Y volviendo en sí... (Lucas 15:17)

Aunque he buscado referencias acerca del significado de esta expresión, no he conseguido encontrar ninguno que realmente capté la potencia que en el contexto de la parábola tienen estas pocas palabras. Nos encontramos ante un ser humano que, en un momento dado, ha obtenido una clara comprensión de cuál es su situación, su estado, su realidad. Por un instante ha dejado de lado las racionalizaciones, las justificaciones, las proyecciones, el orgullo y ha reconocido que no está bien. Estos momentos de lucidez, que todos hemos tenido en una u otra ocasión en nuestras vidas, nos permiten una percepción nueva, única, desconocida hasta entonces. Es, por decirlo de alguna manera, como si pudiéramos salir de nosotros mismos, contemplarnos desde una distancia intelectual, emocional y espiritual y, tal vez por primera vez en mucho tiempo, contemplar cuál es nuestra auténtica realidad; poderla apreciar con la serenidad que da la distancia. Observarnos sin poner filtros en forma de excusas y, aceptar que estamos necesitados, muy necesitados de ayuda.

Creo que volver en sí es un paso previo y necesario para cualquier cambio. Reconocer nuestra realidad. aceptarla sin analgésicos que encubran los síntomas. Afrontar la necesidad de cambiar sin anestesia. Si ello, es imposible el cambio. Es imposible volver a la casa del Padre. Sin embargo, aunque este paso es previo y necesario, no siempre, lamentablemente, es definitivo.


Vuelve en sí por un momento, toma perspectiva ¿Qué ves?






Y volviendo en sí... (Lucas 15:17)

Aunque he buscado referencias acerca del significado de esta expresión, no he conseguido encontrar ninguno que realmente capté la potencia que en el contexto de la parábola tienen estas pocas palabras. Nos encontramos ante un ser humano que, en un momento dado, ha obtenido una clara comprensión de cuál es su situación, su estado, su realidad. Por un instante ha dejado de lado las racionalizaciones, las justificaciones, las proyecciones, el orgullo y ha reconocido que no está bien. Estos momentos de lucidez, que todos hemos tenido en una u otra ocasión en nuestras vidas, nos permiten una percepción nueva, única, desconocida hasta entonces. Es, por decirlo de alguna manera, como si pudiéramos salir de nosotros mismos, contemplarnos desde una distancia intelectual, emocional y espiritual y, tal vez por primera vez en mucho tiempo, contemplar cuál es nuestra auténtica realidad; poderla apreciar con la serenidad que da la distancia. Observarnos sin poner filtros en forma de excusas y, aceptar que estamos necesitados, muy necesitados de ayuda.

Creo que volver en sí es un paso previo y necesario para cualquier cambio. Reconocer nuestra realidad. aceptarla sin analgésicos que encubran los síntomas. Afrontar la necesidad de cambiar sin anestesia. Si ello, es imposible el cambio. Es imposible volver a la casa del Padre. Sin embargo, aunque este paso es previo y necesario, no siempre, lamentablemente, es definitivo.


Vuelve en sí por un momento, toma perspectiva ¿Qué ves?






Y volviendo en sí... (Lucas 15:17)

Aunque he buscado referencias acerca del significado de esta expresión, no he conseguido encontrar ninguno que realmente capté la potencia que en el contexto de la parábola tienen estas pocas palabras. Nos encontramos ante un ser humano que, en un momento dado, ha obtenido una clara comprensión de cuál es su situación, su estado, su realidad. Por un instante ha dejado de lado las racionalizaciones, las justificaciones, las proyecciones, el orgullo y ha reconocido que no está bien. Estos momentos de lucidez, que todos hemos tenido en una u otra ocasión en nuestras vidas, nos permiten una percepción nueva, única, desconocida hasta entonces. Es, por decirlo de alguna manera, como si pudiéramos salir de nosotros mismos, contemplarnos desde una distancia intelectual, emocional y espiritual y, tal vez por primera vez en mucho tiempo, contemplar cuál es nuestra auténtica realidad; poderla apreciar con la serenidad que da la distancia. Observarnos sin poner filtros en forma de excusas y, aceptar que estamos necesitados, muy necesitados de ayuda.

Creo que volver en sí es un paso previo y necesario para cualquier cambio. Reconocer nuestra realidad. aceptarla sin analgésicos que encubran los síntomas. Afrontar la necesidad de cambiar sin anestesia. Si ello, es imposible el cambio. Es imposible volver a la casa del Padre. Sin embargo, aunque este paso es previo y necesario, no siempre, lamentablemente, es definitivo.


Vuelve en sí por un momento, toma perspectiva ¿Qué ves?