A pesar de mi vejez y mi pelo encanecido, Tú, oh Dios, no me abandones, hasta que anuncie tu poder a esta generación, tu fuerza a todos sus descendientes. (Salmo 71:18)


Nuestra misión, el ministerio de la restauración y la reconciliación nunca acaba. Yo diría que, del mismo modo que la vida es dinámica, la misión lo es y, por tanto, va mutando y enfocándose en nuevas realidades. Ahora soy abuelo y tengo, por decirlo de alguna manera, un nuevo "Target Group" al que anunciar que Dios les ama y desea, por encima de todo, tener una relación personal con ellos: mis nietos.

Lo hicimos con nuestros hijos, ahora toca hacerlo con sus hijos. Mostrarles con la vida, la oración y las palabras que existe Dios y que no es ajeno a sus vidas, que los ama entrañablemente. Contar la vieja historia de amor que se ha ido repitiendo de generación a generación. Dar testimonio a la que viene de que lo poco o mucho que somos se debe a la intervención del Señor. Explicarles cuánto valor Dios ha añadido a nuestra existencia y que pobre hubiera sido sin Él.

No olvides pasar el mensaje a la nueva generación. Tu responsabilidad no es que crean, sino que lo conozcan.





A pesar de mi vejez y mi pelo encanecido, Tú, oh Dios, no me abandones, hasta que anuncie tu poder a esta generación, tu fuerza a todos sus descendientes. (Salmo 71:18)


Nuestra misión, el ministerio de la restauración y la reconciliación nunca acaba. Yo diría que, del mismo modo que la vida es dinámica, la misión lo es y, por tanto, va mutando y enfocándose en nuevas realidades. Ahora soy abuelo y tengo, por decirlo de alguna manera, un nuevo "Target Group" al que anunciar que Dios les ama y desea, por encima de todo, tener una relación personal con ellos: mis nietos.

Lo hicimos con nuestros hijos, ahora toca hacerlo con sus hijos. Mostrarles con la vida, la oración y las palabras que existe Dios y que no es ajeno a sus vidas, que los ama entrañablemente. Contar la vieja historia de amor que se ha ido repitiendo de generación a generación. Dar testimonio a la que viene de que lo poco o mucho que somos se debe a la intervención del Señor. Explicarles cuánto valor Dios ha añadido a nuestra existencia y que pobre hubiera sido sin Él.

No olvides pasar el mensaje a la nueva generación. Tu responsabilidad no es que crean, sino que lo conozcan.





A pesar de mi vejez y mi pelo encanecido, Tú, oh Dios, no me abandones, hasta que anuncie tu poder a esta generación, tu fuerza a todos sus descendientes. (Salmo 71:18)


Nuestra misión, el ministerio de la restauración y la reconciliación nunca acaba. Yo diría que, del mismo modo que la vida es dinámica, la misión lo es y, por tanto, va mutando y enfocándose en nuevas realidades. Ahora soy abuelo y tengo, por decirlo de alguna manera, un nuevo "Target Group" al que anunciar que Dios les ama y desea, por encima de todo, tener una relación personal con ellos: mis nietos.

Lo hicimos con nuestros hijos, ahora toca hacerlo con sus hijos. Mostrarles con la vida, la oración y las palabras que existe Dios y que no es ajeno a sus vidas, que los ama entrañablemente. Contar la vieja historia de amor que se ha ido repitiendo de generación a generación. Dar testimonio a la que viene de que lo poco o mucho que somos se debe a la intervención del Señor. Explicarles cuánto valor Dios ha añadido a nuestra existencia y que pobre hubiera sido sin Él.

No olvides pasar el mensaje a la nueva generación. Tu responsabilidad no es que crean, sino que lo conozcan.