Tendrás ansia de tu marido y él te dominará. (Génesis 3:16)

Vuelvo a insistir que los pasajes se leen e interpretan de una manera muy diferente según el prisma teológico con el que uno se acerca a los mismos. La interpretación no es una cosa baladí, determina nuestra manera de interactuar con la realidad que un determinado pasaje describe. Muchos seguidores de Jesús siguen pensando que estas palabras de Dios son la expresión de un castigo hacia la mujer. Yo no lo creo. Pienso que se trata de la descripción que el Señor hace de las consecuencias que el pecado ha traído y como, a partir de ese momento, todo va a cambiar en las relaciones interpersonales.

Aquí, en mi humilde opinión comienza la explotación de unos seres humanos por otros a causa del hecho de ser diferentes. Aquí la diferencia es de género, y hasta el día de hoy centenares de millones de mujeres siguen experimentando opresión y privación de derechos a causa de su género. Pero el maltrato del ser humano hacia otros seres humanos por razón de diferencia no queda limitado únicamente a la ya mencionada. Por razones de economía, raza, nacionalidad, religión, lengua, política y un largo etcétera, el hombre se aprovecha del hombre para su propio beneficio.

No olvidemos el contexto. Estoy hablando acerca del dolor y el sufrimiento y trazando sus orígenes hasta el momento histórico en que el ser humano le dice adiós al Señor. Desde ese preciso momento vemos que el dolor y el sufrimiento que unos seres humanos infligen a otros se vuelve la realidad cotidiana. Pensemos, por un momento cuánto dolor -la dimensión física- y sufrimiento -la dimensión emocional y espiritual- el día de hoy, se está produciendo en el mundo.

¿Qué seres humanos desprecias porque son diferentes?




Tendrás ansia de tu marido y él te dominará. (Génesis 3:16)

Vuelvo a insistir que los pasajes se leen e interpretan de una manera muy diferente según el prisma teológico con el que uno se acerca a los mismos. La interpretación no es una cosa baladí, determina nuestra manera de interactuar con la realidad que un determinado pasaje describe. Muchos seguidores de Jesús siguen pensando que estas palabras de Dios son la expresión de un castigo hacia la mujer. Yo no lo creo. Pienso que se trata de la descripción que el Señor hace de las consecuencias que el pecado ha traído y como, a partir de ese momento, todo va a cambiar en las relaciones interpersonales.

Aquí, en mi humilde opinión comienza la explotación de unos seres humanos por otros a causa del hecho de ser diferentes. Aquí la diferencia es de género, y hasta el día de hoy centenares de millones de mujeres siguen experimentando opresión y privación de derechos a causa de su género. Pero el maltrato del ser humano hacia otros seres humanos por razón de diferencia no queda limitado únicamente a la ya mencionada. Por razones de economía, raza, nacionalidad, religión, lengua, política y un largo etcétera, el hombre se aprovecha del hombre para su propio beneficio.

No olvidemos el contexto. Estoy hablando acerca del dolor y el sufrimiento y trazando sus orígenes hasta el momento histórico en que el ser humano le dice adiós al Señor. Desde ese preciso momento vemos que el dolor y el sufrimiento que unos seres humanos infligen a otros se vuelve la realidad cotidiana. Pensemos, por un momento cuánto dolor -la dimensión física- y sufrimiento -la dimensión emocional y espiritual- el día de hoy, se está produciendo en el mundo.

¿Qué seres humanos desprecias porque son diferentes?




Tendrás ansia de tu marido y él te dominará. (Génesis 3:16)

Vuelvo a insistir que los pasajes se leen e interpretan de una manera muy diferente según el prisma teológico con el que uno se acerca a los mismos. La interpretación no es una cosa baladí, determina nuestra manera de interactuar con la realidad que un determinado pasaje describe. Muchos seguidores de Jesús siguen pensando que estas palabras de Dios son la expresión de un castigo hacia la mujer. Yo no lo creo. Pienso que se trata de la descripción que el Señor hace de las consecuencias que el pecado ha traído y como, a partir de ese momento, todo va a cambiar en las relaciones interpersonales.

Aquí, en mi humilde opinión comienza la explotación de unos seres humanos por otros a causa del hecho de ser diferentes. Aquí la diferencia es de género, y hasta el día de hoy centenares de millones de mujeres siguen experimentando opresión y privación de derechos a causa de su género. Pero el maltrato del ser humano hacia otros seres humanos por razón de diferencia no queda limitado únicamente a la ya mencionada. Por razones de economía, raza, nacionalidad, religión, lengua, política y un largo etcétera, el hombre se aprovecha del hombre para su propio beneficio.

No olvidemos el contexto. Estoy hablando acerca del dolor y el sufrimiento y trazando sus orígenes hasta el momento histórico en que el ser humano le dice adiós al Señor. Desde ese preciso momento vemos que el dolor y el sufrimiento que unos seres humanos infligen a otros se vuelve la realidad cotidiana. Pensemos, por un momento cuánto dolor -la dimensión física- y sufrimiento -la dimensión emocional y espiritual- el día de hoy, se está produciendo en el mundo.

¿Qué seres humanos desprecias porque son diferentes?