón que pones en ello. Consecuentemente, si cumples esos dos requisitos, tus relaciones, tu trabajo, tus estudios, tu cuidado de familiares enfermos, tu manejar el automóvil, y un etcétera tan largo como lo desees, se convierten en actos profundamente espirituales. Del mismo modo, tu predicación, tu discipulado, tu dirección de la alabanza, tus contribuciones -como esta- en las redes sociales, carecen de todo valor si esos dos requisitos no están presentes. 

Sería buena que recobremos el valor sagrado de la vida cotidiana que excluye a Dios, su presencia y su impacto del 90% de nuestra existencia. Dijo Jesús que Satanás es el padre de todas las mentiras ¡Qué gran mentira es hacernos creer que lo que es realmente espiritual es lo que pasa el domingo en ese espacio que llamamos iglesia y mediado por personas como yo que nos pensamos especiales.

 





Hacedlo todo para la gloria de Dios. (1 Corintios 10:31)

Este es uno de los principios bíblicos que considero básico, fundamental en la vida de todo seguidor de Jesús. Es una afirmación paulina que convierte en sagradas y espirituales todas, absolutamente todas las dimensiones de la vida de una persona. Rompe la tradicional distinción entre lo sagrado y lo profano herencia del mundo griego y que, lamentablemente, sigue persistentemente en nuestra expresión de la fe. Pablo lo refuerza cuando escribiendo a los Colosenses les indica que -nuevamente en todo lo que hagan- pongan el mimo y el corazón como algo que es hecho directamente para Dios.

Por tanto, lo sagrado no consiste en qué haces, sino la intención y el corazón que pones en ello. Consecuentemente, si cumples esos dos requisitos, tus relaciones, tu trabajo, tus estudios, tu cuidado de familiares enfermos, tu manejar el automóvil, y un etcétera tan largo como lo desees, se convierten en actos profundamente espirituales. Del mismo modo, tu predicación, tu discipulado, tu dirección de la alabanza, tus contribuciones -como esta- en las redes sociales, carecen de todo valor si esos dos requisitos no están presentes. 

Sería buena que recobremos el valor sagrado de la vida cotidiana que excluye a Dios, su presencia y su impacto del 90% de nuestra existencia. Dijo Jesús que Satanás es el padre de todas las mentiras ¡Qué gran mentira es hacernos creer que lo que es realmente espiritual es lo que pasa el domingo en ese espacio que llamamos iglesia y mediado por personas como yo que nos pensamos especiales.

 





Hacedlo todo para la gloria de Dios. (1 Corintios 10:31)

Este es uno de los principios bíblicos que considero básico, fundamental en la vida de todo seguidor de Jesús. Es una afirmación paulina que convierte en sagradas y espirituales todas, absolutamente todas las dimensiones de la vida de una persona. Rompe la tradicional distinción entre lo sagrado y lo profano herencia del mundo griego y que, lamentablemente, sigue persistentemente en nuestra expresión de la fe. Pablo lo refuerza cuando escribiendo a los Colosenses les indica que -nuevamente en todo lo que hagan- pongan el mimo y el corazón como algo que es hecho directamente para Dios.

Por tanto, lo sagrado no consiste en qué haces, sino la intención y el corazón que pones en ello. Consecuentemente, si cumples esos dos requisitos, tus relaciones, tu trabajo, tus estudios, tu cuidado de familiares enfermos, tu manejar el automóvil, y un etcétera tan largo como lo desees, se convierten en actos profundamente espirituales. Del mismo modo, tu predicación, tu discipulado, tu dirección de la alabanza, tus contribuciones -como esta- en las redes sociales, carecen de todo valor si esos dos requisitos no están presentes. 

Sería buena que recobremos el valor sagrado de la vida cotidiana que excluye a Dios, su presencia y su impacto del 90% de nuestra existencia. Dijo Jesús que Satanás es el padre de todas las mentiras ¡Qué gran mentira es hacernos creer que lo que es realmente espiritual es lo que pasa el domingo en ese espacio que llamamos iglesia y mediado por personas como yo que nos pensamos especiales.