Pues, como nuestra amistad con Dios quedó restablecida por la muerte de su Hijo cuando todavía éramos sus enemigos, con toda seguridad seremos salvos por la vida de su Hijo. Así que ahora podemos alegrarnos por nuestra nueva y maravillosa relación con Dios gracias a que nuestro Señor Jesucristo nos hizo amigos de Dios. (Romanos 5:10-11)

Ya no os llamaré siervos sino amigos. Está fue la afirmación de Jesús a sus discípulos que se hace extensible a todos nosotros. Por medio de su muerte y resurrección Jesús nos ha hecho amigos de Dios, tal y como afirma el apóstol Pablo, y, por tanto, nuestra relación con Él está basada en el amor, un amor que es demostrado con el sacrificio del Maestro cuando, por nuestra rebelión ante Dios, éramos por definición y naturaleza sus enemigos. 

Por eso me sorprende que la relación con el Señor de muchos seguidores de Jesús esté basada en el miedo y la inseguridad. Todavía me sorprende más que haya líderes que cultiven y fomenten ese miedo entre sus congregaciones, generando de este modo una relación con Dios que no es saludable y que incluso puede llegar a ser tóxica. El amor, afirma el apóstol Juan, echa fuera el miedo. Por tanto, continúa diciendo, aquel que tiene miedo en su relación con Dios es que no ha entendido ni experimentado el amor. 

La pregunta de hoy nos invita a reflexionar si nuestra relación está basada en el amor o el miedo.

 Pues, como nuestra amistad con Dios quedó restablecida por la muerte de su Hijo cuando todavía éramos sus enemigos, con toda seguridad seremos salvos por la vida de su Hijo. Así que ahora podemos alegrarnos por nuestra nueva y maravillosa relación con Dios gracias a que nuestro Señor Jesucristo nos hizo amigos de Dios. (Romanos 5:10-11)

Ya no os llamaré siervos sino amigos. Está fue la afirmación de Jesús a sus discípulos que se hace extensible a todos nosotros. Por medio de su muerte y resurrección Jesús nos ha hecho amigos de Dios, tal y como afirma el apóstol Pablo, y, por tanto, nuestra relación con Él está basada en el amor, un amor que es demostrado con el sacrificio del Maestro cuando, por nuestra rebelión ante Dios, éramos por definición y naturaleza sus enemigos. 

Por eso me sorprende que la relación con el Señor de muchos seguidores de Jesús esté basada en el miedo y la inseguridad. Todavía me sorprende más que haya líderes que cultiven y fomenten ese miedo entre sus congregaciones, generando de este modo una relación con Dios que no es saludable y que incluso puede llegar a ser tóxica. El amor, afirma el apóstol Juan, echa fuera el miedo. Por tanto, continúa diciendo, aquel que tiene miedo en su relación con Dios es que no ha entendido ni experimentado el amor. 

La pregunta de hoy nos invita a reflexionar si nuestra relación está basada en el amor o el miedo.

 Pues, como nuestra amistad con Dios quedó restablecida por la muerte de su Hijo cuando todavía éramos sus enemigos, con toda seguridad seremos salvos por la vida de su Hijo. Así que ahora podemos alegrarnos por nuestra nueva y maravillosa relación con Dios gracias a que nuestro Señor Jesucristo nos hizo amigos de Dios. (Romanos 5:10-11)

Ya no os llamaré siervos sino amigos. Está fue la afirmación de Jesús a sus discípulos que se hace extensible a todos nosotros. Por medio de su muerte y resurrección Jesús nos ha hecho amigos de Dios, tal y como afirma el apóstol Pablo, y, por tanto, nuestra relación con Él está basada en el amor, un amor que es demostrado con el sacrificio del Maestro cuando, por nuestra rebelión ante Dios, éramos por definición y naturaleza sus enemigos. 

Por eso me sorprende que la relación con el Señor de muchos seguidores de Jesús esté basada en el miedo y la inseguridad. Todavía me sorprende más que haya líderes que cultiven y fomenten ese miedo entre sus congregaciones, generando de este modo una relación con Dios que no es saludable y que incluso puede llegar a ser tóxica. El amor, afirma el apóstol Juan, echa fuera el miedo. Por tanto, continúa diciendo, aquel que tiene miedo en su relación con Dios es que no ha entendido ni experimentado el amor. 

La pregunta de hoy nos invita a reflexionar si nuestra relación está basada en el amor o el miedo.