Esta es la religiosidad auténtica e intachable a los ojos de Dios Padre: asistir a los débiles y desvalidos en sus dificultades y mantenerse incontaminado del mundo (Santiago 1:27)


¿En qué consiste la autentica religiosidad? La palabra que usa Santiago en el original griego es la usada en esa lengua para definir la expresión externa del culto religioso dedicado a Dios. Al escribir estas líneas pienso que pueden haber multitud de opiniones diferentes entre los seguidores de Jesús acerca de la manera más correcta de expresar externamente la espiritualidad. Estos son los tipos de temas de abren debates pasionales en facebook y otras redes sociales. Es por eso que necesitamos ir a la Palabra y encontrar en ella las pautas para responder.

Santiago, el hermano de Jesús y un pragmático de mucho cuidado como podemos observar a lo largo de su epístola, no deja margen de error a la interpretación y lo expresa con claridad meridiana: no permitir que el mundo nos contamine y una atención intencional a los necesitados. Quiero centrarme en la segunda de esas características. La versión Reina Valera habla en este versículo de las viudas y huérfanos; la versión que yo utilizo dice a los débiles y desvalidos. Santiago, como buen judío, usa la expresión del Antiguo Testamento. Los huérfanos y las viudas representaban en el Israel antiguo a los necesitados por excelencia; en ocasiones también se incluye en la ecuación a los extranjeros. Lo que nos está enseñando por medio de este pasaje es que está muy bien todas las expresiones externas de culto que podamos hacer; no creo que Santiago esté afirmando que sean malas, pero estas nunca pueden ni deben sustituir al amor al prójimo, especialmente al más necesitado, como la expresión de la más profunda, auténtica y bíblica espiritualidad? No hay mayor acto de adoración a Dios que el amor a nuestro prójimo necesitado.

No creo que esté afirmando nada fuera de lo normal. El Antiguo Testamento nos enseñó y Jesús lo reafirmó que Dios quiere misericordia y no sacrificios de parte nuestra. El Maestro, a través de la parábola del Buen Samaritano, nos enseñó que el amor al semejante es la segunda prioridad después del amor a Dios y va íntimamente relacionado con aquel. Mateo 25 nos recalca que en el necesitado interactuamos con el mismísimo Jesús.


¿Cuán auténtica sería a los ojos de Santiago tu espiritualidad?



Esta es la religiosidad auténtica e intachable a los ojos de Dios Padre: asistir a los débiles y desvalidos en sus dificultades y mantenerse incontaminado del mundo (Santiago 1:27)


¿En qué consiste la autentica religiosidad? La palabra que usa Santiago en el original griego es la usada en esa lengua para definir la expresión externa del culto religioso dedicado a Dios. Al escribir estas líneas pienso que pueden haber multitud de opiniones diferentes entre los seguidores de Jesús acerca de la manera más correcta de expresar externamente la espiritualidad. Estos son los tipos de temas de abren debates pasionales en facebook y otras redes sociales. Es por eso que necesitamos ir a la Palabra y encontrar en ella las pautas para responder.

Santiago, el hermano de Jesús y un pragmático de mucho cuidado como podemos observar a lo largo de su epístola, no deja margen de error a la interpretación y lo expresa con claridad meridiana: no permitir que el mundo nos contamine y una atención intencional a los necesitados. Quiero centrarme en la segunda de esas características. La versión Reina Valera habla en este versículo de las viudas y huérfanos; la versión que yo utilizo dice a los débiles y desvalidos. Santiago, como buen judío, usa la expresión del Antiguo Testamento. Los huérfanos y las viudas representaban en el Israel antiguo a los necesitados por excelencia; en ocasiones también se incluye en la ecuación a los extranjeros. Lo que nos está enseñando por medio de este pasaje es que está muy bien todas las expresiones externas de culto que podamos hacer; no creo que Santiago esté afirmando que sean malas, pero estas nunca pueden ni deben sustituir al amor al prójimo, especialmente al más necesitado, como la expresión de la más profunda, auténtica y bíblica espiritualidad? No hay mayor acto de adoración a Dios que el amor a nuestro prójimo necesitado.

No creo que esté afirmando nada fuera de lo normal. El Antiguo Testamento nos enseñó y Jesús lo reafirmó que Dios quiere misericordia y no sacrificios de parte nuestra. El Maestro, a través de la parábola del Buen Samaritano, nos enseñó que el amor al semejante es la segunda prioridad después del amor a Dios y va íntimamente relacionado con aquel. Mateo 25 nos recalca que en el necesitado interactuamos con el mismísimo Jesús.


¿Cuán auténtica sería a los ojos de Santiago tu espiritualidad?



Esta es la religiosidad auténtica e intachable a los ojos de Dios Padre: asistir a los débiles y desvalidos en sus dificultades y mantenerse incontaminado del mundo (Santiago 1:27)


¿En qué consiste la autentica religiosidad? La palabra que usa Santiago en el original griego es la usada en esa lengua para definir la expresión externa del culto religioso dedicado a Dios. Al escribir estas líneas pienso que pueden haber multitud de opiniones diferentes entre los seguidores de Jesús acerca de la manera más correcta de expresar externamente la espiritualidad. Estos son los tipos de temas de abren debates pasionales en facebook y otras redes sociales. Es por eso que necesitamos ir a la Palabra y encontrar en ella las pautas para responder.

Santiago, el hermano de Jesús y un pragmático de mucho cuidado como podemos observar a lo largo de su epístola, no deja margen de error a la interpretación y lo expresa con claridad meridiana: no permitir que el mundo nos contamine y una atención intencional a los necesitados. Quiero centrarme en la segunda de esas características. La versión Reina Valera habla en este versículo de las viudas y huérfanos; la versión que yo utilizo dice a los débiles y desvalidos. Santiago, como buen judío, usa la expresión del Antiguo Testamento. Los huérfanos y las viudas representaban en el Israel antiguo a los necesitados por excelencia; en ocasiones también se incluye en la ecuación a los extranjeros. Lo que nos está enseñando por medio de este pasaje es que está muy bien todas las expresiones externas de culto que podamos hacer; no creo que Santiago esté afirmando que sean malas, pero estas nunca pueden ni deben sustituir al amor al prójimo, especialmente al más necesitado, como la expresión de la más profunda, auténtica y bíblica espiritualidad? No hay mayor acto de adoración a Dios que el amor a nuestro prójimo necesitado.

No creo que esté afirmando nada fuera de lo normal. El Antiguo Testamento nos enseñó y Jesús lo reafirmó que Dios quiere misericordia y no sacrificios de parte nuestra. El Maestro, a través de la parábola del Buen Samaritano, nos enseñó que el amor al semejante es la segunda prioridad después del amor a Dios y va íntimamente relacionado con aquel. Mateo 25 nos recalca que en el necesitado interactuamos con el mismísimo Jesús.


¿Cuán auténtica sería a los ojos de Santiago tu espiritualidad?