Dirijo la mirada a las montañas; ¿de dónde vendrá mi ayuda? (Salmo 121:1)


Al leer este breve texto, encabezamiento del salmo 121, vienen dos ideas a mi mente. La primera, que hay situaciones en la vida en las que nos vemos necesitados de ayuda. La segunda, que esta tiene que venir del exterior por las razones que sean (falta de recursos internos, sentirnos sobrepasados o cualquier otra razón). El salmista reconoce que su ayuda vendrá del Señor, el creador de los cielos y la tierra.

La pregunta del salmo tiene sentido para todo seguidor de Jesús. El texto nos anima a pedir ayuda cuando la necesitamos. También a que pensemos quién nos la puede brindar. Hay necesidades que solo Dios puede suplir. Hay otras que Él ha delegado a la comunidad de los creyentes. Otras son responsabilidad de nuestra familia o entorno. Es bueno tener sabiduría para discernir qué necesitamos y a quién dirigirnos.

¿Qué ayuda necesitas? ¿Quién puede brindártela?



 



Dirijo la mirada a las montañas; ¿de dónde vendrá mi ayuda? (Salmo 121:1)


Al leer este breve texto, encabezamiento del salmo 121, vienen dos ideas a mi mente. La primera, que hay situaciones en la vida en las que nos vemos necesitados de ayuda. La segunda, que esta tiene que venir del exterior por las razones que sean (falta de recursos internos, sentirnos sobrepasados o cualquier otra razón). El salmista reconoce que su ayuda vendrá del Señor, el creador de los cielos y la tierra.

La pregunta del salmo tiene sentido para todo seguidor de Jesús. El texto nos anima a pedir ayuda cuando la necesitamos. También a que pensemos quién nos la puede brindar. Hay necesidades que solo Dios puede suplir. Hay otras que Él ha delegado a la comunidad de los creyentes. Otras son responsabilidad de nuestra familia o entorno. Es bueno tener sabiduría para discernir qué necesitamos y a quién dirigirnos.

¿Qué ayuda necesitas? ¿Quién puede brindártela?



 



Dirijo la mirada a las montañas; ¿de dónde vendrá mi ayuda? (Salmo 121:1)


Al leer este breve texto, encabezamiento del salmo 121, vienen dos ideas a mi mente. La primera, que hay situaciones en la vida en las que nos vemos necesitados de ayuda. La segunda, que esta tiene que venir del exterior por las razones que sean (falta de recursos internos, sentirnos sobrepasados o cualquier otra razón). El salmista reconoce que su ayuda vendrá del Señor, el creador de los cielos y la tierra.

La pregunta del salmo tiene sentido para todo seguidor de Jesús. El texto nos anima a pedir ayuda cuando la necesitamos. También a que pensemos quién nos la puede brindar. Hay necesidades que solo Dios puede suplir. Hay otras que Él ha delegado a la comunidad de los creyentes. Otras son responsabilidad de nuestra familia o entorno. Es bueno tener sabiduría para discernir qué necesitamos y a quién dirigirnos.

¿Qué ayuda necesitas? ¿Quién puede brindártela?