Pero la gracia divina ha hecho de mí estoy que soy; una gracia que no se ha malogrado en cuanto a mí toca. (1 Corintios 15:10)

El diccionario define malograr como perder, no aprovechar algo como la ocasión, el tiempo, etc. No alcanzar lo que se esperaba o pretendía conseguir. Pablo habla de que la gracia del Señor no se ha malogrado en él, no ha perdido la ocasión, no ha impedido que obrara y actuara en su vida llevando a cabo el objetivo que Dios tenía en mente al salvarlo.

Eso alza una pregunta muy punzante para cada uno de los que somos seguidores de Jesús ¿Se ha malogrado la gracia del Señor en nuestras vidas? No estoy hablando de perfección, el propio Pablo en Filipenses 3, su tan conocido pasaje, indica que no es perfecto y que continúa con el proceso de permitir que la gracia trabaje en él. Estoy hablando que cuando miro hacia atrás puedo hacer la misma afirmación que hizo el apóstol, porque es evidente que Jesús está más formado en mi vida y continúo siendo un agente de restauración y reconciliación.

¿Cuál sería tu respuesta a esta pregunta?

 


Pero la gracia divina ha hecho de mí estoy que soy; una gracia que no se ha malogrado en cuanto a mí toca. (1 Corintios 15:10)

El diccionario define malograr como perder, no aprovechar algo como la ocasión, el tiempo, etc. No alcanzar lo que se esperaba o pretendía conseguir. Pablo habla de que la gracia del Señor no se ha malogrado en él, no ha perdido la ocasión, no ha impedido que obrara y actuara en su vida llevando a cabo el objetivo que Dios tenía en mente al salvarlo.

Eso alza una pregunta muy punzante para cada uno de los que somos seguidores de Jesús ¿Se ha malogrado la gracia del Señor en nuestras vidas? No estoy hablando de perfección, el propio Pablo en Filipenses 3, su tan conocido pasaje, indica que no es perfecto y que continúa con el proceso de permitir que la gracia trabaje en él. Estoy hablando que cuando miro hacia atrás puedo hacer la misma afirmación que hizo el apóstol, porque es evidente que Jesús está más formado en mi vida y continúo siendo un agente de restauración y reconciliación.

¿Cuál sería tu respuesta a esta pregunta?

 


Pero la gracia divina ha hecho de mí estoy que soy; una gracia que no se ha malogrado en cuanto a mí toca. (1 Corintios 15:10)

El diccionario define malograr como perder, no aprovechar algo como la ocasión, el tiempo, etc. No alcanzar lo que se esperaba o pretendía conseguir. Pablo habla de que la gracia del Señor no se ha malogrado en él, no ha perdido la ocasión, no ha impedido que obrara y actuara en su vida llevando a cabo el objetivo que Dios tenía en mente al salvarlo.

Eso alza una pregunta muy punzante para cada uno de los que somos seguidores de Jesús ¿Se ha malogrado la gracia del Señor en nuestras vidas? No estoy hablando de perfección, el propio Pablo en Filipenses 3, su tan conocido pasaje, indica que no es perfecto y que continúa con el proceso de permitir que la gracia trabaje en él. Estoy hablando que cuando miro hacia atrás puedo hacer la misma afirmación que hizo el apóstol, porque es evidente que Jesús está más formado en mi vida y continúo siendo un agente de restauración y reconciliación.

¿Cuál sería tu respuesta a esta pregunta?