Si sabéis estas cosas, felices seréis si las hacéis. Jesús.


La fotografía ilustra a la perfección la falsa concepción de la felicidad; todo es color, alegría, ilusión, una vida perfecta que... lamentablemente no existe o dura poco. Maslow, con sus investigaciones, ya desmontó ese concepto de más placer y menos dolor. Las investigaciones más recientes llevadas a cabo en la Universidad de Harvard las confirman y aumentan la perspectiva de lo que es la auténtica felicidad.

Robert Keagan y Lisa Haley son dos investigadores de esa prestigiosa institución. A continuación, describo su definición de felicidad: "Sin embargo, los informes de investigación sobre la felicidad nos sugieren otra definición... que es significativamente diferente. La segunda definición ve la felicidad como un proceso de florecimiento del ser humano... incluye la experiencia de significado y compromiso, pero con relación a la satisfacción que produce experimentar el propio crecimiento y desarrollo, de convertirse más y más en la persona que uno debe ser, aportando más de uno mismo al mundo.

De la misma manera que los dolores de parto forman parte de traer una nueva vida al mundo, el proceso del desarrollo humano, de ver y superar las limitaciones previas de uno mismo, puede implicar dolor.  A diferencia de la felicidad como resultado de experimentar solamente las llamadas emociones positivas, la felicidad como proceso de desarrollo incluye la experiencia de la pérdida, el dolor, y el sufrimiento (más que afirmar que es un contraste a todo ello).

 

Este tipo de felicidad puede ser menos popular en un mundo extasiado con el placer, la estimulación y la ausencia de dolor, pero, para cualquiera que lo haya experimentado… es un ingreso de valor incalculable. Las personas se encuentran a sí mismas experimentado placer y vitalidad en nuevos e inexplorados territorios con un mayor sentido de conciencia y presencia incluso cuando se enfrentan sus momentos más difíciles."

Estos párrafos de Keagan y Lahey describen una nueva concepción de la felicidad que, en resumidas cuentas y siguiendo los pasos de Maslow, consiste en ser la mejor versión de uno mismo y hacer una contribución al mundo. Eso es ser feliz. Y como ellos mismos indican, en esa felicidad se incluye el dolor, la pérdida y las dificultades.

Para aquellos preocupados por la sana doctrina y que todavía no han visto la clara influencia bíblica sobre Maslow, Keagan y Lahey; para aquellos que consideran que la psicología y la Biblia son universos paralelos sin ninguna confluencia, prometo que mañana desvelaré el secreto desde la clara perspectiva de la Palabra del Señor. Mientras tanto, te animo a que pienses y veas las claras implicaciones.


¿Cómo serías si fueras la mejor versión de ti mismo? ¿Cómo se expresaría en tu vida cotidiana, tus relaciones, tu trabajo? ¿Cuál es la contribución única y singular que tienes que hacer al mundo y sin la cual no serás feliz?



 



Si sabéis estas cosas, felices seréis si las hacéis. Jesús.


La fotografía ilustra a la perfección la falsa concepción de la felicidad; todo es color, alegría, ilusión, una vida perfecta que... lamentablemente no existe o dura poco. Maslow, con sus investigaciones, ya desmontó ese concepto de más placer y menos dolor. Las investigaciones más recientes llevadas a cabo en la Universidad de Harvard las confirman y aumentan la perspectiva de lo que es la auténtica felicidad.

Robert Keagan y Lisa Haley son dos investigadores de esa prestigiosa institución. A continuación, describo su definición de felicidad: "Sin embargo, los informes de investigación sobre la felicidad nos sugieren otra definición... que es significativamente diferente. La segunda definición ve la felicidad como un proceso de florecimiento del ser humano... incluye la experiencia de significado y compromiso, pero con relación a la satisfacción que produce experimentar el propio crecimiento y desarrollo, de convertirse más y más en la persona que uno debe ser, aportando más de uno mismo al mundo.

De la misma manera que los dolores de parto forman parte de traer una nueva vida al mundo, el proceso del desarrollo humano, de ver y superar las limitaciones previas de uno mismo, puede implicar dolor.  A diferencia de la felicidad como resultado de experimentar solamente las llamadas emociones positivas, la felicidad como proceso de desarrollo incluye la experiencia de la pérdida, el dolor, y el sufrimiento (más que afirmar que es un contraste a todo ello).

 

Este tipo de felicidad puede ser menos popular en un mundo extasiado con el placer, la estimulación y la ausencia de dolor, pero, para cualquiera que lo haya experimentado… es un ingreso de valor incalculable. Las personas se encuentran a sí mismas experimentado placer y vitalidad en nuevos e inexplorados territorios con un mayor sentido de conciencia y presencia incluso cuando se enfrentan sus momentos más difíciles."

Estos párrafos de Keagan y Lahey describen una nueva concepción de la felicidad que, en resumidas cuentas y siguiendo los pasos de Maslow, consiste en ser la mejor versión de uno mismo y hacer una contribución al mundo. Eso es ser feliz. Y como ellos mismos indican, en esa felicidad se incluye el dolor, la pérdida y las dificultades.

Para aquellos preocupados por la sana doctrina y que todavía no han visto la clara influencia bíblica sobre Maslow, Keagan y Lahey; para aquellos que consideran que la psicología y la Biblia son universos paralelos sin ninguna confluencia, prometo que mañana desvelaré el secreto desde la clara perspectiva de la Palabra del Señor. Mientras tanto, te animo a que pienses y veas las claras implicaciones.


¿Cómo serías si fueras la mejor versión de ti mismo? ¿Cómo se expresaría en tu vida cotidiana, tus relaciones, tu trabajo? ¿Cuál es la contribución única y singular que tienes que hacer al mundo y sin la cual no serás feliz?



 



Si sabéis estas cosas, felices seréis si las hacéis. Jesús.


La fotografía ilustra a la perfección la falsa concepción de la felicidad; todo es color, alegría, ilusión, una vida perfecta que... lamentablemente no existe o dura poco. Maslow, con sus investigaciones, ya desmontó ese concepto de más placer y menos dolor. Las investigaciones más recientes llevadas a cabo en la Universidad de Harvard las confirman y aumentan la perspectiva de lo que es la auténtica felicidad.

Robert Keagan y Lisa Haley son dos investigadores de esa prestigiosa institución. A continuación, describo su definición de felicidad: "Sin embargo, los informes de investigación sobre la felicidad nos sugieren otra definición... que es significativamente diferente. La segunda definición ve la felicidad como un proceso de florecimiento del ser humano... incluye la experiencia de significado y compromiso, pero con relación a la satisfacción que produce experimentar el propio crecimiento y desarrollo, de convertirse más y más en la persona que uno debe ser, aportando más de uno mismo al mundo.

De la misma manera que los dolores de parto forman parte de traer una nueva vida al mundo, el proceso del desarrollo humano, de ver y superar las limitaciones previas de uno mismo, puede implicar dolor.  A diferencia de la felicidad como resultado de experimentar solamente las llamadas emociones positivas, la felicidad como proceso de desarrollo incluye la experiencia de la pérdida, el dolor, y el sufrimiento (más que afirmar que es un contraste a todo ello).

 

Este tipo de felicidad puede ser menos popular en un mundo extasiado con el placer, la estimulación y la ausencia de dolor, pero, para cualquiera que lo haya experimentado… es un ingreso de valor incalculable. Las personas se encuentran a sí mismas experimentado placer y vitalidad en nuevos e inexplorados territorios con un mayor sentido de conciencia y presencia incluso cuando se enfrentan sus momentos más difíciles."

Estos párrafos de Keagan y Lahey describen una nueva concepción de la felicidad que, en resumidas cuentas y siguiendo los pasos de Maslow, consiste en ser la mejor versión de uno mismo y hacer una contribución al mundo. Eso es ser feliz. Y como ellos mismos indican, en esa felicidad se incluye el dolor, la pérdida y las dificultades.

Para aquellos preocupados por la sana doctrina y que todavía no han visto la clara influencia bíblica sobre Maslow, Keagan y Lahey; para aquellos que consideran que la psicología y la Biblia son universos paralelos sin ninguna confluencia, prometo que mañana desvelaré el secreto desde la clara perspectiva de la Palabra del Señor. Mientras tanto, te animo a que pienses y veas las claras implicaciones.


¿Cómo serías si fueras la mejor versión de ti mismo? ¿Cómo se expresaría en tu vida cotidiana, tus relaciones, tu trabajo? ¿Cuál es la contribución única y singular que tienes que hacer al mundo y sin la cual no serás feliz?