El hombre respondió: La mujer que me diste por compañera me ofreció de ese fruto y yo lo probé. (Génesis 3:12)

Hemos visto que el pecado rompe la relación con Dios y nos rompe internamente. Pero, una tercera consecuencia del mismo es que se rompe nuestra relación con otros seres humanos. En Génesis 3 vemos que Adán no asume su responsabilidad de forma solidaria con Eva, antes bien, no le importa hundir a su compañera si a cambio puede salvar su pellejo. Es una actitud de ¡Sálvese quien pueda!

Si seguimos avanzando en las páginas del libro de Génesis veremos como la ruptura en las relaciones interpersonales no hace sino crecer y crecer. En el capítulo 4 veremos cómo Caín mata a su hermano Abel por un asunto de celos, envidias e ira. En este sangriento episodio podemos ver como la ruptura interna de Caín -celos, envidia, ira- le lleva a la ruptura en la relación con su hermano que, finalmente, desemboca en su asesinato. 

La enseñanza de Génesis es real como la vida misma. Nadie que lea este escrito puede afirmar que no tiene relaciones interpersonales rotas. Nadie puede decir que no ha causado daño de forma intencional y lo ha recibido de otros. La gran historia de Dios nos da la pauta para interpretar el origen.

¿Cómo se demuestra en tu experiencia la realidad de que el pecado rompe relaciones?



 


El hombre respondió: La mujer que me diste por compañera me ofreció de ese fruto y yo lo probé. (Génesis 3:12)

Hemos visto que el pecado rompe la relación con Dios y nos rompe internamente. Pero, una tercera consecuencia del mismo es que se rompe nuestra relación con otros seres humanos. En Génesis 3 vemos que Adán no asume su responsabilidad de forma solidaria con Eva, antes bien, no le importa hundir a su compañera si a cambio puede salvar su pellejo. Es una actitud de ¡Sálvese quien pueda!

Si seguimos avanzando en las páginas del libro de Génesis veremos como la ruptura en las relaciones interpersonales no hace sino crecer y crecer. En el capítulo 4 veremos cómo Caín mata a su hermano Abel por un asunto de celos, envidias e ira. En este sangriento episodio podemos ver como la ruptura interna de Caín -celos, envidia, ira- le lleva a la ruptura en la relación con su hermano que, finalmente, desemboca en su asesinato. 

La enseñanza de Génesis es real como la vida misma. Nadie que lea este escrito puede afirmar que no tiene relaciones interpersonales rotas. Nadie puede decir que no ha causado daño de forma intencional y lo ha recibido de otros. La gran historia de Dios nos da la pauta para interpretar el origen.

¿Cómo se demuestra en tu experiencia la realidad de que el pecado rompe relaciones?



 


El hombre respondió: La mujer que me diste por compañera me ofreció de ese fruto y yo lo probé. (Génesis 3:12)

Hemos visto que el pecado rompe la relación con Dios y nos rompe internamente. Pero, una tercera consecuencia del mismo es que se rompe nuestra relación con otros seres humanos. En Génesis 3 vemos que Adán no asume su responsabilidad de forma solidaria con Eva, antes bien, no le importa hundir a su compañera si a cambio puede salvar su pellejo. Es una actitud de ¡Sálvese quien pueda!

Si seguimos avanzando en las páginas del libro de Génesis veremos como la ruptura en las relaciones interpersonales no hace sino crecer y crecer. En el capítulo 4 veremos cómo Caín mata a su hermano Abel por un asunto de celos, envidias e ira. En este sangriento episodio podemos ver como la ruptura interna de Caín -celos, envidia, ira- le lleva a la ruptura en la relación con su hermano que, finalmente, desemboca en su asesinato. 

La enseñanza de Génesis es real como la vida misma. Nadie que lea este escrito puede afirmar que no tiene relaciones interpersonales rotas. Nadie puede decir que no ha causado daño de forma intencional y lo ha recibido de otros. La gran historia de Dios nos da la pauta para interpretar el origen.

¿Cómo se demuestra en tu experiencia la realidad de que el pecado rompe relaciones?