Para empezar, ha llegado a mis oídos que, cuando os reunís en asamblea, los bandos están a la orden del día. Cosa, por cierto, nada increíble. (1 Corintios 1:18)


Bando es definido como facción, partido o parcialidad. Es un grupo de personas que se aglutinan alrededor de algo que de forma permanente o circunstancias les hace está juntos, habitualmente, en contra de algo o alguien. Además, suelen darse extraños "compañeros de cama"; es decir personas que no necesariamente tenían una buena relación entre ellas pero, el "enemigo común" les hace unirse, al menos momentáneamente. La filosofía detrás es que tu enemigo es mi amigo.

Mi larga experiencia pastoral me ha enseñado que hay tres niveles alrededor de los cuales se forman los bandos. El primer nivel, el más fundamental, son las doctrinas no negociables de la comunidad: inspiración de la Palabra, misión al mundo, salvación por fe; en fin, las clásicas de la fe cristiana a lo largo de los siglos.

Un segundo nivel tiene que ver con prácticas o rituales; es decir, algunas iglesias, participan de la comunión abierta, otras no. Algunas son de gobierno más pastoral, otras por el contrario, más comunitario. Algunas están más orientadas a la proclamación del Reino, otras por el contrario a la demostración del mismo. En fin, aquí las opciones se abren casi hasta el infinito.

Finalmente, un tercer nivel tiene que ver con los gustos personales. A mí me gusta la música de un modo y a ti de otro. Yo creo que deberíamos dar énfasis a unos proyectos y tú a otros. A mi me gusta el culto a un horario y a ti a otro diferente al mío. Yo quiero bancos y tu sillas. Aquí las opciones aún se abren mucho más.

De nuevo mi experiencia me indica que la mayoría de los bandos en la iglesia del Señor se dan en los niveles dos y tres. Raramente en el nivel uno. Para ser más preciso, se trata de conflictos en el nivel tres -gustos personales- que se elevan a la categoría de doctrina o principios no negociables.

Las palabras del antiguo líder cristiano siguen siendo de rabiosa actualidad: En lo esencial -nivel uno- unidad. En lo opinable -variedad- y en todo y siempre, caridad.

¿Promotor de bandos? ¿Qué te dice esta reflexión? ¿Qué luz da sobre tus motivaciones?




 



Para empezar, ha llegado a mis oídos que, cuando os reunís en asamblea, los bandos están a la orden del día. Cosa, por cierto, nada increíble. (1 Corintios 1:18)


Bando es definido como facción, partido o parcialidad. Es un grupo de personas que se aglutinan alrededor de algo que de forma permanente o circunstancias les hace está juntos, habitualmente, en contra de algo o alguien. Además, suelen darse extraños "compañeros de cama"; es decir personas que no necesariamente tenían una buena relación entre ellas pero, el "enemigo común" les hace unirse, al menos momentáneamente. La filosofía detrás es que tu enemigo es mi amigo.

Mi larga experiencia pastoral me ha enseñado que hay tres niveles alrededor de los cuales se forman los bandos. El primer nivel, el más fundamental, son las doctrinas no negociables de la comunidad: inspiración de la Palabra, misión al mundo, salvación por fe; en fin, las clásicas de la fe cristiana a lo largo de los siglos.

Un segundo nivel tiene que ver con prácticas o rituales; es decir, algunas iglesias, participan de la comunión abierta, otras no. Algunas son de gobierno más pastoral, otras por el contrario, más comunitario. Algunas están más orientadas a la proclamación del Reino, otras por el contrario a la demostración del mismo. En fin, aquí las opciones se abren casi hasta el infinito.

Finalmente, un tercer nivel tiene que ver con los gustos personales. A mí me gusta la música de un modo y a ti de otro. Yo creo que deberíamos dar énfasis a unos proyectos y tú a otros. A mi me gusta el culto a un horario y a ti a otro diferente al mío. Yo quiero bancos y tu sillas. Aquí las opciones aún se abren mucho más.

De nuevo mi experiencia me indica que la mayoría de los bandos en la iglesia del Señor se dan en los niveles dos y tres. Raramente en el nivel uno. Para ser más preciso, se trata de conflictos en el nivel tres -gustos personales- que se elevan a la categoría de doctrina o principios no negociables.

Las palabras del antiguo líder cristiano siguen siendo de rabiosa actualidad: En lo esencial -nivel uno- unidad. En lo opinable -variedad- y en todo y siempre, caridad.

¿Promotor de bandos? ¿Qué te dice esta reflexión? ¿Qué luz da sobre tus motivaciones?




 



Para empezar, ha llegado a mis oídos que, cuando os reunís en asamblea, los bandos están a la orden del día. Cosa, por cierto, nada increíble. (1 Corintios 1:18)


Bando es definido como facción, partido o parcialidad. Es un grupo de personas que se aglutinan alrededor de algo que de forma permanente o circunstancias les hace está juntos, habitualmente, en contra de algo o alguien. Además, suelen darse extraños "compañeros de cama"; es decir personas que no necesariamente tenían una buena relación entre ellas pero, el "enemigo común" les hace unirse, al menos momentáneamente. La filosofía detrás es que tu enemigo es mi amigo.

Mi larga experiencia pastoral me ha enseñado que hay tres niveles alrededor de los cuales se forman los bandos. El primer nivel, el más fundamental, son las doctrinas no negociables de la comunidad: inspiración de la Palabra, misión al mundo, salvación por fe; en fin, las clásicas de la fe cristiana a lo largo de los siglos.

Un segundo nivel tiene que ver con prácticas o rituales; es decir, algunas iglesias, participan de la comunión abierta, otras no. Algunas son de gobierno más pastoral, otras por el contrario, más comunitario. Algunas están más orientadas a la proclamación del Reino, otras por el contrario a la demostración del mismo. En fin, aquí las opciones se abren casi hasta el infinito.

Finalmente, un tercer nivel tiene que ver con los gustos personales. A mí me gusta la música de un modo y a ti de otro. Yo creo que deberíamos dar énfasis a unos proyectos y tú a otros. A mi me gusta el culto a un horario y a ti a otro diferente al mío. Yo quiero bancos y tu sillas. Aquí las opciones aún se abren mucho más.

De nuevo mi experiencia me indica que la mayoría de los bandos en la iglesia del Señor se dan en los niveles dos y tres. Raramente en el nivel uno. Para ser más preciso, se trata de conflictos en el nivel tres -gustos personales- que se elevan a la categoría de doctrina o principios no negociables.

Las palabras del antiguo líder cristiano siguen siendo de rabiosa actualidad: En lo esencial -nivel uno- unidad. En lo opinable -variedad- y en todo y siempre, caridad.

¿Promotor de bandos? ¿Qué te dice esta reflexión? ¿Qué luz da sobre tus motivaciones?