Feliz quien no sigue el consejo de los malvados, ni en la senda de los pecadores se detiene, ni en compañía de los necios se sienta. (Salmo 1:1)


Muy a menudo en la Biblia las cosas se explican aludiendo a lo que hay que evitar para, posteriormente, indicar lo que hay que ser intencionales en llevar a cabo. En el salmo 1 lo vemos con total claridad; el salmista indica tres cosas que hemos de evitar.     En primer lugar el consejo de los malvados. El significado tiene que ver con el cuidado de nuestra mente, el ser selectivo con aquello que alimenta y echa raíces en nuestro intelecto. En segundo lugar, la senda de los pecadores. El significado, en esta ocasión, tiene que ver con nuestro estilo de vivir, nuestras acciones y omisiones. Senda, camino, sendero, etc., son en la iconografía bíblica alusiones a nuestra forma cotidiana de vivir. Finalmente, la compañía de los necios. En las Escrituras los necios son aquello que no ordenan sus estilos de vida en función de las enseñanzas y consejos de Dios. Aquí el significado tendría que ver con la importancia de cuidar nuestras relaciones y la influencia que estas pueden ejercer sobre nosotros.

En definitiva, la felicidad, tal y como ya la hemos definido anteriormente, pasa por cuidar nuestra mente, nuestra conducta y nuestras relaciones. Evitar todo aquello que nos pueda influir negativamente en estas tres dimensiones.


¿Cuál sería el resultado de evaluar tu vida intelectual, tu estilo de vida y tus relaciones?

Feliz quien no sigue el consejo de los malvados, ni en la senda de los pecadores se detiene, ni en compañía de los necios se sienta. (Salmo 1:1)


Muy a menudo en la Biblia las cosas se explican aludiendo a lo que hay que evitar para, posteriormente, indicar lo que hay que ser intencionales en llevar a cabo. En el salmo 1 lo vemos con total claridad; el salmista indica tres cosas que hemos de evitar.     En primer lugar el consejo de los malvados. El significado tiene que ver con el cuidado de nuestra mente, el ser selectivo con aquello que alimenta y echa raíces en nuestro intelecto. En segundo lugar, la senda de los pecadores. El significado, en esta ocasión, tiene que ver con nuestro estilo de vivir, nuestras acciones y omisiones. Senda, camino, sendero, etc., son en la iconografía bíblica alusiones a nuestra forma cotidiana de vivir. Finalmente, la compañía de los necios. En las Escrituras los necios son aquello que no ordenan sus estilos de vida en función de las enseñanzas y consejos de Dios. Aquí el significado tendría que ver con la importancia de cuidar nuestras relaciones y la influencia que estas pueden ejercer sobre nosotros.

En definitiva, la felicidad, tal y como ya la hemos definido anteriormente, pasa por cuidar nuestra mente, nuestra conducta y nuestras relaciones. Evitar todo aquello que nos pueda influir negativamente en estas tres dimensiones.


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Feliz quien no sigue el consejo de los malvados, ni en la senda de los pecadores se detiene, ni en compañía de los necios se sienta. (Salmo 1:1)


Muy a menudo en la Biblia las cosas se explican aludiendo a lo que hay que evitar para, posteriormente, indicar lo que hay que ser intencionales en llevar a cabo. En el salmo 1 lo vemos con total claridad; el salmista indica tres cosas que hemos de evitar.     En primer lugar el consejo de los malvados. El significado tiene que ver con el cuidado de nuestra mente, el ser selectivo con aquello que alimenta y echa raíces en nuestro intelecto. En segundo lugar, la senda de los pecadores. El significado, en esta ocasión, tiene que ver con nuestro estilo de vivir, nuestras acciones y omisiones. Senda, camino, sendero, etc., son en la iconografía bíblica alusiones a nuestra forma cotidiana de vivir. Finalmente, la compañía de los necios. En las Escrituras los necios son aquello que no ordenan sus estilos de vida en función de las enseñanzas y consejos de Dios. Aquí el significado tendría que ver con la importancia de cuidar nuestras relaciones y la influencia que estas pueden ejercer sobre nosotros.

En definitiva, la felicidad, tal y como ya la hemos definido anteriormente, pasa por cuidar nuestra mente, nuestra conducta y nuestras relaciones. Evitar todo aquello que nos pueda influir negativamente en estas tres dimensiones.


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