La fe es garantía de las cosas que esperamos y certeza de las realidades que no vemos. (Hebreos 11:1)


La fe aparece aquí descrita con dos palabras muy potentes, garantía frente a lo que esperamos y certeza con respecto a las realidades que no podemos ver. La garantía es  la certeza o seguridad que se tiene con respecto a algo o alguien. En este caso tenemos seguridad de que Dios cumplirá todo aquello que ha prometido porque su carácter es fiable y, además, como lo indica el propio libro de Hebreos, ha jurado por sí mismo como muestra de su compromiso con lo prometido. Esto produce en nosotros una total confianza. Esta última palabra, confianza, es un buen sinónimo de fe.

Pero la fe también es el órgano que nos permite entrar en contacto y captar las realidades que no son sensoriales. El acercamiento materialista afirma que tan sólo existe aquello que podemos percibir con nuestros cinco sentidos. Nosotros creemos y afirmamos que existen otras dimensiones de la realidad que son apercibidas por medio de la fe. Por fe vivimos, afirma el apóstol Pablo, no por vista. La dimensión espiritual del ser humano nunca ha podido ser analizada en un laboratorio. Determinadas ciencias como la historia, la antropología, la sociológica o la psicología pueden estudiar sus manifestaciones externas y tratar de explicar sus génesis internas. Lamentablemente parten del condicionamiento -nunca demostrado científicamente- de que sólo existe lo sensorial. Me pregunto cómo podemos explicar todo el mundo interno de emociones, pensamientos, estados de ánimo y otras cosas que se producen en nuestro cerebro.

Así pues, resumimos que la fe es una garantía y un modo de percibir la realidad.


¿Cómo está el estado de tu fe?

La fe es garantía de las cosas que esperamos y certeza de las realidades que no vemos. (Hebreos 11:1)


La fe aparece aquí descrita con dos palabras muy potentes, garantía frente a lo que esperamos y certeza con respecto a las realidades que no podemos ver. La garantía es  la certeza o seguridad que se tiene con respecto a algo o alguien. En este caso tenemos seguridad de que Dios cumplirá todo aquello que ha prometido porque su carácter es fiable y, además, como lo indica el propio libro de Hebreos, ha jurado por sí mismo como muestra de su compromiso con lo prometido. Esto produce en nosotros una total confianza. Esta última palabra, confianza, es un buen sinónimo de fe.

Pero la fe también es el órgano que nos permite entrar en contacto y captar las realidades que no son sensoriales. El acercamiento materialista afirma que tan sólo existe aquello que podemos percibir con nuestros cinco sentidos. Nosotros creemos y afirmamos que existen otras dimensiones de la realidad que son apercibidas por medio de la fe. Por fe vivimos, afirma el apóstol Pablo, no por vista. La dimensión espiritual del ser humano nunca ha podido ser analizada en un laboratorio. Determinadas ciencias como la historia, la antropología, la sociológica o la psicología pueden estudiar sus manifestaciones externas y tratar de explicar sus génesis internas. Lamentablemente parten del condicionamiento -nunca demostrado científicamente- de que sólo existe lo sensorial. Me pregunto cómo podemos explicar todo el mundo interno de emociones, pensamientos, estados de ánimo y otras cosas que se producen en nuestro cerebro.

Así pues, resumimos que la fe es una garantía y un modo de percibir la realidad.


¿Cómo está el estado de tu fe?

La fe es garantía de las cosas que esperamos y certeza de las realidades que no vemos. (Hebreos 11:1)


La fe aparece aquí descrita con dos palabras muy potentes, garantía frente a lo que esperamos y certeza con respecto a las realidades que no podemos ver. La garantía es  la certeza o seguridad que se tiene con respecto a algo o alguien. En este caso tenemos seguridad de que Dios cumplirá todo aquello que ha prometido porque su carácter es fiable y, además, como lo indica el propio libro de Hebreos, ha jurado por sí mismo como muestra de su compromiso con lo prometido. Esto produce en nosotros una total confianza. Esta última palabra, confianza, es un buen sinónimo de fe.

Pero la fe también es el órgano que nos permite entrar en contacto y captar las realidades que no son sensoriales. El acercamiento materialista afirma que tan sólo existe aquello que podemos percibir con nuestros cinco sentidos. Nosotros creemos y afirmamos que existen otras dimensiones de la realidad que son apercibidas por medio de la fe. Por fe vivimos, afirma el apóstol Pablo, no por vista. La dimensión espiritual del ser humano nunca ha podido ser analizada en un laboratorio. Determinadas ciencias como la historia, la antropología, la sociológica o la psicología pueden estudiar sus manifestaciones externas y tratar de explicar sus génesis internas. Lamentablemente parten del condicionamiento -nunca demostrado científicamente- de que sólo existe lo sensorial. Me pregunto cómo podemos explicar todo el mundo interno de emociones, pensamientos, estados de ánimo y otras cosas que se producen en nuestro cerebro.

Así pues, resumimos que la fe es una garantía y un modo de percibir la realidad.


¿Cómo está el estado de tu fe?

La fe es garantía de las cosas que esperamos y certeza de las realidades que no vemos. (Hebreos 11:1)


La fe aparece aquí descrita con dos palabras muy potentes, garantía frente a lo que esperamos y certeza con respecto a las realidades que no podemos ver. La garantía es  la certeza o seguridad que se tiene con respecto a algo o alguien. En este caso tenemos seguridad de que Dios cumplirá todo aquello que ha prometido porque su carácter es fiable y, además, como lo indica el propio libro de Hebreos, ha jurado por sí mismo como muestra de su compromiso con lo prometido. Esto produce en nosotros una total confianza. Esta última palabra, confianza, es un buen sinónimo de fe.

Pero la fe también es el órgano que nos permite entrar en contacto y captar las realidades que no son sensoriales. El acercamiento materialista afirma que tan sólo existe aquello que podemos percibir con nuestros cinco sentidos. Nosotros creemos y afirmamos que existen otras dimensiones de la realidad que son apercibidas por medio de la fe. Por fe vivimos, afirma el apóstol Pablo, no por vista. La dimensión espiritual del ser humano nunca ha podido ser analizada en un laboratorio. Determinadas ciencias como la historia, la antropología, la sociológica o la psicología pueden estudiar sus manifestaciones externas y tratar de explicar sus génesis internas. Lamentablemente parten del condicionamiento -nunca demostrado científicamente- de que sólo existe lo sensorial. Me pregunto cómo podemos explicar todo el mundo interno de emociones, pensamientos, estados de ánimo y otras cosas que se producen en nuestro cerebro.

Así pues, resumimos que la fe es una garantía y un modo de percibir la realidad.


¿Cómo está el estado de tu fe?