Somos como un espejo que refleja la grandeza del Señor, quien cambia nuestra vida. Gracias a la acción de su Espíritu Santo en nosotros, cada vez nos parecemos más a Él. (2 Corintios 3:18)


Mírate en un espejo:  

¿Qué ves? 

¿Es, metafóricamente hablando, el Maestro más evidente en tu vida ahora que acaba el año 2021, de lo que lo era al comienzo del mismos? ¿Te parece más a Jesús de Nazaret?

¿Qué has incorporado en tu vida de su carácter, sus prioridades, su manera de ver el mundo, su manera de tratar a los pecadores, sus actitudes, sus reacciones, su relación con el Padre y con los necesitados?

¿Cuánto del amor incondicional de Jesús, de su compasión, de su compromiso con un mundo roto y necesitado es más visible en ti de lo que lo era al comienzo del año 2021?

Porque no se trata de a cuántos eventos has ido, cuántos cultos has acumulado, cuanto conocimiento has incorporado, cuántos likes has conseguido, cuál es tu lugar de responsabilidad o poder en la comunidad. No, no se trata de eso, se trata de parecerse más al Maestro y, si al final del año no te parece más a Él, año perdido.

Pregunta a las personas de tu entorno ¿Me parezco más a Jesús? Si te responden que si (muy probablemente por educación) haz la segunda pregunta ¿En qué cosas concretas puedes ver a Jesús reflejado en mí?

 



Somos como un espejo que refleja la grandeza del Señor, quien cambia nuestra vida. Gracias a la acción de su Espíritu Santo en nosotros, cada vez nos parecemos más a Él. (2 Corintios 3:18)


Mírate en un espejo:  

¿Qué ves? 

¿Es, metafóricamente hablando, el Maestro más evidente en tu vida ahora que acaba el año 2021, de lo que lo era al comienzo del mismos? ¿Te parece más a Jesús de Nazaret?

¿Qué has incorporado en tu vida de su carácter, sus prioridades, su manera de ver el mundo, su manera de tratar a los pecadores, sus actitudes, sus reacciones, su relación con el Padre y con los necesitados?

¿Cuánto del amor incondicional de Jesús, de su compasión, de su compromiso con un mundo roto y necesitado es más visible en ti de lo que lo era al comienzo del año 2021?

Porque no se trata de a cuántos eventos has ido, cuántos cultos has acumulado, cuanto conocimiento has incorporado, cuántos likes has conseguido, cuál es tu lugar de responsabilidad o poder en la comunidad. No, no se trata de eso, se trata de parecerse más al Maestro y, si al final del año no te parece más a Él, año perdido.

Pregunta a las personas de tu entorno ¿Me parezco más a Jesús? Si te responden que si (muy probablemente por educación) haz la segunda pregunta ¿En qué cosas concretas puedes ver a Jesús reflejado en mí?

 



Somos como un espejo que refleja la grandeza del Señor, quien cambia nuestra vida. Gracias a la acción de su Espíritu Santo en nosotros, cada vez nos parecemos más a Él. (2 Corintios 3:18)


Mírate en un espejo:  

¿Qué ves? 

¿Es, metafóricamente hablando, el Maestro más evidente en tu vida ahora que acaba el año 2021, de lo que lo era al comienzo del mismos? ¿Te parece más a Jesús de Nazaret?

¿Qué has incorporado en tu vida de su carácter, sus prioridades, su manera de ver el mundo, su manera de tratar a los pecadores, sus actitudes, sus reacciones, su relación con el Padre y con los necesitados?

¿Cuánto del amor incondicional de Jesús, de su compasión, de su compromiso con un mundo roto y necesitado es más visible en ti de lo que lo era al comienzo del año 2021?

Porque no se trata de a cuántos eventos has ido, cuántos cultos has acumulado, cuanto conocimiento has incorporado, cuántos likes has conseguido, cuál es tu lugar de responsabilidad o poder en la comunidad. No, no se trata de eso, se trata de parecerse más al Maestro y, si al final del año no te parece más a Él, año perdido.

Pregunta a las personas de tu entorno ¿Me parezco más a Jesús? Si te responden que si (muy probablemente por educación) haz la segunda pregunta ¿En qué cosas concretas puedes ver a Jesús reflejado en mí?