Los necios piensan: "Dios no existe" (Salmo 14:1)

¿Qué hacemos si Dios no existe? Las implicaciones de la existencia o no de la divinidad son muchas y tienen importantes efectos. Si Dios no existe no estamos hechos a su imagen, consecuentemente no tenemos una dignidad intrínseca. Los derechos humanos se convierten en una construcción cultural tan sólo válida para aquellos que decidan aceptarla; sin ningún tipo de valor normativo para aquellos que consideren que no va con ellos dicha construcción. Algo que sucede con muchas culturas en nuestro planeta. Sin una dignidad intrínseca la puerta está abierta al darvinismo social y a la subyugación de unos seres humanos por otros. La mera supervivencia del más fuerte.

Si Dios no existe no hay esperanza de justicia. Los fuertes, los poderosos tienen suficientes mecanismos para saltarse las leyes a la torera y para imponer su voluntad de forma directa o encubierta. Las leyes amparan la acumulación de riqueza, sancionan las desigualdades sociales y perpetúan un sistema con apariencia de democracia pero que, en realidad, está pensado y diseñado para que las élites se mantengan una y otra vez en el poder y apoyen a aquellos que los encumbraron. Poderoso caballero es don dinero, afirmaba un escritor español. Carta blanca para hacer lo que el poderoso quiera pues es consciente de que la justicia terrenal no le alcanzará y la eterna no existe. Desesperanza para el vulnerable, esto nunca cambiará en este mundo y el Reino de Dios es una quimera.

Así podríamos seguir y seguir desgranando las consecuencias de la no existencia de Dios. Pero lo que más me sorprende no es eso; sino el que no cree en Dios y, sin embargo, vive como existiera. Su vida refleja justicia, integridad, consistencia, respeto por el prójimo. Jesús afirmaba que las prostitutas y los publicanos iban por delante en el Reino de los cielos. Y, simultáneamente, el que cree en Dios y vive como si este no existiera, pues su vida no refleja para nada y bien poco los valores del Reino. Me pregunto si esto está íntimamente relacionado con Mateo 25.

¿De qué modo la creencia en la existencia de Dios se refleja en tu vida cotidiana?


Los necios piensan: "Dios no existe" (Salmo 14:1)

¿Qué hacemos si Dios no existe? Las implicaciones de la existencia o no de la divinidad son muchas y tienen importantes efectos. Si Dios no existe no estamos hechos a su imagen, consecuentemente no tenemos una dignidad intrínseca. Los derechos humanos se convierten en una construcción cultural tan sólo válida para aquellos que decidan aceptarla; sin ningún tipo de valor normativo para aquellos que consideren que no va con ellos dicha construcción. Algo que sucede con muchas culturas en nuestro planeta. Sin una dignidad intrínseca la puerta está abierta al darvinismo social y a la subyugación de unos seres humanos por otros. La mera supervivencia del más fuerte.

Si Dios no existe no hay esperanza de justicia. Los fuertes, los poderosos tienen suficientes mecanismos para saltarse las leyes a la torera y para imponer su voluntad de forma directa o encubierta. Las leyes amparan la acumulación de riqueza, sancionan las desigualdades sociales y perpetúan un sistema con apariencia de democracia pero que, en realidad, está pensado y diseñado para que las élites se mantengan una y otra vez en el poder y apoyen a aquellos que los encumbraron. Poderoso caballero es don dinero, afirmaba un escritor español. Carta blanca para hacer lo que el poderoso quiera pues es consciente de que la justicia terrenal no le alcanzará y la eterna no existe. Desesperanza para el vulnerable, esto nunca cambiará en este mundo y el Reino de Dios es una quimera.

Así podríamos seguir y seguir desgranando las consecuencias de la no existencia de Dios. Pero lo que más me sorprende no es eso; sino el que no cree en Dios y, sin embargo, vive como existiera. Su vida refleja justicia, integridad, consistencia, respeto por el prójimo. Jesús afirmaba que las prostitutas y los publicanos iban por delante en el Reino de los cielos. Y, simultáneamente, el que cree en Dios y vive como si este no existiera, pues su vida no refleja para nada y bien poco los valores del Reino. Me pregunto si esto está íntimamente relacionado con Mateo 25.

¿De qué modo la creencia en la existencia de Dios se refleja en tu vida cotidiana?


Los necios piensan: "Dios no existe" (Salmo 14:1)

¿Qué hacemos si Dios no existe? Las implicaciones de la existencia o no de la divinidad son muchas y tienen importantes efectos. Si Dios no existe no estamos hechos a su imagen, consecuentemente no tenemos una dignidad intrínseca. Los derechos humanos se convierten en una construcción cultural tan sólo válida para aquellos que decidan aceptarla; sin ningún tipo de valor normativo para aquellos que consideren que no va con ellos dicha construcción. Algo que sucede con muchas culturas en nuestro planeta. Sin una dignidad intrínseca la puerta está abierta al darvinismo social y a la subyugación de unos seres humanos por otros. La mera supervivencia del más fuerte.

Si Dios no existe no hay esperanza de justicia. Los fuertes, los poderosos tienen suficientes mecanismos para saltarse las leyes a la torera y para imponer su voluntad de forma directa o encubierta. Las leyes amparan la acumulación de riqueza, sancionan las desigualdades sociales y perpetúan un sistema con apariencia de democracia pero que, en realidad, está pensado y diseñado para que las élites se mantengan una y otra vez en el poder y apoyen a aquellos que los encumbraron. Poderoso caballero es don dinero, afirmaba un escritor español. Carta blanca para hacer lo que el poderoso quiera pues es consciente de que la justicia terrenal no le alcanzará y la eterna no existe. Desesperanza para el vulnerable, esto nunca cambiará en este mundo y el Reino de Dios es una quimera.

Así podríamos seguir y seguir desgranando las consecuencias de la no existencia de Dios. Pero lo que más me sorprende no es eso; sino el que no cree en Dios y, sin embargo, vive como existiera. Su vida refleja justicia, integridad, consistencia, respeto por el prójimo. Jesús afirmaba que las prostitutas y los publicanos iban por delante en el Reino de los cielos. Y, simultáneamente, el que cree en Dios y vive como si este no existiera, pues su vida no refleja para nada y bien poco los valores del Reino. Me pregunto si esto está íntimamente relacionado con Mateo 25.

¿De qué modo la creencia en la existencia de Dios se refleja en tu vida cotidiana?