Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados. A los que de antemano Dios había conocido, los destinó desde un principio a ser como su Hijo, para que su Hijo fuera el primero entre muchos hermanos. (Romanos 8:28)
Dios usará esta crisis para que seas más similar a Jesús si se lo permites. En primer lugar hay que desmentir las falsas interpretaciones -por muy populares que sean- sobre lo que este versículo quiere decir. El apóstol no está afirmando que todo nos irá bien en la vida. Que nada nos va a pasar en esta pandemia del coronavirus, que la sangre de Cristo nos protege y cosas similares. Al acercarnos a la Palabra hay que ser serios con la exégesis y para nada Pablo, o el resto de las Escrituras, afirman semejante cosa. Si quieres creer lo contrario estás en tu derecho, pero me temo que sufrirás muchas decepciones cuando el dolor aparezca en tu vida y no sabrás cómo manejarlo. Tampoco olvides que Jesús sufrió y murió.
¿Qué quería pues enseñarnos el apóstol de los gentiles? Afirma que todas las cosas ayudan a bien a los seguidores de Jesús. El punto clave es definir qué había en la mente de Pablo cuando usaba esta palabra. Él mismo se explica en el versículo 29. El mayor bien que el Señor desea para nosotros no es la felicidad tal y como la sociedad la entiende. El mayor bien es que Jesús sea formado en nuestras vidas, que seamos semejantes a Él, que cada día nos parezcamos más y más al Maestro. Si se me permite una paráfrasis el sentido sería: "Cuando amas a Dios, Él usará todas las cosas, incluso aquellas que nos parecen malas y las que lo son, para que seas más y más similar a Jesús".
Entonces debemos plantearnos qué aspectos del carácter de Jesús Dios desea desarrollar en nosotros usando esta crisis que no ha provocado y no es un castigo divino. Esta crisis está sacando a relucir aspectos de nuestra vida que, de no experimentarla, quedarían ocultos y no podríamos hacer nada al respecto. ¿Necesitamos más paz, menos ansiedad, más dejar el control, más esperanza, más amor y empatía hacia otros que sufren, hacer más real a Dios en nuestras vidas?
No hay duda que la crisis del coronavirus está provocando mucho dolor -dimensión física- y sufrimiento -dimensión emocional-. En nuestra mano está que esto, inevitable por otro lado, no sea en vano.
¿Acerca de qué aspectos de tu vida te está llamando la atención Dios por medio de esta crisis?
