Declarados justos, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo. (Romanos 5:1)

Es muy difícil, por no decir imposible, valorar lo que Dios ha hecho por nosotros si no tenemos una clara conciencia de cuál era/es nuestra situación ante Él. Es difícil saber hasta qué punto somos realistas con nuestra realidad como seres humanos. No creo que nos consideremos malos, mucho menos, como dice la Biblia, depravados. Nos comparamos con otros, especialmente con aquellos que sabemos que la comparación nos resultará favorable, y tranquilizamos nuestra conciencia. Incluso, en ocasiones, llegamos a pensar que Dios es injusto y que debería comportarse de otra manera con la humanidad en general y nosotros en particular. 

Con esta actitud cuesta valorar que gracias al sacrificio de Jesús en la cruz por nosotros hemos sido declarados justos, no culpables, inocentes y restablecidos en una relación de amistad con el Señor y en paz con Él. Que gracias a ello el pasado queda perdona, se abre un brillante futuro y el presente se vive de forma totalmente diferente. Hay cosas como la salud, la libertad, el bienestar, que solo se valoran cuando se han perdido; y cuando se han vuelto a recuperar uno es consciente de la bendición que de nuevo tiene.

¿Cuál es tu grado de conciencia de cuál era/es tu situación ante Dios? 




Declarados justos, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo. (Romanos 5:1)

Es muy difícil, por no decir imposible, valorar lo que Dios ha hecho por nosotros si no tenemos una clara conciencia de cuál era/es nuestra situación ante Él. Es difícil saber hasta qué punto somos realistas con nuestra realidad como seres humanos. No creo que nos consideremos malos, mucho menos, como dice la Biblia, depravados. Nos comparamos con otros, especialmente con aquellos que sabemos que la comparación nos resultará favorable, y tranquilizamos nuestra conciencia. Incluso, en ocasiones, llegamos a pensar que Dios es injusto y que debería comportarse de otra manera con la humanidad en general y nosotros en particular. 

Con esta actitud cuesta valorar que gracias al sacrificio de Jesús en la cruz por nosotros hemos sido declarados justos, no culpables, inocentes y restablecidos en una relación de amistad con el Señor y en paz con Él. Que gracias a ello el pasado queda perdona, se abre un brillante futuro y el presente se vive de forma totalmente diferente. Hay cosas como la salud, la libertad, el bienestar, que solo se valoran cuando se han perdido; y cuando se han vuelto a recuperar uno es consciente de la bendición que de nuevo tiene.

¿Cuál es tu grado de conciencia de cuál era/es tu situación ante Dios? 




Declarados justos, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo. (Romanos 5:1)

Es muy difícil, por no decir imposible, valorar lo que Dios ha hecho por nosotros si no tenemos una clara conciencia de cuál era/es nuestra situación ante Él. Es difícil saber hasta qué punto somos realistas con nuestra realidad como seres humanos. No creo que nos consideremos malos, mucho menos, como dice la Biblia, depravados. Nos comparamos con otros, especialmente con aquellos que sabemos que la comparación nos resultará favorable, y tranquilizamos nuestra conciencia. Incluso, en ocasiones, llegamos a pensar que Dios es injusto y que debería comportarse de otra manera con la humanidad en general y nosotros en particular. 

Con esta actitud cuesta valorar que gracias al sacrificio de Jesús en la cruz por nosotros hemos sido declarados justos, no culpables, inocentes y restablecidos en una relación de amistad con el Señor y en paz con Él. Que gracias a ello el pasado queda perdona, se abre un brillante futuro y el presente se vive de forma totalmente diferente. Hay cosas como la salud, la libertad, el bienestar, que solo se valoran cuando se han perdido; y cuando se han vuelto a recuperar uno es consciente de la bendición que de nuevo tiene.

¿Cuál es tu grado de conciencia de cuál era/es tu situación ante Dios?