...al Señor, el que actúa misteriosamente. (Jueces 13:19)


El misterio ha sido definido como una dosis tan apabullante de realidad que el cerebro no la puede procesar. Va más allá de su capacidad y, por tanto, al no poder procesarlo no lo puede comprender. La fotografía es del primer ordenador que poseí. Eran los finales de los años ochenta y el pobre no tenía ni siquiera memoria ram; funcionaba con anticuados discos de 3,5 pulgadas y pantalla de fósforo verde. Era tremendamente limitado pero en su momento llevó a cabo su función. ¿Qué pasaría si intentásemos cargar Windows 10X en esta limitada máquina? Pues, simplemente, que sería incapaz de procesar las dosis de información que contiene la última versión del sistema operativo Windows. 

Dios es misterio y lo mismo le pasa a nuestro cerebro cuando intentamos entenderlo de forma racional; es demasiada realidad para nuestro limitado cerebro. Hay tres tipos de verdades: las racionales, aquellas que nuestro cerebro puede procesar y se alinean con su capacidad. Las irracionales, aquellas que nuestro cerebro descarta por ir en contra de la razón. Finalmente, las suprarracionales, aquellas que van más allá de la razón, de lo que el cerebro puede procesar y, consecuentemente, entender.

Dios es misterio y, por tanto, pertenece a esta última categoría. No tiene ningún sentido intentar entenderlo a Él y su intervención en la historia por medio de la razón, se nos escapa. No podemos tratar de entender su actuación en medio de esta crisis del COVID 19 porque actúa misteriosamente, y cuando nos encontramos ante el misterio, como no lo podemos procesar sólo nos queda el abandonarnos y confiar.


Dios es misterio ¿Qué implicaciones tiene para ti?



...al Señor, el que actúa misteriosamente. (Jueces 13:19)


El misterio ha sido definido como una dosis tan apabullante de realidad que el cerebro no la puede procesar. Va más allá de su capacidad y, por tanto, al no poder procesarlo no lo puede comprender. La fotografía es del primer ordenador que poseí. Eran los finales de los años ochenta y el pobre no tenía ni siquiera memoria ram; funcionaba con anticuados discos de 3,5 pulgadas y pantalla de fósforo verde. Era tremendamente limitado pero en su momento llevó a cabo su función. ¿Qué pasaría si intentásemos cargar Windows 10X en esta limitada máquina? Pues, simplemente, que sería incapaz de procesar las dosis de información que contiene la última versión del sistema operativo Windows. 

Dios es misterio y lo mismo le pasa a nuestro cerebro cuando intentamos entenderlo de forma racional; es demasiada realidad para nuestro limitado cerebro. Hay tres tipos de verdades: las racionales, aquellas que nuestro cerebro puede procesar y se alinean con su capacidad. Las irracionales, aquellas que nuestro cerebro descarta por ir en contra de la razón. Finalmente, las suprarracionales, aquellas que van más allá de la razón, de lo que el cerebro puede procesar y, consecuentemente, entender.

Dios es misterio y, por tanto, pertenece a esta última categoría. No tiene ningún sentido intentar entenderlo a Él y su intervención en la historia por medio de la razón, se nos escapa. No podemos tratar de entender su actuación en medio de esta crisis del COVID 19 porque actúa misteriosamente, y cuando nos encontramos ante el misterio, como no lo podemos procesar sólo nos queda el abandonarnos y confiar.


Dios es misterio ¿Qué implicaciones tiene para ti?



...al Señor, el que actúa misteriosamente. (Jueces 13:19)


El misterio ha sido definido como una dosis tan apabullante de realidad que el cerebro no la puede procesar. Va más allá de su capacidad y, por tanto, al no poder procesarlo no lo puede comprender. La fotografía es del primer ordenador que poseí. Eran los finales de los años ochenta y el pobre no tenía ni siquiera memoria ram; funcionaba con anticuados discos de 3,5 pulgadas y pantalla de fósforo verde. Era tremendamente limitado pero en su momento llevó a cabo su función. ¿Qué pasaría si intentásemos cargar Windows 10X en esta limitada máquina? Pues, simplemente, que sería incapaz de procesar las dosis de información que contiene la última versión del sistema operativo Windows. 

Dios es misterio y lo mismo le pasa a nuestro cerebro cuando intentamos entenderlo de forma racional; es demasiada realidad para nuestro limitado cerebro. Hay tres tipos de verdades: las racionales, aquellas que nuestro cerebro puede procesar y se alinean con su capacidad. Las irracionales, aquellas que nuestro cerebro descarta por ir en contra de la razón. Finalmente, las suprarracionales, aquellas que van más allá de la razón, de lo que el cerebro puede procesar y, consecuentemente, entender.

Dios es misterio y, por tanto, pertenece a esta última categoría. No tiene ningún sentido intentar entenderlo a Él y su intervención en la historia por medio de la razón, se nos escapa. No podemos tratar de entender su actuación en medio de esta crisis del COVID 19 porque actúa misteriosamente, y cuando nos encontramos ante el misterio, como no lo podemos procesar sólo nos queda el abandonarnos y confiar.


Dios es misterio ¿Qué implicaciones tiene para ti?