Desde el vientre del pez, Jonás suplicó al Señor, su Dios, con estas palabras: En mi angustia clamé al Señor y fui atendido por Él; desde las profundidades del reino de los muertos pedí auxilio y tú me escuchaste. (Jonás 2:2-3)


El vientre del pez, la angustia, el reino de los muertos. Todo ello me hace pensar en oscuridad, pero no en la oscuridad física únicamente, sino en la oscuridad emocional y espiritual por la cual Jonás debía de estar pasando y muchos de nosotros hemos pasado. En el caso del profeta la oscuridad le lleva a una reflexión sobre su situación, sobre las cosas que han sucedido y lo que ha vivido. Fruto de esa reflexión es el capítulo dos y todo aquello que en él se expresa.

Soy un apasionado defensor de la reflexión -etimológicamente significa inclinarse hacia atrás para ganar distancia y perspectiva- como un proceso que deberíamos incorporar si o si en nuestras vidas. Sin ella no hay la más mínima esperanza de que se vaya a producir cambio y transformación en nuestras vidas. Sin ella podemos seguir indefinidamente en nuestros bucles mentales, espirituales y emocionales sin que alcancemos a generar o producir cambio.

Jonás tuvo que verse en la oscuridad del vientre del pez -todo un símbolo- para reflexionar y ver su actuación en perspectiva. Muchas veces el Señor en su infinito amor y misericordia permite que nosotros mismos vivamos periodos de oscuridad a fin de que podamos tener la oportunidad de reflexionar, de ganar esa perspectiva tan necesaria para nuestras vidas, para nuestras experiencias. Perspectivas que, como en el caso de Jonás, nos lleven a clamar al Señor y buscar su intervención.

Pero, lamentablemente, no todos aprovechan la oscuridad. Muchos no la aceptan, otros quieren huir lo más rápidamente posible de ella, otros aún se rebelan más contra Dios. Todos ellos, consecuentemente, no sacan ventaja de la oscuridad -que necesariamente han de pasar- para reflexionar y ver su vida, sus experiencias y al mismo Señor de formas diferentes. Es un dolor en vano, desperdiciado.


¿Hay oscuridad en tu vida? ¿Cómo la estás afrontando? ¿Qué beneficio recibirías si reflexionaras en medio de ella?